PIRÁN (PIRANO)


Pirán es sin duda, turísticamente hablando, el exponente máximo de la triada que constituye junto con las otras dos ciudades eslovenas costeras: Koper e Izola. Su plaza principal y, sobre todo, sus callejuelas, aún conservan ese aire veneciano y mediterráneo ideales para recorrerlas tranquilamente y sin prisas, satisfaciendo al viajero más exigente. Esta pequeña península contiene verdaderas joyas arquitectónicas y bellos rincones esperando a ser descubiertos por el turista.

Acomódate y acompáñanos en este viaje: pulsa en "Monumentos" si quieres ver una lista de los diferentes sitios de interés de Pirán , o en "Historia" si quieres saber algo más de este destino, en "Mapas" tendremos ese complemento que nunca debe faltar en un viaje, mientras que en "Guía" te guiaremos para que puedas aprovechar al máximo tu experiencia en este rincón de Eslovenia. Finalmente, en "Conclusiones" conocerás, si quieres, nuestra opinión personal y experiencias vividas durante este viaje.

¡¡¡Bienvenidos a Pirán!!!

Datos:
Nuestra visita: agosto de 2021.
Idioma Oficial: esloveno e italiano.
Moneda: Euro €.
Población 2002: 16.758 habitantes.
Superficie: 44,6 km².
Prefijo telefónico: +386 5.
Web oficial: portoroz.si

CRÓNICAS DE PIRÁN


Un poco de Historia...

En época prerromana las colinas que rodeaban Piran estaban habitadas por tribus ilirias que se dedicaban a la agricultura, a la caza y a la pesca. La zona se incorporará al Imperio Romano en 178 a.C., momento en que se comenzaron a levantar diferentes casas rurales (villae rusticae). El declive del Imperio Romano a partir del siglo V d.C. y las incursiones de ávaros y eslavos en el VI, hicieron que la población romana se estableciera en puntos que fueran fáciles de defender, como islas o penínsulas. Esto hizo que en el siglo VII la ciudad, que ocupaba el extremo de la península, es decir el cabo Madona, desde el cual se extendió hasta la ladera donde se encuentra en la actualidad la iglesia de san Jorge, se fortificara fuertemente. Pero finalmente, a pesar de las defensas, los francos conquistarían Istría en el 788 y los eslavos se establecerían en la región.

Pirán se menciona por primera vez en el siglo VII, en la compilación de libros “Ravennatis Anonymi Cosmographia”. El nombre de la ciudad probablemente proviene del griego "pyrrhos" que significa "rojo", en alusión a las piedras rojizas que se encuentran en el entorno, aunque otros historiadores han señalada que se refiere a “piros" (fuego), por los faros que se cree que se encontraban en el extremo del puerto antiguo.

En el año 840 Istría y Pirán pasaron a ser parte del Reino de Italia, mientras que en el año 952 pasó a manos del Imperio Alemán. Desde 1209 la ciudad pasó a estar bajo el patriarcado de Aquileia, que se desarrolló de manera independiente, a pesar de estar bajo la influencia de Venecia. De 1283 a 1797, la ciudad pasó a formar parte de la República de Venecia, donde fue gobernada de forma semiautónoma, con un consejo de nobles locales asistiendo al delegado veneciano. En este período vivió un gran momento de esplendor gracias al comercio con Venecia, especialmente con el sector de la sal, ya que abastecía aproximadamente un tercio de las reservas que aquella necesitaba.

Tras el período veneciano Pirán fue anexionada al Imperio Austríaco en 1797, aunque entre los años 1806 y 1814, fue cedida al Imperio Napoleónico. A finales del siglo XIX y principios del XX, Pirán era una ciudad austrohúngara con más de 15.000 habitantes, a pesar de que alrededor del 80% de la población era étnica y culturalmente italiana. Era un mercado floreciente y una ciudad balneario con buenas conexiones de transporte, de hecho, la primera línea de trolebuses de los Balcanes se introdujo en el servicio público el 24 de octubre de 1909 en Pirán.

Después de la Primera Guerra Mundial, junto con Trieste y toda Istría, la ciudad fue cedida a Italia. Tras la Segunda Guerra Mundial y la derrota de las potencias del Eje, en el que Italia se encontraba, Pirán fue asignado al Territorio Libre de Trieste, Zona B, bajo administración yugoslava. La ciudad fue anexada a Yugoslavia en 1954, según el Memorándum de Londres firmado junto con Italia. Tras la disolución de la Yugoslavia socialista en 1991, Pirán formaría parte de la Eslovenia independiente, tras un conflicto armado relativamente corto denominado Guerra de los diez días (que fue la primera guerra que provocó la disolución de Yugoslavia), en la que se opuso al ejército de la antigua Federación Yugoslava. En el año 2004 Eslovenia se adhirió a la Unión Europea y desde 2007 ha tomado el euro como moneda de curso legal.


Mapas turísticos de Pirán:




Mapas de Pirán:




QUÉ VER EN PIRÁN / DIARIO DE VIAJE


El centro histórico de Pirán se puede recorrer en apenas unas horas, ya que todos los monumentos y rincones esenciales se encuentran a poca distancia. A pesar de ello, tenemos que avisar que, al contrario de lo que sucede en la vecina Izola, se necesitará al menos una mañana o una tarde. Lo ideal sería una jornada completa para poder combinar la parte cultural con la de ocio, ya que cerca hay playas muy reconocidas. Y si sólo quieres ver lo esencial, sin profundizar demasiado, quizás puedes plantearte hacer una ruta de un solo día en la que se incluya, además de Pirán, las otras ciudades costeras eslovenas de Izola y Koper. Sea cual sea la opción que elijas te vamos a contar a continuación qué ver en Pirán en una mañana .

Dia 1: recomendamos comenzar el recorrido por la ciudad desde la Tartinijev trg, una de las plazas más bonitas que hemos visto en nuestros viajes. Aquí podrás ver el Občinska palača (Ayuntamiento) del siglo XIX, la Loža o Logia, la Benečanka o Casa Veneciana, la Tartinijeva hiša (casa natal de Tartini), la cerkev Sv. Petra o iglesia de san Pedro, la Baročna hiša o casa Barroca, el Sodna palača o palacio de la Corte, dos mástiles de banderas de piedra realizados en el siglo XV y el Tartinijev spomenik, consistente en la estatua del violista Tartini del siglo XIX.

Subiendo por la Bolniška ulica se llegará al Monasterio e iglesia Minorita de san Francisco, en el que destaca su magnífico claustro. Muy cerca se encuentran la cerkev Marije Snežne o iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, mencionada por primera vez en el año 1404, y la cerkev Marije Tolažnice o iglesia de Nuestra Señora de la Consolación construida en el siglo XV. Desde este punto quedan muy cerca las antiguas murallas, que posee un lienzo de doscientos metros abierto al público.

Tras las murallas, volvemos hacia atrás para visitar el complejo de la Catedral de san Jorge, compuesto por el Krstilnica sv. Janeza Krstnika o baptisterio de san Juan Bautista construido en la primera mitad del siglo XVII, el Zvonik sv. Jurija o Campanario de san Jorge del siglo XVII y el Stolna cerkev sv. Jurija o catedral de san Jorge de finales del siglo XVI.

Descendemos la colina, paseando por las bonitas calles laberínticas de la ciudad hasta desembocar en la Trg 1. Maja, que en su momento fue la plaza más importante de Pirán. En ella se pueden ver casas barrocas, el depósito de agua y sus diferentes elementos, como los querubines de las esquinas o las esculturas alegóricas de la Ley y la Justicia y la cerkev sv. Donata o iglesia de san Donato. Muy cerca se encuentra la Židovski trg o plaza de los Judíos, denominación que engloba al antiguo gueto judío construido en época veneciana, cerrado por la la cerkev sv Štefana o iglesia de san Esteban, antigua sinagoga de aquel barrio.

A continuación se puede pasear hasta llegar a Rt Madona o cabo Madona, el punto más occidental de la península. Aquí se puede visitar la Miljska vrata o Porta Muggia, la cerkev Marije Zdravja o iglesia de Nuestra Señora de la Salud y la fortaleza circular donde se levanta el faro (Piranski svetilnik). Pero la zona también guarda un tesoro natural: a unos 300 metros de distancia de la orilla y extendiéndose a una profundidad de 38 metros se extiende el Naravni spomenik Rt Madona o Monumento Natural del Cabo Madonna, hogar de multitud de plantas acuáticas y peces.

Desde aquí se puede volver al punto de partida, para lo cual habrá que poner ruta al Pristanišče o Puerto, en cuyo camino nos toparemos con la Osrednja vrata (Puerta de Misana) y la Dolfinova vrata (Puerta de los delfines). Alrededor del puerto podremos ver: el Teatro Giuseppe Tartini, el Akvarij o Acuario de Pirán, la vrata sv. Jurija (puerta de san Jorge), el Muzej školjk o Museo de las conchas, el Pomorski Muzej Sergej Mašera o Museo Marítimo y los palacios Bartole-Fonda y el Bartole Ventrella, ambos del siglo XIX. Desde aquí, dejando el puerto a nuestra espalda, se encuentra el Apollonijeva palača, la vrata Marčana (puerta renacentista construida en 1534), la Cerkev sv. Roka (iglesia de san Roque) y el Muzej Podvodnih Dejabnosti (Museo de Actividades Subacuáticas).

Pulsar para invitarme a un café

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:


Para llegar a Pirán lo puedes hacer gracias a la red de autobuses que une toda Istría, pero si vas en coche debes saber que el aparcamiento en el casco histórico es inexistente, por lo que deberás dejar el automóvil en uno de sus parkings situados en las proximidades de la ciudad, como los que se encuentran al sur de la península (Fornače), en los que es posible aparcar el coche e ir en un autobús gratuito que te dejará en la misma Tartinijev trg. Esa opción es más cara que si dejas el coche en el parking Arze que está más cerca de Pirán, pero no cuenta con autobús de cortesía.

Una vez en la ciudad, lo primero que nos maravilló y estuvimos un buen rato recorriéndola y admirándola fue la Tartinijev trg, nos gustó muchísimo. Esta plaza posee una mezcla de arquitectura veneciana y austriaca que encajan a la perfección, siempre sin perder ese aire mediterráneo. Date una vuelta y disfruta tranquilamente de ella, descubrirás muchos detalles que de otra manera pasarían desapercibidos, como los antiguos mástiles de banderas y sus grabados.

Otra de las maravillas que Pirán esconde son, simplemente, sus calles laberínticas y llenas de colores de tonalidad pastel, es una delicia pasear, perderse y encontrar bonitos rincones en los que, en la mayoría de los casos, se encuentran desérticos, sin masificaciones. Entre esas calles destacan pequeñas capillas que nos gustaron muchísimo, como la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, situada cerca del Monasterio Minorita de san Francisco de Asís, con sus bonitas pinturas.

Sobre la colina que domina toda la península destacamos la Zvonik sv. Jurija o Campanario de san Jorge, visible desde muchas partes de la ciudad y que posee un carácter inequívocamente veneciano. Desde aquí se pueden obtener bellas imágenes de Pirán por un lado y de la inmensidad del mar por el otro, además suele ser un sitio muy frecuentado por fotógrafos locales donde inmortalizan momentos tan importantes para los eslovenos como es una boda.

Hemos visto la parte más cultural de la ciudad, pero la otra cara de Pirán, la del ocio, también es muy importante, de hecho, posee un animadísimo paseo marítimo repleto de restaurantes, terrazas, cafeterías, etc. Además, es un lugar muy frecuentado por los playistas quienes, a falta de arena, buena son las rocas o el propio paseo marítimo donde extender la toalla y pasar un rato al sol, eso a nosotros, que estamos acostumbrados a playas de arena, nos sorprendió muchísimo. Por tanto, esta parte de la ciudad mantiene ese carácter desenfadado y alegre, buena muestra de ello fue la estampa que nos encontramos de un bañador de mujer secándose en las ramas de un árbol de una casa situada en primera línea de mar.

En el capítulo gastronómico, en Pirán, y en general en Eslovenia, hay que probar sus quesos, algunos de los cuales poseen denominación de origen, además de toda clase de pescados y mariscos, vino, aceite de oliva, y productos de la huerta como tomates y albahaca, todo ello con una clarísima influencia de la cocina italiana y austriaca. En la Trg 1. Maja puedes encontrar restaurantes tradicionales y en el paseo marítimo existen muchos lugares donde comer una parrillada de pescado o de carne a muy buen precio. No podemos cerrar este capítulo gastronómico sin mencionar la sal de Pirán, un producto muy renombrado debido a su ligereza y a su riqueza en minerales marinos.

En cuanto a la bebida recomendamos regar la comida con alguno de sus vinos tradicionales, como el refosk o la malvasía. Pero si lo tuyo es la cerveza, entonces podrás disfrutar de algunas de las especialidades, la gran mayoría de las cuales poseen un sabor afrutado que recuerdan al melocotón. Entre las marcas más famosas están la Sokol, la Union y la Laško, esta última una de las más servidas en los bares de todo el país.

¡Buen viaje y felices experiencias!

Pulsar para invitarme a un café