IZOLA (ISOLA)


Izola es uno de esos sitios que se deben ver y vivir en la calle, puesto que sus grandes atractivos son precisamente sus calles estrechas y llenas de personalidad. Al igual que ocurre con otras ciudades costeras de interés de Eslovenia, Izola era en origen una isla. De nuevo vemos la influencia veneciana en cada rincón y prácticamente en todos los edificios. Es importante señalar que realizaremos la visita solamente al casco antiguo de Izola, obviando sus alrededores.

Acomódate y acompáñanos en este viaje: pulsa en "Monumentos" si quieres ver una lista de los diferentes sitios de interés de Izola , o en "Historia" si quieres saber algo más de este destino, en "Mapas" tendremos ese complemento que nunca debe faltar en un viaje, mientras que en "Guía" te guiaremos para que puedas aprovechar al máximo tu experiencia en este rincón de Eslovenia. Finalmente, en "Conclusiones" conocerás, si quieres, nuestra opinión personal y experiencias vividas durante este viaje.

¡¡¡Bienvenidos a Izola!!!

Datos:
Nuestra visita: agosto de 2021.
Idioma Oficial: esloveno e italiano.
Moneda: Euro €.
Población 2020: 11.682 habitantes.
Superficie: 7,461 km².
Prefijo telefónico: +386 01.
Web oficial: visitizola.com

CRÓNICAS DE IZOLA O ISOLA


Un poco de Historia...

Izola fue mencionada por primera vez en el año 972, cuando era una isla, de hecho, su nombre proviene de la palabra italiana “isola”, cuyo significado es “isla”. Fue coloniza en primer lugar por los romanos, quienes construyeron el puerto Haliaetum al suroeste de la ciudad, junto al moderno pueblo de Jagodje, entre 178 y 177 a. C. tras una fuerte resistencia de los histri, la población indígena. Cuando la marea está baja son visibles los restos del muelle, así como de varios edificios portuarios. En el período de la Edad Medio estuvo bajo el dominio de la República de Venecia.

Durante siglos la agricultura y la pesca fueron las principales fuentes económicas, pero fueron muy dañadas cuando Trieste se convirtió en el puerto principal de la región, a lo que se añadió la mortífera peste durante el siglo XVI. La rica tradición pesquera de la ciudad, de hecho, sigue existiendo numerosos pescadores, hizo que a finales del siglo XIX surgieran tres fábricas de conservas de pescado, una de ellas (Delamaris) aún en funcionamiento.

En el siglo XIX se fusionó con el continente, dejando de ser una isla, tras ser ocupada por los franceses quienes utilizaron la piedra de las antiguas murallas para rellenar el canal. Durante el corto periodo francés, la región de Istría pasó a manos del Imperio Austríaco que lo mantuvo hasta el año 1918, momento en que, gracias al tratado de Saint Germain, Izola y al resto de la región fueron asignadas al Reino de Italia, hasta su capitulación en septiembre de 1943, tras lo cual el control pasó a Alemania. Terminada la II Guerra Mundial, y tras ser liberada en abril de 1945, Izola pasó a formar parte de la Zona B del Territorio Libre de Trieste provisionalmente independiente. Después de su disolución de facto en 1954, se incorporó a Eslovenia que entonces formaba parte de Yugoslavia.


Mapas del casco histórico de Izola:




Mapa zona urbana de Izola:




QUÉ VER EN IZOLA / DIARIO DE VIAJE


El casco histórico de Izola se puede recorrer en apenas unas dos o tres horas, ya que es pequeño y concentrado. Lo ideal sería combinar la visita a esta ciudad con otras dos joyas de Eslovenia: Koper y Piran. Sea como fuere, tanto si decides pasar más tiempo, como si eliges la opción de incluir la ciudad en tu ruta, te vamos a contar qué ver en Izola en tres horas.

Dia 1: el punto de inicio de nuestro recorrido es la Trg Republike, plaza en la que se encuentra la oficina de turismo, aunque el edificio que destaca es la Vila Ravasini. Tras andar un poco se llegará al Park Trg padlih, en cuyo centro se levanta el Spomenik Padlim za Svobodo o monumento a los Caídos por la Libertad. A poco pasos se sitúa la Izolana - hiša morja (casa del mar), el Muzej Ozkotirne Železnice Parenzana (Museo del Ferrocarril de Vía Estrecha de Parenzana), la cerkev sv. Katarine y el Stara italijanska šola Dante Alighieri (antigua Escuela Italiana Dante Alighieri).

Desde este punto se pondrá dirección a la Cerkev sv. Mavra o iglesia de san Mauro, para lo cual nos toparemos con edificios y lugares importantes, como el palača Besenghi Degli Ughi, el Molilnica bratovščine bičarjev o Salón de Oración de la Hermandad del Látigo, la pequeña Cerkev sv. Janeza Krstnika o iglesia de san Juan el Bautista y la imponente Hiša Zanon. Así se llegará a la Cerkev sv. Mavra o iglesia de san Mauro y su campanario independiente, desde donde parte un sendero que recorre el Park ob svetilniku, es decir el jardín botánico, que desemboca en la zona del cabo de Petelinji rt, donde se encuentra, entre otros lugares, la icónica playa del faro, la plaža Svetilnikse y la Kopališka ulica.

Si tomamos dicha calle hacia el sur, estaremos dirigiéndonos hacia la Manziolijev trg, topándonos con el antiguo puerto de Izola, el Park Borisa Benčiča, la Galerije in ateljeji y el Nekdanja občinska palača o antiguo Ayuntamiento, hasta llegar a la propia Manziolijev trg, bonita plaza rodeada de interesantes edificios como la cerkev sv. Marije Alietske o iglesia de Santa María de Haliaetum y los palacios de Manzioli y Lovisato.

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CONCLUSIONES E IMPRESIONES:


Izola es uno de los lugares más agradables de Eslovenia donde dar un paseo sin masificaciones y relajadamente. Se trata de una ciudad típicamente mediterránea de callejones estrechos, dominados por el punto más alto: la Cerkev sv. Mavra o iglesia de san Mauro y sobre todo su campanario, donde es posible ascender hasta la cima para obtener una bella panorámica. Otras de las vistas imperdibles son las que se obtienen desde un mirador llamado “Trinkbank des Ostens” situado en la carretera que va a Piran.

Nuestra visita a Izola la realizamos en apenas tres horas, tiempo suficiente para conocer los rincones más importantes del casco histórico. La primera impresión que se nos presentó durante nuestro recorrido fue que la ciudad contaba con pocos monumentos, sin embargo, sus calles hicieron nuestras delicias, nos habíamos encontrado diferentes rincones muy “instagrameables”, en los que predominan los aires mediterráneos, macetas con plantas, e incluso, calles con arcos, muy típicos de la época veneciana.

Entre sus monumentos destacamos, sin lugar a dudas, el palača Besenghi Degli Ughi, palacio barroco que posee una bonita fachada y que es uno de los más bellos de todo el país. También nos ha encantado la zona del puerto antiguo con su forma de herradura y, sobre todo, la Manziolijev trg por estar rodeada de bonitas fachadas de edificios de colores y haber mucha vida y ambiente.

A pesar de ello, no nos ha gustado nada el parking situado en el puerto y muchos menos los coches aparcados frente al Nekdanja občinska palača o antiguo Ayuntamiento, ya que le resta mucha personalidad al edificio. Lo mismo ocurrió en la Cerkev sv. Mavra o iglesia de san Mauro, donde tanto coche aparcado le quita belleza a la plaza y, en todos los casos, entorpece enormemente la vista a los monumentos.

Otros de los atractivos de Izola son sus playas, aunque en el casco antiguo no abundan las de arena, sino que en su inmensa mayoría son de piedra, de hecho, en la zona de Veliki trg, los locales y turistas utilizan la misma calle donde colocar su toalla para disfrutar de la sombra de los arboles y de la brisa marina durante el día de playa. Nosotros que estamos acostumbrados a las playas de arena, nos sorprendió mucho esto, pero también que para salir del agua del mar era necesario utilizar las típicas escaleras de piscina.

Decíamos al principio que Izola se puede visitar en pocas horas, pero quizás te interese dedicar más tiempo y realizar alguna actividad extra, como el juego de aventuras “Forgotten Secret of Izola” o algún ejercicio físico como por ejemplo caminar o ir en bicicleta por la vía verde de la Parenzana, es decir, la antigua vía estrecha del tren que circulaba entre Trieste y Poreč y que funcionó desde 1902 hasta 1935. Ya ves que, a pesar de su reducido tamaño, existen alternativas interesantes en el que dedicar tiempo.

En cuanto al aspecto gastronómico, en Izola puedes encontrar varias especialidades de temporada, desde los mejillones en verano, hasta los sabores picantes en otoño, pasando por toda clase de pescado y mariscos, vino, aceite de oliva, quesos, y productos de la huerta como tomates y albahaca. Sea cual sea el sabor que busques, el casco histórico de Izola está plagado de restaurantes y terrazas donde degustarlos. La plaza de la Lonka, en el puerto deportivo, es el lugar donde los lugareños suelen acudir para comer y beber algo.

¡Buen viaje y felices experiencias!

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