Aunque también es llamada por los lugareños como trg Golubova (plaza de las Palomas) su nombre oficial es trg Baščaršija, ya que en su momento fue el gran mercado central del barrio más antiguo de Sarajevo que se levantó alrededor durante la fundación de la ciudad por Isa-Beg Isaković en el siglo XV. La palabra Baščaršija proviene de los términos turcos “čaršija” (mercado y ciudad tanto religiosa como administrativa) y “baš” (cabeza), por lo que aquella palabra designa el mercado principal de la ciudad. En la actualidad, y a pesar de haber sufrido importantes daños durante los incendios de los siglos XVII y XIX, y las últimas guerras del siglo XX, la plaza ha conseguido conservar ese aire otomano, tan típico de los países orientales.
Este espacio lleno de vida mide más de 100 metros de longitud, delimitada al sur por la mezquita Baščaršijska, al norte por la calle Mula Mustafe Bašeskije, al oeste por la pequeña calle Ćulhan y finalmente al este por la animada calle Kazandžiluk. A todo ello hay que señalar las diferentes casas de madera típicas otomanas que se reparte alrededor de la plaza, la mayoría de las cuales acogen restaurantes, cafeterías y diferentes tiendas.
Este lugar es famoso, aparte de por sus tiendas de artesanos, por sus aves que hacen las delicias de los turistas que las inmortalizan en sus fotografías, de hecho, el Ayuntamiento de Sarajevo lleva a cabo periódicas revisiones para garantizar que las palomas torcaces no son portadoras de enfermedades y es que estos animales son, sin duda, parte del paisaje de la plaza. Aquí podrás encontrar personas que por unas pocas monedas echarán pan a las palomas, incluso podrás sentir el vértigo de verte rodeado de ellas, ¡textualmente se te posarán en los hombros y cabeza en busca de su alimento!
Vamos a realizar un paseo arquitectónico por la plaza: lo primero que llama la atención es la fuente pública situada en el centro de la zona norte, llamada Sebilj (palabra que procede del árabe “sebil” utilizada para referirse al camino a través del cual llega el agua y, por tanto, también se refiere a la institución que proporciona agua gratuita a los habitantes. La que aquí vemos se construyó gracias a una donación de Mehmed-pacha Kukavica en 1753. Por aquel entonces, el agua llegaba hasta la plaza a través de un acueducto de 6,5 kilómetros de longitud, desde el monte Trebević.
Esta fuente está compuesta por una columna octogonal de piedra protegida por una estructura de madera con cúpula de estilo otomano. Se trata de la única fuente de su tipo que queda en Sarajevo, hay que tener en cuenta que en época otomana este barrio contaba con unas trescientas de ellas, la mayoría de las cuales desaparecieron durante los dos grandes incendios de 1697 y 1852 que asoló la ciudad. La estructura que vemos actualmente fue reconstruida muy probablemente por el arquitecto Josip Vancaš, e instalada aquí tras la reordenación de la ciudad llevada a cabo por el arquitecto checo Alexander Wittek en 1891.
Durante el asedio, la fuente fue dañada por la metralla en el año 1992, por lo que posteriormente fue completamente reformada en 2006, tras haberlo sido parcialmente en 1997. Durante tu visita a la ciudad no te puedes ir de aquí sin haber bebido de sus aguas ya que, según la tradición popular, quien bebe de ella regresa a Sarajevo.
En los dos extremos de la plaza se alzan las dos mezquitas más antiguas de la ciudad: al sureste la Havadže Durake džámija (más conocida como Baščaršijska džámija), y al noreste la Čekrekčijina džámija (la mezquita con cúpula más antigua de Sarajevo). Aquella primera, la Havadže Durake džámija, fue construida en 1528 como dote de Hodja Durak, de quien recibió su nombre. Fue levantada en el lugar que, en época otomana, como ya hemos visto, era el centro económico de Sarajevo, y la mezquita tuvo una gran importancia para el desarrollo de la plaza, de hecho, tuvo varios benefactores, la mayoría de los cuales eran comerciantes. Originalmente el edificio contaba con una cúpula de madera que se perdió en el incendio de 1697, por lo que posteriormente se le dotó de la actual.
Arquitectónicamente es un edificio de una sola estancia cubierta por una cúpula, cuya entrada está precedida por un porche sobre el que descansan tres pequeñas cúpulas. El minarete octogonal cuenta con un diámetro de unos 2,10 metros y una altura de 34,70 metros. Las dimensiones totales de la mezquita son aproximadamente de 11,50 por 11,70 metros. Su interior se caracteriza por la buena acústica y la excelente iluminación natural.
Por su parte la Čekrekčijina džámija tiene la particularidad de no tener un harén que la separe del espacio dedicado al comercio, sino que éstos están adosados directamente sobre sus muros. Concretamente fueron una docena de talleres y tiendas, cuyos alquileres permitían financiar el mantenimiento de la mezquita y su personal. Este edificio fue construido en 1526 por Muslihudin Hajji Mustafa (apodado "Čekrekčija", porque producía “čekrke”, es decir poleas y cabrestantes) en un terreno privilegiado que había donado a modo de vakuf (dotación), al inicio de una colina a partir del cual se extiende el barrio de Kovači.
La vakufnama original (acta de dotación) sobre la construcción de la mezquita data de agosto de 1526, siendo además el documento original más antiguo escrito en Sarajevo. Durante el saqueo de Eugenio de Saboya, esta mezquita junto con once más, no sufrieron ningún daño, al igual que en los diferentes incendios que ocurrían con frecuencia en Sarajevo. No pasó igual durante la II Guerra Mundial, cuando ambas mezquitas de la plaza Sebilj fueron destruidas parcialmente, graves destrozos que se volvieron a repetir durante el asedio de 1992 – 1996.
Casi enfrente de la Havadže Durake džámija, en la zona suroeste de la plaza, se sitúa Brusa Bezistan, el otro mercado cubierto de la ciudad construido en 1551 por el gran visir Rustem-Paša, yerno de Solimán el Magnífico, para albergar el bazar turco de artesanía y textiles, como así consta en su nombre compuesto por la palabra turca “bez” que significa “vestimenta” y por el sufijo persa “istan” traducido como “lugar”. Su denominación incluye la palabra Brusa, haciendo referencia a la ciudad que fue un importante centro de producción de sedas durante el Imperio Otomano, con la que mantuvo grandes intercambios comerciales. En su interior acoge el Museo del Mercado Cubierto de Brusa Bezistan, en el que se cuenta la historia de la ciudad desde la Prehistoria hasta el periodo austrohúngaro.
Finalmente, en el lado este de la plaza encontramos las calles Kazandžiluk y Luledžina, reminiscencia del antiguo barrio comercial del siglo XVII. Es necesario señalar que en aquella época este barrio contaba con miles de tiendas y talleres agrupados, como era tradicional, por profesiones. Un ejemplo claro es la encantadora y pequeña calle Kazandžiluk, para muchos la calle más antigua de Sarajevo, cuyo nombre hace referencia a los “kazandžijski”, es decir, a los caldereros que trabajan el cobre. En la actualidad, en sus 80 metros de longitud se reparten una treintena de comercios que venden cubiertos, tazas, recipientes, etc., pero cuidado, muchos de esos objetos no se fabrican aquí, por lo que la asociación de comerciantes de la ciudad ha creado la etiqueta “Original Sarajevo Quality” para distinguir los productos artesanos locales de los traídos de países terceros.
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