Estamos ante una de las antiguas ciudades imperiales más importantes del país, en la actualidad es la segunda de Baviera y capital administrativa de Franconia Central. Posee un poderoso sistema defensivo, único en Alemania, que guarda el centro histórico que sorprenderá al viajero. Pero si de algo es famoso Núremberg es por haber sido la sede anual de las concentraciones del partido nazi (con vestigios muy importantes) y de haber cobijado los famosos juicios en los que se procesaron a algunos de sus altos dirigentes. Es pues una ciudad en el que podremos ver arquitectura desde el siglo XIII hasta el siglo XXI, en todas sus variantes, si bien es preciso recordar que fue casi destruida durante la II Guerra Mundial, siendo posteriormente reconstruido su casco antiguo con todo mimo.
Nuestra visita: | febrero de 2014 |
Idioma Oficial: | alemán |
Moneda: | Euro (€). |
Población 2011: | 510.602 habit. |
Superficie: | 186,4 km² |
Prefijo telefónico: | +49 911 |
Web oficial: | tourismus.nuernberg.de |
La primera vez que se hizo referencia escrita a la zona fue en un documento imperial de 1050 en el que aparecía con el nombre de Norenberc (cuyo significado es "monte rocoso"). Durante los siglos siguientes, hasta el XVI, era muy común que la ciudad fuera visitada por los emperadores del Sacro Imperio Germánico, como Carlos V o Federico II. Precisamente éste último otorgó, en el año 1219, el título de Ciudad Imperial Libre a Núremberg, por lo que de esta manera sus ciudadanos sólo deberían pagar contribuciones al Emperador, y así permaneció hasta el año 1806.
La ciudad pronto se convirtió en un importante centro comercial gracias al monopolio de los comerciantes locales con el comercio con Oriente. De esta manera llegaría a la cima de su poder entre los siglos XV y XVI, siendo además el punto cultural más importante de toda Alemania. Además, aquí también se producirían instrumentos científicos de alta calidad como compases, cuadrantes, globos terráqueos, etc. De esa época son los artistas Vischer, Veit el Viejo, Wohlgemu, Albrecht Dúrer, etc...; y científicos como Martin Behaim (quien en 1492 construyó un globo terráqueo sin el continente de América), Schedel, Kolberger, etc...
El descubrimiento de América supuso un cambio evidente en el modus operandi del comercio, lo que supuso el comienzo de una lenta decadencia para Núremberg, agravada tras la Guerra de los Treinta Años que ocasionó una profunda crisis económica de la que no se recuperaría hasta la llegada de la industria moderna en el siglo XIX y la construcción en el año 1835 de la primera línea de ferrocarril en Alemania que la uniría con la cercana Fürth.
Durante el convulso siglo XX, Núremberg fue elegido por Adolf Hitler como sede de los congresos del Partido Nazi (Reichsparteitag), según se cree los motivos de su elección fue la importancia de la ciudad en el contexto histórico-cultural del germanismo, así como estar considerado como “la ciudad tesoro” de Alemania. Por otro lado, aquí vivía Julius Streicher, militar nazi y fanático propagandista antisemita, quizás por ello Núremberg fue el lugar donde se promulgó en 1935 la primera ley contra los judíos. Entre los años 1927 y 1938 se organizaban en el llamado Campo Zeppelin las concentraciones del Partido Nazi que lograba reunir a cientos de miles de militantes y simpatizantes del NSDAP (Partido nacionalsocialista Obrero Alemán) de todo el país e incluso del extranjero.
Durante la II Guerra Mundial, Núremberg (junto a Berlín, Hamburgo, Dusseldorf, Múnich y Essen) sufrió con especial agresividad los efectos de los bombardeos, hasta tal punto que casi fue destruida por completo. Éstos se produjeron entre los años 1943 y 1945, siendo uno de los más graves el bombardeo del 2 de enero de 1945 en el que murieron alrededor de seis mil civiles y el 90% de la ciudad medieval quedó reducida a escombros.
Finalizada la II Guerra Mundial, el Palacio de Justicia de Núremberg, y más concretamente su sala 600 acogió los famosos procesos jurisdiccionales contra los líderes nazis y que culminó con 3 absoluciones, 11 condenas de muerte, 3 condenas a presidio perpetuo, 2 a veinte años de prisión, una a 15 y finalmente otra a 10 años.
La ciudad de Núremberg fue elegida como la sede del poder nazi, eso es algo evidente y algo que ha dejado huella en la ciudad mediante diferentes edificios. Así pues esta ciudad es un buen lugar para los amantes de la historia de la II Guerra Mundial y concretamente de la llamada “arqueología nazi”, pero además posee diferentes tesoros medievales, la mayoría reconstruidos porque fueron destruidos durante los bombardeos, que a buen seguro sorprenderá al viajero. El viaje que os proponemos tiene una duración de 4 días completos para conocer bien las diferentes caras que Núremberg nos ofrece. Y para poder disfrutar de esas jornadas, lo primero es buscar un hotel que sea nuestra base desde la cual poder movernos por la ciudad.
Dia 1: Proponemos para este primer día comenzar la visita por DB Museum, nos impresionará la colección de trenes que posee. Posteriormente un paseo por Frauentorgraben y alrededores es muy recomendable para conocer más sobre temas tan dispares como, del período nazi, los lugares donde se promulgaron las Leyes de Núremberg, una placa conmemorativa donde antaño se levantaba una sinagoga que fue destruida durante la Noche de los Cristales Rotos o el Hotel Deutscher Hof donde Hitler se alojaba en sus visitas en la ciudad; del período comprendido entre los siglos XIV y XV los restos de las puertas, torres y murallas del antiguo sistema defensivo, o el Opernhaus construido en estilo Jugendstil, etc…
Nos adentramos hacia la Ciudad Vieja a través de la popular Königstraße, cuyo inicio está flanqueado por un lado por la Künstlerhaus y por otro por la Frauentorturm donde se extiende el Handwerkerhof o Patio de los Artesanos. En este último lugar podemos aprovechar para comer algo y descansar. Cerca se encuentra e Neues Museum y la Straße der Menschenrechte o Calle de los Derechos Humanos. Después ponemos rumbo para visitar dos iglesias la St. Klarakirche y la St. Marthakirche. La zona de la Hall Platz es muy bonita, belleza que se resumen en la Mauthalle (Casa de Aduanas).
Dia 2: El segundo día lo comenzaremos en una de las plazas más populares de Núremberg: la Lorenzer Platz, aquí veremos la Wetterhäuschen, la Tugendbrunnen o Fuente de las Virtudes, la bonita Nassauer Haus y sobre todo la iglesia de St. Lorenz. Después tomaremos la Katharinengasse donde se sitúa lo que queda de la Katharinenkirche, desde aquí daremos un paseo por los alrededores: así llegaremos a dos museos (Uhrenmuseum y Naturhistorisches Museum); cruzaremos un puente con bellas vistas sobre el río Pegnitz, atravesaremos la isla Insel Schütt hasta llegar a la bonita plaza Andrej-Sacharow-Platz donde se encuentra la Herrenschießhaus. Si seguimos recto por la calle llegaremos al curioso edificio del Grübel-Bunker.
Después volveremos sobre nuestros pasos para ir hacia Heilig-Geist-Spital, cuyo alrededor merece también un paseo: los puentes Heubrücke, Spitalbrücke y Narrenschiffbrunnen, la torre Schuldturm, la Synagogendenkmal, la Hans-Sachs-Platz, la Narrenschiffbrunnen,etc… Por aquella zona sería un buen momento para almorzar, si no lo hemos hecho ya. La tarde podemos dedicarla a la Hauptmarkt donde veremos la bonita Schöner Brunnen y visitar la Frauenkirche. Si vamos en Navidad no podemos perdernos la Christkindlesmarkt o Mercado de Navidad que tiene lugar en esta plaza. Por la tarde iremos a Sebalder Platz donde veremos más edificios interesantes como la iglesia St. Sebald y finalizaremos el día haciendo un pequeño recorrido por Egidienplatz y alrededores.
Dia 3: Este tercer día lo iniciamos visitando el Rathaus y su Lochgefängnisse o prisión subterránea. A continuación nos dirigimos a la Kaiserburg y para ello caminamos por la Burgstrasse donde se encuentra el Stadtmuseum Fembohaus. Esta calle desemboca en otra vía importante estéticamente hablando como es Am Ölberg. Otra estampa imprescindible es la Platz am Tiergärtnertor donde se encuentra, entre otras, la Dürerhaus. Sería ideal almorzar por alguno de los muchos restaurantes de esta plaza. Tras la comida, no muy lejos queda el Spielzeugmuseum o Museo del Juguete. Podemos finalizar la tarde paseando por Weißgerbergasse (en cuyas inmediaciones se encuentra, entre otros lugares, el Henkersteg o Puente del Verdugo) y terminar el día en Jakobsplatz.
Dia 4: Esta cuarta jornada la vamos a dedicar íntegramente a todo lo relacionado con la II Guerra Mundial, para ello iniciamos el día yendo con transporte público a Memorium Nürnberger Prozesse, cuya sala 600 es famosa mundialmente por acoger los famosos juicios. Después, y también con transporte público, nos desplazaremos a la antigua zona del Congreso del partido Nazi, así visitaremos el imponente Kongresshalle que acoge el interesantísimo Dokumentationszentrum Reichsparteitagsgelände o simplemente Dokuzentrum. Posteriormente iremos a la Luitpoldhain y más tarde a la Große Straße. Terminaremos el día en el Zeppelinfeld.
Núremberg está perfectamente conectada a través del metro con el aeropuerto, el cual, por otro lado, está muy cerca de la ciudad. Y es que los medios de transportes aquí, al igual que en la mayoría de ciudades alemanas, son excelentes. Y hablando de los diferentes metros, tranvías, autobuses y trenes que unen los diferentes puntos de toda la zona, señalar que el billete sencillo hacia una dirección y con una duración de hasta una hora y media cuesta (en marzo de 2014) 2,5€. Aunque para el viajero que decida moverse por toda la ciudad le aconsejamos el llamado Tages Ticket Plus que por 9,10€ permite el acceso a todos los medios de transportes de la zona A (Núremberg, Fürth y Stein) durante todo el día para máximo dos personas mayores de 18 años y cuatro menores. La particularidad de este billete es que un mismo ticket puede ser usado para todo el fin de semana, es decir lo sacas para el sábado el domingo será gratis.
Ya provistos con nuestros billete para movernos libremente, la primera impresión que nos dio la ciudad era de grata sorpresa. No esperábamos un casco antiguo con aspecto tan medieval y tan bien cuidado, hay que recordar que Núremberg quedó casi destruida por los bombardeos de los aliados durante la II Guerra Mundial. Y precisamente de esa oscura época son algunos de los lugares que más nos han gustado. Entre ellos está el Dokumentationszentrum que ocupa un ala de lo que debería haber sido el Kongresshalle de los nacionalsocialistas. La forma en que nos vamos adentrando en materia, las paredes desnudas y sin terminar y numerosas fotografías nos ha hecho sentir el escalofrío de aquellos años. Como colofón final a la visita la gran sala con columnas que debería haber sido el dormitorio de Hitler. Simplemente estremecedor. Recomendamos después de la visita darse una vuelta alrededor del impresionante edificio y acceder a la arcada exterior que hará que recordemos el Coliseo de Roma.
Otro sitio que nos dejó impresionados fue el campo Zeppelin y su famosa tribuna. Es una sensación rara la que sientes cuando pisas ese trozo de historia. Como crítica diremos que la zona está muy mal cuidada, casi abandonada y es una pena que este sitio, por muy maligno que nos pueda parecer, se encuentre en un estado tan lamentable. Forma parte de la historia y como tal es necesario conservarlo para conocer el pasado inmediato de la Humanidad, además de ser, junto al Kongresshalle, un clarísimo ejemplo de la megalomanía constructiva del régimen nazi.
En el Memorium Nürnberger Prozesse se encuentra la famosísima sala 600. Creemos que dicha estancia está perfectamente museizada gracias a las pantallas que se encuentran en la primera fila de la bancada del público. Sólo hay que moverlas hacia la izquierda o derecha y aparecerán unos iconos que podremos pulsar para obtener más información, todo ello junto a la imprescindible audioguía que te ayudará a entender a la perfección la estructura de la sala donde tuvieron lugar los juicios y que casi va encadenada a la palabra Núremberg. Por tanto este es otro de los lugares imprescindibles que hay que visitar. La sala se complementa con la interesante exposición de todo lo que tuvo lugar en aquellos días de procesos.
Antes de entrar de lleno en el casco antiguo de la ciudad es recomendable visitar el DB Museum, donde conocerás más sobre la evolución de los trenes y te darás cuenta que ya a partir del año 1845 y hasta inicios del siglo XX Alemania construyó gran parte de la infraestructura ferroviaria que podemos disfrutar hoy día. La exposición de trenes reales nos ha fascinado.
Ahora sí nos adentramos de lleno en el centro histórico, donde encontraremos bellas estampas muy reconocibles de la ciudad como la zona del Weinstadel y la del Heilig Geist Spital, ambos lugares de ensueño. La iglesia de St. Sebald también nos ha cautivado, casi tanto como las celdas medievales que se encuentran bajo el Rathaus, impresiona la gran cantidad de celdas y los instrumentos utilizados para torturar a los presos. ¡Ojo! Cuidado con golpearse la cabeza y abrigarse que ahí abajo hace frío.
Y para los amantes y nostálgicos de los juguetes podemos visitar el Spielzeugmuseum o Museo del Juguete, toda una experiencia sobre todo si se viaja con niños (de hecho la ilusión y la alegría de los niños que miran los diferentes juguetes de las vitrinas es otro de los atractivos de este museo). Nos encantó la originalidad de la exposición y de algunos juguetes en sí que llegaron a sacarnos una gran sonrisa. Es aconsejable un audioguía e interactuar con las pantallas que podemos encontrar en todas las áreas museísticas y en las cuales se pueden ver en funcionamiento algunos juguetes.
Y después de andar tanto y de ver tantas cosas empezamos a tener apetito. Aquí son famosas las pequeñas salchichas típicas llamadas Nürnberger Rostbratwurst, que van acompañadas de una ensalada de patata o de chucrut, el que el consumidor elija.
Nos gustó mucho el restaurante típico Alte Küchn, donde las camareras van vestidas con el traje típico regional y donde la cocina se encuentra en el mismo comedor. Os aseguramos que la comida está exquisita pero un poco cara. Por supuesto cualquier variedad de cerveza alemana hará que nos deleitemos aún más con la vianda.
Otro restaurante en el que estuvimos fue el Bahnhof Dutzendteich (cerca de la Tribuna de Zeppelin) que ocupa una antigua estación de trenes. Este lugar es muy popular entre los habitantes de Núremberg, aquí se cocina buena comida casera, pero según nuestro criterio es, en efecto, buena pero no espectacular como en el Alte Küchn. Destacamos diferentes tipos de salchichas y el pollo acompañado con la clásica mantequilla con hierbas.
También comimos en el Zum Albrecht Dürer Haus, restaurante típico muy cercano a la casa de Durero, tanto que desde sus ventanas se puede ver dicho edificio. Eso fue lo que más nos gustó, las vistas y el sitio, porque la comida nos pareció mala por el precio tan alto que costó. La cerveza más o menos tiene el mismo precio en todos los sitios, eso es una apuesta segura.
Pero, además de platos típicos y de salchichas, nos ha impresionado la cantidad de turcos y griegos que viven aquí, por eso la ciudad cuenta con muchísimos locales donde, por ejemplo, deleitarse con una bugacha griega o un exquisito dürum turco. En Núremberg encontrarás todo tipo de restaurantes internacionales a muy buen precio.
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