Alrededor del Heilig-Geist-Spital encontramos diferentes lugares interesantes. Para empezar es necesario señalar que el hospicio se encuentra "en el medio" de dos puentes importantes: el Museumsbrücke y el Heubrücke. Éste último estaba limitado por dos torres, quedando sólo en pie una de ella, la Schuldturm.
El Heubrücke fue conocido como Schuldturmbrücke precisamente por dicha torre situada en su flanco. Originalmente fue construido alrededor del año 1320-25 en madera justo detrás de las almenas de la penúltima muralla de la ciudad, entre la parte delantera de la Insel Schütt y la parte inferior de la Bergauerplatz. En 1485 se sustituyó por uno de piedra para ser más resistente a las inundaciones provocadas por el río.
La imponente torre que da sombra al puente, la Schuldturm, fue construida en el año 1323 según diseños del arquitecto Conrat Stromer. Se trata de una de las torres que todavía sigue en pie, junto a la Laufer Schlagturm y a la Weißen Turm del antiguo sistema defensivo. Fue hasta el siglo XIX una prisión para los deudores, de ahí el nombre de la torre, en la que se encarcelaban a aquellas personas no que cumplían con sus obligaciones de pago. Después de la transferencia de la Ciudad Imperial a Baviera, la demolición de la torre estaba prevista pero gracias a las protestas de los ciudadanos pudo salvarse.
El Spitalbrücke es el otro puente que continúa la función de aquél uniendo la zona norte de la isla con el cementerio que había al lado de la Heilig-Geist-Spitals (esos terrenos ocupan la actual Hans-Sachs-Platz) se construyó en 1457 en el mismo lugar de un puente anterior de madera. Este puente, al igual que el Heubrücke, fueron ampliados por el aumento del tráfico en el siglo XIX. Desde aquí se obtienen bellas vistas de la parte trasera del Heilig-Geist-Spitals.
En este lugar colindando con la plaza Hans Sachs, encontramos el Synagogendenkmal, un memorial colocado en 1971 en honor de una antigua sinagoga que se levantaba aquí. Aquella sinagoga fue inaugurada el 8 de septiembre de 1874, según planos de Adolf Wolff, prestando su servicio a la comunidad judía de Núremberg hasta el día en que fue quemada por los nazis.
Ocurrió el 10 de agosto de 1938, minutos después de que el gauleiter de Franconia, Julius Stricher, pronunciara un duro discurso en la abarrotada Hans-Sachs-Platz. Con posterioridad a la inauguración del memorial se añadió, en 2001, una placa conmemorativa dedicada a un miembro prominente de la comunidad judía de la ciudad, Leo Katzenberger, quien fue ejecutado en 1942 víctima de las leyes raciales nazis, según las cuales prohibía a un judío tener relaciones con una persona aria.
Así llegamos a la Hans-Sachs-Platz donde se encontraba la casa natal de este artista, la cual fue reducida a escombros durante la guerra y no se pudo reconstruir. A pesar de ello, los habitantes de Núremberg lo recuerdan con una escultura realizada por Johann Konrad Krausser a mediados del siglo XIX. Hans Sachs, hijo de un zapatero, fue considerado uno de los más importantes maestros cantores, además de escritor y dramaturgo, y un gran defensor de la Reforma del ex fraile Martín Lutero.
Antes de ir al Museumsbrücke para admirar la fachada del Heilig-Geist-Spitals, llegamos a una fuente muy popular, la Narrenschiffbrunnen (Nave de los Locos), obra de ürgen Weber construida entre 1984 y 1987, quien se basó para su creación en un grabado de Durero, y donada a la ciudad por Kurt Klutentreter. En este grupo escultórico de bronce de 3,6 metros de alto, vemos un barco con siete personas, un esqueleto y un perro. A pesar de ser proyectada como una fuente, nunca es ejecutada como tal, permaneciendo la escultura en un rasante seco de esta zona peatonal.
Así llegamos al Museumsbrücke, uno de los caminos que va hacia el Hauptmarkt y desde el lugar en que se toman las bonitas fotografías de la fachada del Hospital del Espíritu Santo. En el lugar de este puente se piensa que había uno originario de madera allá por el siglo XIII, el cual fue destruido por las repetidas inundaciones que sufrió la ciudad. Por lo tanto se construyó uno nuevo, pero esta vez de piedra, en el año 1484 el cual también fue dañado por las inundaciones.
En 1700 se levantó un puente con dos arcos llamado Königsbrücke en honor al rey José I. En el siglo XIX se le cambió el nombre por el actual. Durante la guerra fue dañado por las bombas, volviendo a reconstruirse en el 1954 siguiendo el modelo del año 1700, pero con el doble de ancho y tres aberturas. El actual puente, de hormigón armado, mide 55 metros de longitud por 19,8 de ancho.
Desde aquí, ahora sí, podemos ver el famoso Heilig-Geist-Spital. Este edificio fue donado por el rico comerciante de Núremberg Konrad Groß en 1331, siendo la mayor donación privada en el Imperio Carolingio antes de 1500. Se construyó entre 1332 y 1339, junto con una iglesia. Hizo la función de hospital y hogar de desamparados quienes a cambio deberían orar por el alma del benefactor varias veces al día.
El Hospicio del Espíritu Santo fue la institución social más grande de la ciudad y funcionó como hospital y, en tiempos de guerra, también como hospital militar, de cualquier modo se excluyeron las personas que padecían enfermedades infeccionas. También hacía las funciones de casa de retiro gratuita para los indigentes y personas mayores.
Originalmente tenía cabida para 200 reclusos pero pronto, desde 1489, se llevaron a cabo renovaciones y expansiones básicas. Fue después del año 1500, más concretamente entre 1511 y 1527, cuando se amplió sobre el río Pegnitz según diseños de Hans Beheim el Viejo: las casas para el predicador y para el administrador se levantó a lo largo del brazo del río, apoyada sobre un extremo de la isla Schütt. Esa parte de la construcción se mantiene de pie aún hoy en día y es una estampa muy famosa de Núremberg.
También se le añadió un hospital de maternidad y una sala de cirugía. Su crecimiento fue tal que cuando decimos que fue la mayor institución social de Núremberg, no nos quedamos cortos ya que en el siglo XVIII contaba con alrededor de 700 granjas benéficas repartidas en casi 150 localidades, lo que permitió ampliar la influencia de la ciudad Imperial más allá de sus fronteras.
Durante la II Guerra Mundial fue gravemente dañada, permaneciendo en pie sólo los muros de la planta baja situado en el ala del puente, la estructura arqueada y restos de paredes exteriores. En la década de los años 50 fue reconstruida, si bien la antigua capilla (lugar que acogió desde 1424 a 1796 las Joyas de la Corona Imperial), totalmente devastada, no lo fue.
Como decimos el edificio que vemos en la actualidad se reconstruyó entre los años 1951 y 1953, en el que se volvió a levantar los pintorescos arcos, además de añadirle la torre puntiaguda, todo ello bajo el control del arquitecto Julius Lincke quien dirigió la preservación histórica de Núremberg desde 1937.
En su interior, en el Hanselhof se puede ver la réplica de la escultura de bronce de gran tamaño más antigua de Núremberg. Se creó alrededor del 1380, permaneciendo la pieza original en el Germanisches Nationalmuseum de la ciudad. Por otro lado en el patio porticado Kreuzigungshof podemos observar una figura central de la Crucifixión de Adam Kraft realizado en 1506-08, y las tumbas de los donantes (Konrad Groß que murió en 1356 y Herdegen Valzne que falleció en 1423).
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