Las estrechas callejuelas empedradas suben con leves pendientes hacia la colina donde se encuentra la Stolna cerkev sv. Jurija o catedral de san Jorge. En nuestro caso llegamos caminando por la Adamičeva ulica, desde el lado este de la colina, pero también se puede llegar a través de las calles de la zona oeste. Por ello, el primer edificio con el que nos topamos es el Krstilnica sv. Janeza Krstnika o baptisterio de san Juan Bautista construido en la primera mitad del siglo XVII en sustitución de otro del siglo XIV que originalmente se encontraba frente a la catedral. Aquel nuevo edificio, cubierto por un techo abovedado con lucernario, mantuvo la planta octogonal del anterior, conservándose del cuerpo antiguo dos relieves en el exterior y una pequeña ventana en el muro de la sacristía. La doble escalera exterior que conduce hasta la puerta del baptisterio fue construida por Iseppo Manaresi y el nacido en Pirán Andrea Torre en 1694.
Su interior alberga un gran crucifijo medieval del siglo XIV y tres altares: el dedicado a la Virgen de los Dolores con un retablo del siglo XIX realizado por Ferdinando Quajati, el dedicado a san Udalrico ejecutado por Andrea Torre, en el que se encuentra una Virgen con el Niño y los Santos del siglo XVIII atribuida a Ambrogio Bon y, finalmente, el Altar Mayor realizado entre los años 1691 y 1693 por los maestros canteros Iseppo y Pietro Manaresi a partir de un proyecto de Giovanni Sartori, albergando un retablo de finales del siglo XVII con el Bautismo de Cristo.
Pero la pieza más antigua es la pila bautismal, obtenida de un altar sepulcral romano del siglo I d.C., probablemente tuvo esa función desde los primeros días del cristianismo y quizás estuvo en el antiguo baptisterio. En sus lados más largos se encuentra tallado un “putto” alado (figuras de niños, frecuentemente desnudos y alados, en forma de Cupido, angelote o amorcillo) montado en un delfín que simbolizaba el paso al más allá. En el año 1975, durante el transcurso de unas reformas interiores, se eliminó la decoración pictórica realizada por Ignazio Calassi en 1893 porque estaba muy dañada, estableciéndose en toda la sala su aspecto barroco primitivo. Fue aquí donde el 8 de abril de 1692 fue bautizado el célebre violinista y compositor nacido en Pirán Giuseppe Tartini.
A su lado se levanta imponente el Zvonik sv. Jurija o Campanario de san Jorge, visible desde muchas partes de la ciudad, construido entre los años 1600 y 1615 para sustituir, como ocurrió con el baptisterio, a otro original que se encontraba frente a la iglesia, obras realizadas bajo el contexto de una profunda renovación del conjunto de la iglesia que tuvo lugar a principios del siglo XVII. La nueva torre, que es la que vemos en la actualidad, fue diseñada después de la construcción del campanario renacentista de la plaza de san Marcos de Venecia, por lo que se suele decir que se trata de una copia a menor escala de aquel.
Esta torre tiene 47,2 metros de altura, en cuya zona superior alberga cuatro campanas, una de las cuales perteneció al campanario anterior, fundida en 1477 y cuya función era la de anunciar las horas. La estructura está rematada con una aguja piramidal, en la parte superior de la cual se encuentra el Arcángel Miguel situado en una base giratoria que muestra la dirección del viento, a modo de veleta. El mecanismo del reloj es también una importante pieza del patrimonio técnico de la ciudad. Es posible ascender hasta lo más alto, tras vencer los 146 escalones, para disfrutar de una bonita vista de Pirán y sus alrededores: la propia Eslovenia, Croacia al este e Italia al oeste.
Y así llegamos hasta la misma Stolna cerkev sv. Jurija o catedral de san Jorge, patrón de la ciudad cuya leyenda cuenta que la salvó de una fuerte tormenta, que domina toda Pirán desde la parte más alta de la colina, cuya ladera fue asegurada mediante diferentes puntos de apoyo con forma de arcos y visibles desde el mar que fueron construidos gradualmente desde mediados del siglo XVII hasta principios del XIX. Este templo se comenzó a construir alrededor del 1595 y fue completado en 1637, en el mismo sitio de una iglesia gótica anterior que fue consagrada en el 1334.
La fachada oeste fue diseñada a la manera de la de un templo con pilastras y un frontón triangular, realizada por el cantero veneciano Bonfante Torre en 1608, quien en su ejecución se influenció del arquitecto renacentista Andrea Palladio. El interior de la catedral consta de una sola nave rectangular con un ábside semicircular, también característico de la arquitectura renacentista. Entre los años 1881 y 1882, bajo las influencias del historicismo en boga en aquella época, fue renovada según diseño del arquitecto Giovanni Righetti, cuyo cambio más significativo fue la adición de pintura neorrenacentista en las paredes de la iglesia. Desde la década de 1990, se está restaurando para dar al templo su apariencia del siglo XVII.
La nave está cubierta por un techo de madera ricamente decorado con pinturas sobre lienzo de los siglos XVII y XVIII: en los centrales se representa La batalla de san Jorge contra el dragón, Gloria de san Jorge y El martirio de san Maximiliano; mientras que en los laterales vemos las pinturas de los cuatro Evangelistas y los cuatro Maestros de la Iglesia. Las pinturas del siglo XIX con motivo de rosetones tallados y la ilustración de los sacramentos se realizaron con la técnica de grisalla, consistente en utilizar una escala monocromática de dos o tres tonos, generalmente de grises, que produce la sensación de ser un relieve escultórico.
Cuando se redujeron de tres a una sola nave, también disminuyeron el número de altares, por lo que hoy vemos cuatro a cada lado, nichos entre ellos y el púlpito, todos ellos realizados por el veneciano Bonfanto Torre, no en vano fue él quien jugó un papel importante en el diseño del interior renacentista de la iglesia entre 1615 y 1640. A lo largo de la pared sur se encuentra el altar dedicado a san Cristóbal del año 1615 que contiene una imagen de ese santo y de san Diego; a continuación, se sitúa la hornacina con la estatua de san Nicolás de la primera mitad del siglo XVII, presumiblemente obra de Domenico Bevilacqua. Le sigue el altar de Nuestra Señora del Carmen de principios del XVII con una pintura realizada por Doménico Tintoretto en 1625. Este muro desemboca en otro contiguo, junto al Altar Mayor, donde se abre el altar de la Santísima Trinidad realizado por escultor Paolo Groppelli a principios del siglo XVIII que contiene la pintura de La Trinidad con Santos del siglo XVII, en la que se puede apreciar, en la parte inferior, una vista de Pirán.
El muro norte, por su parte, comienza con el altar de los Fieles Difuntos, erigido por los hermanos Petronio en el año 1649, que contiene la pintura de Cristo crucificado, santa Elena y san Jorge realizada por Angelo Trevisani en 1712; a continuación, vemos la hornacina con la estatua policromada de san Jorge a caballo matando al dragón, junto a santa Margarita, obra creada por Giovanni Mario Gasparini en el siglo XVIII. Después se sitúa el altar dedicado a la Sagrada Familia del siglo XVII con una pintura de la segunda mitad del siglo XVI. La pared desemboca en otra donde se encuentra el altar barroco hecho por el escultor Paolo Groppelli de Nuestra Señora del Rosario que contiene una escultura de madera policromada de la Virgen del siglo XVII, probablemente creada por Domenico Bevilacqua.
Preside todo el templo el arco triunfal que alberga el Altar Mayor, obra de Gaspar Albertini en 1788, que fue posteriormente remodelado por Giovanni Righetti a finales del siglo XIX. El altar barroco, situado en la segunda parte del presbiterio, tal y como lo vemos hoy es básicamente de 1640, aunque remodelado en el 1778. A la derecha vemos un Cristo crucificado del siglo XIV, cuya forma de la cruz simboliza el árbol de la vida, y a la izquierda se encuentra el cuadro del Martirio de san Jorge de 1844. Más adelante, en la primera parte del presbiterio se ubican los asientos barrocos de madera del coro, en cuyas paredes, colgados a ambos lados, se sitúan dos grandes cuadros: el de la derecha “Misa en Bolsena” y a la izquierda el “Milagro de san Jorge”, ambas obras realizadas por el pintor flamenco Angelo de Coster en el siglo XVIII.
Como parte de la iglesia está el Župnijski muzej o museo Parroquial, situada en la planta baja de la sacristía. En él se exponen diferentes piezas religiosas, como la platería de la catedral, un relicario con forma de pierna, una estatuilla de san Jorge del siglo XVIII, lápidas, etc., así como restos arqueológicos de construcciones de edificio prerromanos, romanos y de la Edad Media encontradas in situ. De nuevo en el exterior, desde la plaza situada frente a la catedral que antaño era un cementerio, se obtienen bellísimas vistas de la inmensidad del mar por un lado y de los tejados de la ciudad por el otro.
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