Esta animadísima plaza constituye el corazón del casco antiguo de Núremberg. Aquí tiene lugar los días laborales un mercado donde obtener gran variedad de productos típicos. La plaza se transforma cuando aloja algún evento especial o alguna fecha señalada, como el famoso Christkindlesmarkt o Mercado de Navidad que tiene lugar en diciembre y cuyo origen se remonta al siglo XVII.
En el siglo XII era una zona pantanosa a las orillas del río Pegnitz, donde se había asentado una colonia de judíos que llegaron aquí, probablemente, tras ser expulsados de Renania. Cuando la ciudad creció y los anillos de las murallas se ampliaron sobre el río en torno al año 1320, el gueto quedó en el centro de la ciudad.
Por ello, y esta es la parte más oscura de la historia de la plaza, el emperador Carlos IV aprobó en 1349 un pogromo por el que cerca de 600 judíos fueron asesinados y el asentamiento destruido. Posteriormente la zona quedó dividida en dos grandes mercados: el de la fruta al noroeste y el Grüner Markt o Gran Mercado. A medida que en éste último se hacía cargo del mercado de la leche, que hasta ese momento estaba en la actual Albrecht-Dürer-Platz, comenzó a venderse productos principalmente agrícolas.
A partir de 1809 se comenzó a nombrar partes de la plaza según los productos que se dispensaban allí, como por ejemplo la zona del pescado en el lado oeste del mercado, en el que, por cierto, en 1560 se fundó la bolsa de valores. Finalmente el nombre actual de Hauptmarkt o Mercado Principal, fue puesto a partir de 1809 para diferenciarlo de otros mercados de la ciudad.
Ya en el siglo XX, la plaza fue utilizada durante la época nacional socialista para eventos centrales, desfiles y mítines del partido NSDAP. El 25 de marzo de 1933 el nombre fue cambiado por el de Adolf-Hitler-Platz. En 1934 los nazis destruyeron la Neptunbrunnen (construida en 1668 cuando Núremberg fue comisionado de la Paz de la Guerra de los Treinta Años) porque ellos la consideraban una fuente de judíos (su arquitecto era judío) y porque tenía un valor simbólico del entendimiento político entre Rusia y Alemania, algo que era incompatible con las intenciones políticas de la época nazi.
Durante los ataques aéreos, especialmente el de enero de 1945, el casco antiguo fue gravemente dañado y la Hauptmarkt quedó casi arrasada, perdiendo su aspecto medieval. Cuando la ciudad fue ocupada por el ejército norteamericano la noche del 20 de abril de 1945, este lugar se convirtió en la zona para los desfiles de la victoria, cambiando el nombre al de Roosevelt Place. Unos días más tarde volvió a adoptar su nombre primigenio.
Pero hablemos de medidas, actualmente la Hauptmarkt es de forma casi trapezoidal, posee una longitud de aproximadamente 56 metros en el lado norte, 75 en el este y sur, y unos 85 en el lado oeste. Es casi completamente peatonal, exceptuando una vía de un solo sentido que va desde la Tuchgasse hasta la Waaggasse.
En la Hauptmarkt encontramos dos monumentos muy famosos de Núremberg: la Frauenkirche y la Schöner Brunnen. Ésta última de 19 metros de altura, cuya traducción literal es Fuente Bonita, se encuentra en un borde de la plaza, al lado del Ayuntamiento. Esta fuente, con forma de torre gótica, se construyó entre los años 1385 y 1396 bajo la supervisión del cantero Heinrich Beheim.
La que aquí vemos es una copia colocada en 1912, la original se expone en el Germanischen Nationalmuseum. A lo largo de la historia esta construcción ha sido restaurada en varias ocasiones, la primera fue por el escultor Jacob Daniel Burgschmiet entre los años 1822 al 1824. Posteriormente fue de nuevo restaurada durante los años 1899 al 1903 por Heinrich Walraff.
La plaza antaño era compartida por la Schöne Brunnen y la Neptunbrunnen, que recordamos fue destruida por los nazis, juntas provocaron un emocionante contrapunto arquitectónico en la fisionomía urbana. Durante la II Guerra Mundial, la Fuente Hermosa pudo salir ilesa gracias a que fue envuelta con una gruesa capa de hormigón.
Descriptivamente la fuente cuenta con un conjunto de cuarenta coloridas figuras repartidas en cuatro filas que representan la visión del mundo del Sacro Imperio Romano. Comenzando por la parte inferior distinguimos las representaciones de la filosofía y las siete artes liberales, los cuatro evangelistas y los cuatro padres de la Iglesia, los siete electores y nueve héroes buenos, Moisés y los siete profetas.
En la reja se encuentra el famoso anillo de bronce giratorio forjado en 1587 por Augsburger Paulus Kühn, si bien ha sido cambiado varias veces a lo largo de los años debido al desgaste. Este anillo está considerado como un amuleto de la suerte que, según la leyenda, concede deseos a quienes lo giran varias veces.
También hay una leyenda que dice que la fuente se fabricó para adornar la torre de la vecina Frauenkirche, pero supuestamente se descartó debido a la falta de capacidad de elevación. Esta historia posee poca base si tenemos en cuenta que la iglesia se consagró en el año 1358.
En cuanto a la Frauenkirche, o iglesia de Nuestra Señora, se construyó en el mismo lugar en que estaba la sinagoga arrasada por el pogromo de 1349 auspiciado por el emperador Carlos IV. Este templo poco tiene que ver con el resto de los edificios religiosos en Núremberg, no en vano es la primera iglesia en estilo gótico de tipo salón de tres naves de Franconia.
Se construyó en ladrillo, probablemente por Peter Parler, entre los años 1352 y 1358 por iniciativa de Carlos IV, quien pretendía convertir a la iglesia en capilla real imperial. Ello se refleja en la balconada del pórtico de la fachada principal y en la simplicidad de su decoración.
En 1361 se bautizó en la Frauenkirche Wenceslao, hijo del emperador, ocasión en el que se mostraron públicamente las reliquias e insignias imperiales. Posteriormente, a partir de 1423, estas reliquias permanecieron de manera permanente en la ciudad, siendo mostradas al público una vez al año en una plataforma de madera creada para tal ocasión.
El pórtico saliente de la fachada (llamado Michaelschörlein, en honor a San Miguel, patrón del emperador y del Sacro Imperio Romano) fue añadido entre 1506 y 1508 por Adam Kraf. En su frontón se sitúa un reloj mecánico (llamado Männleinlaufen) que fue construido para conmemorar la Bula de Oro de 1356, una series de reglas por el que se regulaba que el emperador pudiese ser elegido sin intervención papal.
Este reloj fue instalado en el frontón del pórtico en el 1509 y desde entonces, cada día a las 12 del mediodía, se abre la puertecita del que sale un cortejo de figuritas mecanizadas que representan a siete electores que desfilan delante del emperador que se encuentra sentado. Durante la guerra se mantuvieron a salvo en el búnker de arte de la ciudad.
La parte inferior del pórtico está compuesto por un portal gemelo con relieves del año 1360, la mayoría son originales. A través de él llegamos a otra puerta gótica obra de August von Essenwein de 1880, la cual es una especia de pequeño nártex que nos invita a acceder al templo.
Su interior es de tipo salón, de planta cuadra dividida en tres naves por cuatro pilares mono cilíndricas y una tribuna para el emperador, todo ello cubierto por bóvedas reticuladas. Se trata de una interpretación de la capilla románica mandada a construir por Federico I Barbarroja en el castillo imperial de Núremberg entre los años 1170 y 1178. Las reliquias imperiales se exponían en el centro, entre las cuatro columnas.
En el coro podemos ver los restos de unas vidrieras datadas en el siglo XVI. En el centro se sitúa el Tucheraltar, obra maestra de la pintura local datada en el siglo XV. En su pilar izquierda se encuentra el sepulcro de Rebeck del año 1500 que recrea la coronación de la Virgen María.
Destacamos también, en la nave lateral izquierda, el Pergenstorffer Epitaph del año 1498 en el que podemos ver a María Auxiliadora, obra maestra de A. Krafft. En definitiva la iglesia guarda obras de arte que van desde la Edad media hasta el Renacimiento.
Al sur de la plaza se sitúa otro de los puentes importantes de la ciudad, el Fleischbrücke o Puente de la Carne. Se construyó en estilo renacentista tardío y con un solo arco entre los años 1596 y 1598 sustituyendo al anterior que era de piedra y madera y que había sido varias veces destruido por las inundaciones.
Este puente es notable por varias características técnicas que se adelantaron a su tiempo, por un lado posee una anchura inusual de 15,3 metros, por otro su innovador vano de 27 metros, convirtiéndose en el puente con arco de mampostería más grande de Alemania en el momento de su construcción.
El viaducto cuenta con una altura de 4,2 metros cuyo arco posee ciertas características que dan a la parte peatonal del puente casi un perfil plano sin precedentes. Esto, sin embargo, ocasionó un fuerte empuje lateral que fue resuelto con la innovadora construcción de 2000 pilotes de madera, de los cuales 40 fueron embestidos oblicuamente en el mismo terreno.
Una disposición muy similar ya se había aplicado un poco antes en el puente de Rialto, lo que ha provocado especulaciones sobre la transferencia de tecnología de Venecia, ciudad con la que Núremberg compartió estrechos vínculos comerciales. Sin embargo, un reciente estudio hace hincapié en la originalidad del Fleischbrücke en cuanto a una técnica diferente de construcción con respecto al puente veneciano.
El puente se ha mantenido prácticamente sin cambios a excepción de la adición en 1599 del Ochsenportal, portal en cuya inscripción en latín puede leerse: "Todas las cosas tienen un principio y crecen, pero el buey que ahora miras nunca fue un becerro". Se trata de una construcción sencilla y clara con los únicos adornos, exceptuando el buey, del brazo de piedra que se extiende sobre el puente. Durante la II Guerra Mundial el Fleischbrücke sobrevivió casi indemne.
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