SARAJEVO (Сарајево)


Cuando se pronuncia la palabra Sarajevo es inevitable pensar en la guerra de los Balcanes y en la ciudad que vivió el asedio más largo de nuestra historia moderna, pero aquí hay algo más que balas, sangre y sufrimiento. Sarajevo no sólo cuenta con un casco antiguo muy bello, sino también con mucha vida, muchas ganas de vida. Es verdad que la mayor parte de sus monumentos se tuvieron que reconstruir, pero no ha perdido, en su mayoría, esa esencia de cruce de caminos entre el oriente y occidente. En la presente guía de Sarajevo vamos a desgranar los rincones más interesantes para el viajero, tanto contemporáneos como antiguos.

Acomódate y acompáñanos en este viaje: pulsa en "Monumentos" si quieres ver una lista de los lugares importantes de esta ciudad, o en "Historia" si quieres saber algo más de este destino, en "Mapas" tendremos ese complemento que nunca debe faltar en un viaje, mientras que en "Guía" te guiaremos para que puedas aprovechar al máximo tu experiencia en este rincón de Bosnia y Herzegovina. Finalmente, en "Conclusiones" conocerás, si quieres, nuestra opinión personal y experiencias vividas durante este viaje.

¡¡¡Bienvenidos a Sarajevo!!!


Datos:
Nuestra visita: agosto de 2021.
Idiomas Hablados: bosnio.
Moneda: Marco bosnioherzegovino (KM, BAM) / Euro (€) ampliamente aceptado.
Población 2013: 275.524 hab. (555.210 hab. el área metropolitana).
Superficie: 142 Km².
Prefijo telefónico: +387 033.
Web oficial: visitsarajevo.ba




CRÓNICAS DE SARAJEVO


Un poco de Historia...

La zona ya estuvo habitada por humanos desde el Neolítico, como así lo atestiguan los hallazgos de restos de cerámica que datan entre 5100 y 4500 a.C. encontrados al oeste de la Sarajevo, en Butmir. Igualmente se han encontrado restos de la Edad del Bronce en el barrio actual de Soukbunar. En dicho barrio, más concretamente en el yacimiento de Debelo brdo, vivió la tribu iliria de los Daesitiates, quienes resistieron el avance romano, hasta que fueron vencidos en el año 9 a.C. por las tropas de Tiberio, tras lo cual se asentó una colonia en la zona actual de Ilidža.

Con la llegada del cristianismo en el siglo I d.C. comenzó el declive del Imperio Romano, con lo que, a partir del año 271 la zona sería ocupada por los ostrogodos llegados de Europa central. Entre el siglo VI y la llegada de los otomanos existe un vacío histórico, puesto que prácticamente no se sabe nada de esos siglos en Sarajevo. Apenas se sabe, gracias a un libro de administraciones del Imperio Bizantino, que existía un pequeño país llamado Bosona, situado a lo largo del río Bosna (correspondiente a la zona entre Sarajevo y Visoko). También se conoce que a principios de la Edad media comenzaron a establecerse en los Balcanes tribus eslavas.

Entre los años 1154 y 1453 la región estuvo controlada con mayor o menor medida por el Reino de Hungría. Más saben los historiados del período otomano que tuvo lugar entre los años 1453 y 1878. En este período fue cuando se creó la ciudad de Sarajevo, si bien, en el momento en que los otomanos iniciaron sus incursiones a principios del siglo XV, aquí había una fortaleza conocida como Hodidjed y situada, con mucha probabilidad, en el actual Bastión Blanco. Es pues en este período cuando la región de Sarajevo se convirtió en un punto estratégico, al situarse en la vía comercial que unía el puerto de Ragusa, actual Dubrovnik, con Constantinopla, la actual Estambul.

La ciudad de Sarajevo nació a la sombra de Isa-Beg Ishaković, gobernador del sandjak de Bosnia, cuando convirtió el por aquel entonces pequeño pueblo en la sede de su administración. En 1455 se erigió el “saray”, es decir el palacio del gobernador. Existen documentos de aquel mismo año que llaman al lugar como “Saraj ovasi” (las llanuras del palacio). Con el tiempo la palabra “ovasi” se transformó en “evo”, dando como resultado el nombre de Sarajevo. Así pues, a partir de 1457, la ciudad comenzó a crecer, dotándose con todos los elementos típicos de las urbes otomanas, hasta que en 1489 adquirió el estatus de “šeher” (gran ciudad). En el momento en que murió Solimán el Magnífico en 1566, Sarajevo contaba con 60.000 habitantes, lo que la convertía en una de las metrópolis mas importantes de los Balcanes.

El esplendor de la ciudad se detuvo bruscamente en 1697, cuando Eugenio de Saboya realizó una incursión sobre ella, devastándola totalmente. Es el comienzo del declive del Imperio Otomano, que se intensificó a partir de 1830 debido a las muchas insurrecciones de una población descontenta con los turcos, incluidos los musulmanes. En 1878, el Tratado de Berlín otorgó todo el país al Imperio Austro-húngaro, a lo que una gran parte de la población no aceptó y se sublevó, siendo duramente aplastada el 19 de agosto de aquel año. Así comenzó el período austro-húngaro que se extenderá hasta el año 1918. En esa época se realizaron cambios como: industrialización, mejoras sociales, modernización del agua y la luz, etc., además de levantar nuevos edificios sin cambiar la zona otomana.

A pesar de esa ola de “modernidad”, los austro-húngaros no modificaron las estructuras sociales heredada de los otomanos, por lo que los grandes terratenientes seguían siendo principalmente musulmanes. Este hecho generó un profundo sentimiento de injusticia entre la minoría serbia que desembocará el 28 de junio de 1914 en el asesinato del heredero del Imperio, Francisco Fernando, dando comienzo la I Guerra Mundial y la desaparición de Austria-Hungría. Entre los años 1918 y 1941 se estableció el nuevo Reino de Yugoslavia, donde Bosnia y Herzegovina se integró debido, sobre todo, a la presión militar de Serbia.

Durante la II Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1941 y 1945, Sarajevo, la ciudad más multiétnica del reino, se convirtió en destino de los judíos, cuya población paso de 7.500 a 10.500, en vísperas de la invasión el 6 de abril de 1941. El 15 de abril de aquel año, la ciudad fue ocupada por los nazis y confiada a sus aliados, los oustachis croatas, quienes pretendían el exterminio de las personas no croatas, es decir, judíos, romaníes y serbios. En agosto de 1942 casi todos los judíos de Sarajevo murieron en los campos de Auschwitz (Polonia) y Jasenovac (Croacia). En marzo de 1943 comenzó uno de los episodios mas destacados de la II Guerra Mundial: la batalla del Neretva que enfrentó a los nazis y sus aliados con el ejército del general Tito. El 6 de abril de 1945 Sarajevo fue liberada de los oustachis y nazis.

Así nació la Yugoslavia socialista que abarcará hasta el año 1992. Los líderes socialistas prestaron atención al desarrollo de Sarajevo, haciendo que experimentara una gran expansión con la construcción de nuevos barrios y la fuerte industrialización de la zona. En 1984, la ciudad acogió los Juegos Olímpicos de invierno, lo que hizo que se construyeran las instalaciones deportivas y una nueva fase de urbanización.

Con la llegada de la nueva década, comenzaría la Guerra de Bosnia que tendría lugar entre 1992 y 1995. Durante aquel conflicto Sarajevo sufriría un asedio que duró 11 meses, el más largo de la historia militar moderna. Su inicio fue debido a la declaración de independencia de Bosnia y Herzegovina el 3 de marzo de 1992. Serbia (aun denominada Yugoslavia) se opone a ello por lo que, junto a policías y grupos paramilitares bosnoserbios, el ejército yugoslavo se sitúa en posiciones estratégicas para sitiar la ciudad. Al poco éste se retirará ante la presión internacional, pero deja a sus aliados de la República Serbia de Bosnia (VRS) 300 tanques y 100 piezas de artillería, bajo el mando del general Ratko Mladić.

A pesar de contar con superioridad armamentística, el VRS no puede hacerse con la ciudad, ello explica, en parte, tanto tiempo de asedio, aunque también estaba el hecho de que Sarajevo por aquel entonces era la ciudad más multicultural de la antigua Yugoslavia, por lo que era un símbolo que querían eliminar. La artillería y francotiradores de Mladić destruirán la ciudad, disparando sin distinción a escuelas, hospitales, monumentos y viviendas de civiles, además se cortaron servicios públicos como el agua, la electricidad y la calefacción.. Se calcula un promedio de 329 proyectiles cayendo sobre Sarajevo cada día.

Tras la intervención de la OTAN y los acuerdos de Dayton firmados el 14 de diciembre de 1995, terminará la guerra en el país, pero el asedio de la ciudad continuará más de dos meses. El balance final en Sarajevo será de 6.137 muertos por parte del ejército de Bosnia y Herzegovina, 2.241 por parte del VRS y 5.434 civiles, de los que unos 1.600 son niños, mayoritariamente musulmanes, además de más de 50.000 heridos entre los ciudadanos. Tras ser detenido, el 22 de noviembre de 2017, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia condena a cadena perpetua a Ratko Mladić.


Mapas turísticos de Sarajevo:







Mapa de Sarajevo:




Mapa del Sitio de Sarajevo:




Mapa del Atentado de Sarajevo:




Mapa turístico de Bosnia y Herzegovina:




Mapa de minas de Bosnia y Herzegovina (junio de 2016):




QUÉ VER EN SARAJEVO / DIARIO DE VIAJE


El recorrido y visita del centro de Sarajevo es muy fácil ya que los cuatro barrios más importantes turísticamente hablando se encuentran anexos los unos a otros. A ello hay que añadir sitios algo más alejados, como el Túnel de la Esperanza o las pistas olímpicas de trineo, a los que hay que llegar mediante transporte público si no se dispone de coche. Por tanto, en este punto, se plantea cuántos días se necesitan para ver Sarajevo. Nosotros te vamos a proponer la presente guía en la que te contamos qué ver en Sarajevo en dos días y medio.

Dia 1: el primer día aconsejamos levantarse muy temprano para tomar el transporte público y llegar justo cuando abren las puertas del Túnel de la Esperanza, la mejor manera de aprender más sobre el Sitio de Sarajevo, el más largo de la historia contemporánea. Terminada la visita toca volver al centro de la ciudad, por lo que descenderemos del autobús público en la zona oeste, concretamente en el barrio de Titova, donde lo primero que vamos a destacar es el Spomenik ubijenoj djeci Sarajeva o Monumento a los niños muertos en el asedio de Sarajevo de 1992-1995.

Justo al lado se encuentra la estatua titulada "Nermine, dođi", inspirada en una de las historias más desgarradoras del genocidio de Srebrenica: el de Ramo Osmanovic y su hijo Nermin. Tras un breve paseo se llegará a la orilla del río donde se podrá ver el Glavna Pošta o edificio de Correos, uno de las construcciones más representativas de los austro-húngaros en Sarajevo junto con el de la Academia de Bellas Artes. También se podrá ver el Narodno pozorište o Teatro Nacional (donde tiene lugar cada mes de agosto el multitudinario Sarajevo Film Festival), dependencias de la Univerzitet u Sarajevu, el puente Festina Lente (cuyo significado es “apresúrate lentamente”) y las mediáticas esculturas "Biciklista na žici" (Ciclista en un cable) realizadas en 1993 durante la ciudad sitiada con alambre de hierro forjado. Paseando hacia el este se llegará hasta el Parque Arqueológico de la mezquita y el harén de Kalin Hadži y unos metros más allá, al Pijaca Markale, famoso por haber sido el lugar más mortífero durante el sitio de Sarajevo.

Y así se empieza el recorrido por el barrio de Ferhadija, el antiguo asentamiento sefardí de la ciudad. La columna vertebral del barrio en su primer tramo es la avenida de Maršala Tita, al norte de la cual se construyó el complejo de los Juegos Olímpicos de 1984, de hecho, no lejos queda el Olimpijski Muzej o Museo Olímpico. La avenida se divide en dos calles, en cuya bifurcación encontramos la Vječna Vatra o Monumento de la Llama Eterna, inaugurado el 6 de abril de 1946, en el primer aniversario de la liberación nazi de la ciudad. Nos adentramos ya en las bonitas calles austrohúngaras de la ciudad, donde destacan: la Umjetnička galerija o Galería Nacional de Sarajevo, el Oficirske kasine o Casino de los oficiales, la Saborna Crkva Rođenja Presvete Bogorodice o Catedral de la Natividad de la Madre de Dios (el templo ortodoxo más grande de Bosnia y Herzegovina).

Se sigue con el Muzej zločina protiv čovječnosti i genocida 1992-1995 o Museo de los crímenes contra la humanidad y el genocidio 1992-1995, la Katedrala Srca Isusova o Catedral del Sagrado Corazón (la actual sede católica del país) y en cuya plaza veremos las llamadas Sarajevske ruže o Rosas de Sarajevo, la Galerija 11/07/95 (espacio expositivo dedicado a la masacre de Srebrenica) y calles como Strossmayerova, Ferhadija, Zelenih Beretki, Muvekita, etc. En el antiguo barrio judío de Il Kortijo o Velika Avlija, encontramos la Galerija Novi Hram y el Gran Templo (Il Kal Grandi), actual Muzej Jevreja o Museo Judío.

Dia 2: el segundo día nos introducimos de lleno en el corazón otomano de la ciudad, el barrio de Baščaršija. La Ferhadija džamija, también conocida como Mezquita Ferhat Pasha, nos da la bienvenida a este barrio, cerca de la cual se encuentra el Gazi Husrev-begovog bezistana o Mercado cubierto Gazi Husrevbegova que tiene adosado los restos del Tašlihan. Desde todo el centro histórico es visible el Sahat-kula o Torre del Reloj, junto al cual se distribuyen los edificios del complejo Gazi Husrevbegova: el Gazi Husrev-begova biblioteka, la Gazi Husrev-begova Medresa, el hanikah o khanqah, la Gazi Husrev-begova džamija (mezquita considerada como el lugar de culto más importantes para los musulmanes de Bosnia y Herzegovina y uno de los edificios otomanos más bellos de los Balcanes), en cuyo recinto se encuentran dos mausoleos, el más grande de los cuales alberga la tumba del propio Gazi Husrev Beg.

A medio camino entre la mezquita Gazi Husrevbegova y la plaza Sebilj se sitúan dos caravasares: el de Morića Han y, justo enfrente, el de Kolobara Han. A pocos pasos se sitúa la Crkva Sv. Arhanđela Mihaila i Gavrila o iglesia de los Arcángeles Miguel y Gabriel. Más al sur y bordeando el verdadero corazón del centro histórico de Sarajevo se extiende la Sebilj trg. Muy cerca encontraremos algunos de los escenarios donde ocurrieron los famosos Atentados de Sarajevo de 1914, que desembocaron en la I Guerra Mundial. Destacan el Muzej Sarajevo 1878–1918 y el Latinska Ćuprija o Puente Latino. La Vijećnica, como la conocen los habitantes de Sarajevo, aunque su nombre oficial es la Antigua Biblioteca Nacional, es otro de esos escenarios. Desde ahí, si se desea, se podrá ir andando hasta el Bastión Blanco, en cuyo camino nos toparemos con el Žuta tabija o Bastión Amarillo, las ruinas de la Kasarna Jajce, la Bijela džamija o mezquita Blanca (una de las más antiguas de Sarajevo), etc.…

Dia 3: la tercera jornada se puede empezar en el tranquilo barrio de Bistrik en el que destacan la Turbe Sedam Braće o tumba de los Siete Hermanos, la Crkva svetog Ante Padovanskog o iglesia de san Antonio de Padua, el Muzej Sarajevske pivare o museo de la cervecería Sarajevska, el Konak de Bistrik, la Careva džamija o mezquita Imperial, la Aškenaška sinagoga o Sinagoga Askenazí y su vecino Zgrada Papagajka. En menos de dos horas se habrá finalizado la visita por ese barrio, por lo que solo queda ir a la pista de bobsleigh o bobsled y luge del monte Trebević. Si se tiene algo más de tiempo también se podría visitar otros lugares de interés de Sarajevo, como son el Zemaljski muzej Bosne i Hercegovine (Museo Nacional), el Historijski muzej Bosne i Hercegovine (Museo de Historia), el Avaz Twist Tower (el rascacielos más alto de la antigua Yugoslavia) y el Hotel Holiday Inn (hotel donde se alojaron periodistas y emisarios extranjeros durante la ciudad sitiada).

Pulsar para invitarme a un café

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:


Sin duda Sarajevo tiene un potencial turístico inmenso, no sólo porque puede ser la base desde donde visitar otras partes de Bosnia y Herzegovina, como Jablanica, Móstar, Blagaj o Stolac, sino también porque la ciudad ofrece rincones inolvidables como la plaza Sebilj que, por cierto, nos ha encantado y pasaríamos horas viendo el ir y venir de sus habitantes y turistas.

También nos ha encantado recorrer el barrio de Baščaršija, la zona primigenia otomana desde la cual la cuidad creció y se fue extendiendo. Tenemos que destacar irremediablemente el complejo Gazi Husrevbegova, nos ha parecido muy interesante estos edificios del legado otomano, entre ellos destaca la Gazi Husrev-begova džamija, preciosa mezquita. En el barrio de Titova nos ha parecido muy curioso la forma del puente Festina Lente, y merece la pena pasear por la zona para apreciar su especial belleza.

Y no salimos del barrio de Titova: si vas en agosto debes saber que en la ciudad se celebra el multitudinario Sarajevo Film Festival, concurso de cine acogido en el Teatro Nacional (Narodno pozorište), edificio construido en 1899 por Karlo Paržik. Es importante saber esto porque en esa época los hoteles se suelen llenar muy rápidamente, además los parkings del centro también suelen estar completos, por lo que tendrás que buscar alternativas algo más lejanas del centro. Como te imaginarás, en las horas punta el tráfico es bastante difícil, por lo que debes prestar especial atención.

Los sitios donde ocurrieron los famosos Atentados de Sarajevo también están bastantes desaprovechados turísticamente hablando. En la esquina donde ocurrió el asesinato del archiduque y su esposa apenas hay una sencilla placa que recuerda lo acontecido, y el museo dedicado a ello es bastante básico, sólo se puede entender desde la perspectiva de que la ciudad precisa de un sitio expositivo que cubra la necesidad de saber de los turistas.

El Barrio de Ferhadija también nos ha gustado mucho, se ha reconstruido con mucho gusto y cuidadosamente, pero aún en toda la ciudad existen ruinas y edificios en mal estado, como resultado de la Guerra de Bosnia y del asedio a la ciudad. Es una pena que la rehabilitación y acondicionamientos de esos edificios, en ocasiones construcciones históricas, no vaya tan rápido como fuera posible, para dar una mejor imagen. Un ejemplo clarísimo es el Spomenik ubijenoj djeci Sarajeva o Monumento a los niños muertos en el asedio de Sarajevo de 1992-1995, el parque donde se encuentra está bastante descuidado, a pesar de su potencial turístico e histórico.

Y hablando del asedio a Sarajevo, es muy famoso entre los visitantes de la ciudad el Túnel de la Esperanza. A nosotros nos ha parecido imperdible pero sólo por el tramo de túnel acondicionado que puedes cruzar tú mismo. El resto de la zona expositiva no tiene apenas información, eso sí, por todos lados hay carteles pidiendo que te descargues una app que actuará de audioguía, pero es de pago. Por tanto, no nos ha parecido bien que se pida dinero por escuchar las historias porque no hay apenas información gratuita y alternativa de los objetos que estamos presenciando, solamente unas pocas líneas descriptivas que saben a muy poco, además la función de dar a conocer el asedio y que no se olvide, se diluye precisamente por lo que comentamos… sin duda debería primar la divulgación a lo económico.

Otros de los rincones que nos ha gustado mucho han sido las pistas de bobsleigh o bobsled y luge del monte Trebević. El entorno verde nos ha gustado muchísimo y las propias pistas nos han impresionado por su doble cara: la de los juegos olímpicos de 1984 y la de haber sido posición de los francotiradores durante el conflicto bélico de los años 90 del siglo XX. A pesar del interés que puede despertar al turista, sólo se puede ir en taxi o teleférico, desde donde hay bonitas vistas de la ciudad.

En el aspecto gastronómico, hay que tomarse un buen desayuno bosnio para empezar el día con fuerza, puesto que suelen ser muy copiosos. Normalmente en un plato se suelen colocar huevos revueltos, quesos, varias clases de embutido y algo de fruta y verdura y, por supuesto, pan pita. Evidentemente a este contundente plano no puede faltar la compañía de un café bosnio del que hablaremos más adelante.

Las comidas típicas de Bosnia y Herzegovina, como no puede ser de otra forma tras cuatro siglos de domino otomano, posee muchas similitudes con la cocina turca y balcánica en general. Entre los platos que hay que probar se encuentra el cevapi, unas especies de kebabs redondos y pequeños consistentes en pan de pita bosnios rellenos de “salchichas” de carne de cordero y ternera. Esta comida la puedes encontrar en cualquier parte del centro histórico de Sarajevo. Otro plato muy típico es el burek que son unos hojaldres rellenos de queso, espinacas o carne. Pero si lo tuyo son las sopas, entonces tu elección será el begoba corba, una especie de guisillo de pollo y vegetales. Otros platos típicos: el baklava, el dolma, ustipci, etc…

En cuanto a la bebida aquí lo típico y famoso es consumir la célebre cerveza rubia Sarajevsko Pivo: es tipo pilsen con un 5% de alcohol, aunque también se bebe la variante negra sin alcohol y aromatizada con limón: Sarajevska Pivara. La otra bebida importante y que es todo un ritual en el país es el café bosnio. Es parecido al café turco, pero más suave y cremoso y cuyas principales diferencias la encontramos en la forma de hacerlo y en la manera de servirlo. En el estilo bosnio, el café y el azúcar se añade una vez el agua hierve, tras lo cual se vuelve a colocar en el fuego y se retira en cuanto vuelva a hervir de nuevo. En la manera de servirlo, el café se vierte en una cafetera de cobre o džezva y se espera unos instantes antes de echarlo en las tazas, momento en que se aprovecha para retirar la espuma o Kamak que se deposita en la taza, tras lo cual se puede servir el café acompañado de algún dulce típico como el rahatluk.

En el capítulo de la movilidad, para llegar hasta Sarajevo tienes varias opciones: conducir, volar o venir en autobús, ya sea de línea regular o en una excursión de uno o dos días. Si decides venir en coche te diremos que las carreteras en Bosnia y Herzegovina están bastante bien y son seguras, aunque los conductores de este país conducen mucho peor que en el resto de Europa, con adelantamientos imposibles con líneas continuas o una velocidad muy superior a la marcada en la vía, pero con un poco de sentido común y paciencia todo irá bien. Si vas con tu propio coche no olvides la carta verde o “green card” que indica que el coche también tiene un seguro válido en este país, además ten en cuenta que cruzar la frontera en época alta podría llevarte bastante tiempo. Si lo tuyo son los aviones, entonces debes saber que el Aeropuerto Internacional de Sarajevo se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad, con la que está bien conectada con transporte público.

¡Buen viaje y felices experiencias!

Pulsar para invitarme a un café