MOSTAR (Мостар)


La ciudad de Móstar es, sin duda, la perla del turismo en Bosnia y Herzegovina. Mundialmente conocida por su famoso Puente Viejo, también lo es, tristemente, por los acontecimientos producidos durante la Guerra de Bosnia, cuya imagen más icónica, y que conmovió a la opinión pública internacional, fue la voladura de aquél en 1993 por parte de las tropas del Consejo de Defensa Croata (HVO). En la presente guía vamos a recorrer los rincones más importantes de Móstar, deteniéndonos en su historia, tanto contemporánea como antigua.

Acomódate y acompáñanos en este viaje: pulsa en "Monumentos" si quieres ver una lista de los lugares importantes de esta ciudad, o en "Historia" si quieres saber algo más de este destino, en "Mapas" tendremos ese complemento que nunca debe faltar en un viaje, mientras que en "Guía" te guiaremos para que puedas aprovechar al máximo tu experiencia en este rincón de Bosnia y Herzegovina. Finalmente, en "Conclusiones" conocerás, si quieres, nuestra opinión personal y experiencias vividas durante este viaje.

¡¡¡Bienvenidos a Móstar!!!


Datos:
Nuestra visita: agosto de 2021.
Idiomas Hablados: bosnio y croata.
Moneda: Marco bosnioherzegovino (KM, BAM) / Euro (€) ampliamente aceptado.
Población 2013: 128.448 hab.
Superficie: 97 Km².
Prefijo telefónico: +387 036.
Web oficial: turizam.mostar.ba

CRÓNICAS DE MÓSTAR


Un poco de Historia...

La presencia de recintos fortificados y cementerios entre el monte Hum y la montaña Velež atestiguan que en la zona hubo asentamientos humanos durante la Prehistoria. Pero la historia de la ciudad de Mostar, que se extiende de norte a sur a lo largo del río Neretva, apenas se conoce hasta el año 1474, momento en el que un documento menciona a los “Móstari”, es decir “guardianes del puente”. Y es que por aquel entonces existía un puente de madera, el cual para cruzarlo había que pagar un peaje, utilizado por comerciantes, soldados y otros viajeros. Dado que se encontraba en la ruta comercial entre el Adriático y las regiones ricas en minerales de Bosnia central, el asentamiento comenzó a expandirse, bautizándose con el nombre de Móstar, en referencia a aquellos guardianes.

Así a partir del siglo XV y con la llegada de los otomanos, la ciudad comenzó a urbanizarse siguiendo la regla no escrita en la que se organizaría en dos áreas: la čaršija, el centro comercial y artesanal del asentamiento, y el mahala o zona residencial. En 1468 el nuevo asentamiento recibió el nombre de Köprühisar, que significa "fortaleza en el puente" y entre 1520 y 1566 fue fortificada a la vez que se construyó el Puente Viejo que sustituyó al antiguo de madera. Fue entonces cuando Móstar se convirtió en una prospera ciudad de comerciantes y artesanos, donde las diferentes comunidades religiosas (musulmanes, católicos, ortodoxos y judíos) vivían en una relativa calma y armonía. A finales del siglo XVI, Mostar fue la principal ciudad administrativa del Imperio Otomano en la región de Herzegovina.

En el año 1878, la ciudad fue ocupada por el Imperio Austrohúngaro y así permaneció hasta después de la I Guerra Mundial en 1918, período en el cual Móstar adquirió el estatus de capital de Herzegovina. Durante la época del Reino de Yugoslavia, que tuvo lugar entre 1918 y 1941, los católicos croatas y los ortodoxos serbios convirtieron la ciudad en la sede de su diócesis. El predominio serbio durante aquel periodo provocará tensiones entre las dos comunidades, lo que hará que la ciudad se vea gravemente afectada durante la II Guerra Mundial, con la matanza y deportaciones de la población serbia y judía por parte de los ustachis croatas, aliados de los nazis. Finalizada la Gran Guerra, Móstar volvió a vivir un periodo de esplendor durante la época socialista, gracias al turismo, pero sobre todo a la industria, como el del aluminio y el de la fabricación de aviones militares yugoslavos.

En el año 1991, antes de que comenzara la guerra, Móstar contaba con 126.000 habitantes, de los cuales un 34,6% eran bosníacos (musulmanes), un 34% bosniocroatas (católicos) y un 18,9 bosnoserbios (ortodoxos). La Guerra de Bosnia, acaecida entre los años 1992 y 1995, comienza tras la declaración de independencia de Bosnia y Herzegovina de Yugoslavia el 1 de marzo de 1992. En esta primera fase del conflicto, el Ejército Popular Yugoslavo o JNA dirigido por Serbia lanza una ofensiva sobre la ciudad a partir del 6 de abril. Los ataques fueron contenidos en un primer momento por las tropas del Consejo de Defensa Croata o HVO, a quienes se unieron a partir de junio, el recién creado ejército de Bosnia y Herzegovina, el ARBiH, compuesto mayoritariamente por bosnios. Tras bombardear la ciudad, el JNA se retira de ella, llevándose con ellos a la mayoría de habitantes bosnoserbios. Durante dicho período se destruye la mayor parte de edificios religiosos de la ciudad, incluido los templos ortodoxos a manos de los croatas.

Así, los dos aliados vencedores, los croatas y los serbios, se reparten la ciudad a ambos lados del Bulevar que constituye el eje norte-sur: la parte oeste para el HVO y el este para el ARBiH. El resultado será una paz precaria que se deteriora cada vez más, aumentando la tensión en ambas partes. Así, el 9 de mayo de 1993 comenzaría la segunda fase del conflicto cuando el HVO ocupa todos los puntos de acceso y sitia la zona este de Móstar. Para ello colocó su artillería en la colina de Hum (donde actualmente se levanta una enorme cruz). Pero el ARBiH planta cara y presenta una enorme resistencia, por lo que finalmente el asedio se convierte en una guerra de trincheras a lo largo del Bulevar.

El ARBiH se fortalece y se reorganiza lanzando, en septiembre, la Operación Neretva 93 para reconquistar territorios de Herzegovina que fueron capturados por el HVO. La operación es todo un éxito, pero se detiene abruptamente en noviembre tras la matanza de sesenta prisioneros de guerra y civiles bosnocroatas a manos de unidades autónomas bosníacas. Por aquel entonces, todos los puentes del Neretva fueron destruidos, exceptuando el Puente Viejo. El HVO, sin duda por venganza, utilizó su artillería para destruir el Puente Viejo el 9 de noviembre, tras lo cual, se reanudaron las batallas dando como resultado que el ARBiH consiguiera romper el asedio en diciembre de 1993.

La ONU consigue un alto el fuego en Móstar y despliega Cascos Azules españoles a lo largo del Bulevar, aunque la guerra continúa en el resto del país hasta diciembre de 1995. En aquella guerra se calcula que perdieron la vida unos dos mil militares y civiles bosnios y unos seis mil heridos, sin embargo, se desconoce el balance del lado croata, aunque el HVO admitió que perdió a unos 450 combatientes. Actualmente la situación, aparentemente, ha vuelto a la normalidad, pero existe una frontera psíquica entre ambos bandos compuesta por el Bulevar, dividiendo Móstar en dos partes étnicamente homogéneos: al este los musulmanes y al oeste los católicos. Cada parte cuenta con sus propias escuelas, oficina de correos, hospitales, etc.… incluso cada bando cuenta con su propio club de fútbol.


Mapas turísticos de Móstar:




Mapa turístico del Cantón Neretva - Móstar:




Mapa turístico de Bosnia y Herzegovina:




Mapa de minas de Bosnia y Herzegovina (junio de 2016):




QUÉ VER EN MÓSTAR / DIARIO DE VIAJE


Normalmente Móstar es visitada por personas que contratan una excursión de un día desde otras ciudades turísticas de Croacia como Dubrovnik o Split. En ellas, llegan, ven el Stari Most, pasen un poco por el Barrio del Puente Viejo y se van. Aunque lo esencial de Móstar se puede ver en un día, nosotros recomendamos una visita sosegada y tranquila, de al menos un día y medio, no sólo para ver sus monumentos y zonas mas bonitas, sino para sentir y comprender la realidad de sus habitantes, separados por una frontera invisible dependiendo de si viven en una zona u otra o si son de una religión u otra. Vamos a intentar guiarte lo mejor posible y aconsejarte qué ver en Mostar en un día o día y medio.

Dia 1: este primer día se podría comenzar paseando por el Barrio del Puente Viejo, más concretamente empezando por la orilla derecha del Neretva, por en el tramo más cercano de la Onešćukova ulica. Esta calle desemboca en la Rade Bitange, lugar donde se extendía el distrito de Tabhana o de los curtidores. Aquí se encuentra la Hadži-Kurtova džamija, más conocida como simplemente Tabačica, cuyo significado es “de los curtidores”, ya que era allí donde iban a rezar. Al lado se sitúa el Cejvan Ćehajin Hamam, es decir el hamman turco, cerca del cual podemos encontrar el Kriva Cuprija o Puente Torcido, cuyo entorno es muy agradable, además de poder ver la Nezir-agina džamija de mediados del siglo XVI.

Después de visitar esa zona, hay que ir a la orilla contraria para continuar paseando por el Barrio del Puente Viejo. Para ello hay que cruzar el monumento estrella de Móstar: el Stari Most o Puente Viejo, mandada construir por Solimán el Magnífico en 1557. Este viaducto cuenta a sus lados con dos torreones defensivos: la torre Helebija y la torre Tara, esta última alberga el Muzej Stari Most o Museo del Puente Viejo, donde se profundiza más sobre la historia de él, además de exhibir algunos hallazgos, como unos restos arqueológicos encontrados in situ.

Tras la visita al museo entramos de nuevo al Barrio del Puente Viejo, en esta ocasión a través de la calle Kujundžiluk que en su momento albergó el Antiguo Bazar que contaba con más de 500 establecimientos. En esa calle hay un mirador desde donde se puede tomar una bella fotografía del conjunto del Puente Viejo, tras lo cual se puede seguir paseando por Mala Tepa para visitar la Koski Mehmed-pašina džamija, mezquita considerada la más bella de las habidas en Móstar. Aconsejamos ascender a su minarete, aunque sea algo claustrofóbico, para obtener una impresionante panorámica del puente y su entorno.

Tras el almuerzo (se puede hacer en algunas de las tabernas típicas repartidas por el barrio donde sirven comida tradicional bosnia) se puede visitar la zona media y alta de Móstar Oriental, que corresponde con los barrios ortodoxos serbios de Konak y Bjelušine-Brankovac. En el barrio de Brankovac se puede ver un importante legado otomano, como la Nesuh-Age Vučjakovića džamija del siglo XVI, o el Sahat-Kula o Torre del reloj del siglo XVII. También la kuća Džemal Bijedić, casa de estilo otomano de la época austrohúngara y que alberga el Museo de Herzegovina, la Karađozbegova džamija, la mezquina más monumental y representativa de la arquitectura sacra islámica del siglo XVI en Herzegovina, junto a la cual se sitúa la turbe o tumba del poeta Osman Dikić, el Muzej žrtava rata i genocida (1992 – 1995), es decir el Museo de la Guerra y de las Víctimas del Genocidio, la casa otomana de Biscevic kuća, etc…

En la parte alta destacan: la Muslibegovića kuća, casa que alberga un hotel y un espacio expositivo, la Katedrala Svete Trojice o catedral de la Santísima Trinidad que fue el templo ortodoxo más grande del país en el momento de su construcción en el año 1863; al lado se sitúa Crkva Rođenja Presvete Bogorodice o iglesia de la Natividad de la Virgen (conocida simplemente como Antigua iglesia ortodoxa) construida en 1834, etc.… De nuevo en camino descendente se podría ver el palacio del Metropolitano, el monumento más majestuoso de la época austrohúngara y, al lado del Puente Viejo, la Ćejvan-Ćehaja džamija, la mezquita más antigua que se conserva en Móstar, ya que fue levantada entre los años 1552 y 1553.

Dia 2: esta jornada se puede dedicar casi en exclusiva recorriendo el Bulevar y sus alrededores. Se podría comenzar en la parte más al sur donde se levanta el Campanario de la Paz y el Móstarski Zvonik Mira-Franjevačkog Samostana i Crkve sv. Petra i Pavla o Monasterio Franciscano e iglesia de san Pedro y san Pablo. Cerca se encuentra la džamija u Podhumu, mezquita construida en el año 1592, por tanto, una de las más antiguas de la ciudad. De vuelta al Bulevar se puede ver la Stara Gimnazija, la Španski trg o Plaza de España, la Staklena Banka o Banco de Cristal (conocida como Sniper Tower), el Hotel Neretva, etc.… Algo más lejos se encuentran la avenida de Korzo, la Katedrala Marije Majke Crkve o catedral de María Madre de la Iglesia, el Partizansko spomen Groblje o Memorial a los Partisanos y una estatua de Bruce Lee, que de primeras sorprende, situado en el parque Zrinjevac que discurre junto al Korzo.

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CONCLUSIONES E IMPRESIONES:


Móstar nos ha encantado. Así de simple. Nos ha cautivado ese aire exótico tan típico de oriente próximo, con sus callecitas llenas de tiendas, todo ello enmarcado por el bonito Stari Most o Puente Viejo, el cual es algo más que una construcción, es todo un símbolo de unión y reconciliación de los diferentes bandos que se enfrentaron en la guerra de los años 90 del siglo XX. A pesar de su simbolismo, la ciudad se encuentra dividida en dos partes: al este del Bulevar se concentra la población musulmana y al oeste la católica. Es sorprendente saber que ambas zonas cuentan con sus propias oficinas de correos, escuelas, hospitales, etc., viviendo así de espalda una a la otra.

Nuestros humildes ojos viajeros no notaron nada de esa división, ni percibimos tensión, aunque eso no quiere decir que no la haya, por supuesto. Nos entristeció mucho conocer detalles de la historia reciente de Móstar, la muerte y el dolor provocado será difícil de olvidar para quienes vivieron aquel infierno. Sólo nos queda la esperanza de que las nuevas generaciones que crecieron después de la guerra sean capaces de perdonar y hacer de esta una ciudad unida y orgullosa, cosa que vemos realmente lejana debido a la agitación de determinados movimientos nacionalistas.

A nuestro parecer la parte realmente bella de Móstar es la zona este, reconstruida magistralmente tras el fin de aquella guerra. La zona del Kriva Ćuprija o Puente Torcido es realmente encantadora, al igual que todo el Barrio del Puente Viejo, toda una delicia para la vista. Disfrutamos muchísimo nuestro paseo por sus calles, aunque nos ocurrió un hecho bastante desagradable: nos disponíamos a entrar a la exhibición “War – video and photo exhibition”, pero antes decidimos hacer una foto de la fachada para después incluirla en esta guía turística.

Pues bien, en ese momento, un señor del interior de la exhibición, de forma muy amenazante y agresiva, se acercó hacia nosotros gritando que no hagamos fotos, que entremos a la exhibición si queríamos la fotografía. Nosotros nos quedamos bastante sorprendidos, puesto que no era una autoridad oficial y además estábamos en vía pública y todo el mundo sabe que, exceptuando sitios oficiales concretos, se puede realizar una fotografía sin problemas, pero decidimos no discutir puesto que no estábamos dispuestos a empañar nuestro viaje de esa manera. Nos pareció tan desagradable que decidimos no entrar, a pesar de tener la intención de hacerlo antes del accidente. Por tanto, si decides hacer una fotografía en la zona, ten cuidado con ese señor. La fotografía que dio pie a este desagradable momento es la siguiente:

El Stari Most produce, cuanto menos, una emoción importante la primera vez que lo ves y lo pisas, sobre todo si en su momento se vio su destrucción a través de la televisión. En muchas calles que vencen el acantilado del río Neretva puedes encontrar una bella panorámica del puente, pero nosotros te recomendamos que la veas desde lo alto del minarete de la mezquita Koski Mehmed Pasha, te aseguramos que valdrá muchísimo la pena. También podrás ver una perspectiva bonita y diferente desde la torre Tara que acoge en la actualidad el Museo del Puente Viejo, el cual es algo flojo en cuanto a material expuesto, pero interesante en cuanto a profundizar en su historia.

Desde el propio puente, y realizando un salto de casi 25 metros, es habitual ver a los “mostari” pidiendo dinero para, llegado a una determinada cantidad, hacer la demostración. Se trata de una tradición muy arraigada en Móstar, que cuenta con su propio club de saltadores. Si te interesa vivir la experiencia y hacer el salto hasta sumergirte en las frías aguas del Neretva, es posible. Para ello deberás hacerte miembro de la centenaria escuela de buceo (situada en una de las torres del puente) y realizar un curso en el que un instructor te enseñará la forma correcta de tirarse y la manera de acostumbrar tu cuerpo al frio de las aguas. Para ello se realizarán, previamente al gran salto, prácticas en otro lugar y desde una altura de 10 metros. Para realizar el salto deberás pagar 10 euros por los saltos de prácticas y 20 por el realizado desde el mismo Stari Most, tras lo cual te darán un certificado que demuestra tal proeza y pondrán tu nombre en un libro donde figuran todos los saltadores. Después te darán un código único, con el que podrás saltar en el futuro las veces que quieras y sin tener que pagar nada más, ya que a partir de ese momento eres miembro de este club de saltadores.

La parte oeste ha ido extendiéndose a lo largo de los años, hasta ser actualmente una ciudad moderna, sin apenas interés turístico, exceptuando el Bulevar, como decimos, verdadera frontera invisible de ambas comunidades y una de las protagonistas durante la guerra. En esta larga avenida se pueden ver aún edificios destrozados durante la contienda, lo que nos dará una espeluznante idea de lo que se vivió aquí, hay que recordar que todo el perímetro del Bulevar acogió durante el conflicto bélico una guerra de trincheras entre ambos bandos.

En el capítulo de la movilidad, para llegar hasta Móstar tienes varias opciones: conducir, volar o venir en autobús. Si decides venir en coche te diremos que las carreteras en Bosnia y Herzegovina están bastante bien y son seguras, aunque los conductores de este país conducen mucho peor que en el resto de Europa, con adelantamientos imposibles con líneas continuas o una velocidad muy superior a la marcada en la vía, pero con un poco de sentido común y paciencia todo irá bien.

Si vas con tu propio coche no olvides la carta verde o “green card” que indica que el coche también tiene un seguro válido en este país, además ten en cuenta que cruzar la frontera en época alta podría llevarte bastante tiempo, aunque tenemos que decir que nosotros tardamos apenas diez minutos en cruzar desde Croacia a Bosnia y Herzegovina. Pero en el sentido contrario, es decir de Bosnia y Herzegovina a Croacia, la cosa cambió, tardamos muchísimo más y miraron nuestro coche y nuestras pertenencias de arriba abajo. Si lo tuyo son los aviones, entonces debes saber que el Aeropuerto Internacional de Móstar se encuentra a unos 10-15 minutos en automóvil hasta el centro de la ciudad. Finalmente, si eliges el autobús, una buena opción es venir hasta aquí con un bus regular, incluso desde alguna ciudad de Croacia (especialmente Dubrovnik y Split) se ofertan diferentes excursiones de un día.

Cambiando de tema, en el plano gastronómico es evidente las influencias otomanas y austrohúngaras en los platos típicos del país, gracias a lo cual se consiguieron recetas en las que se fusionan los sabores tanto de oriente como de occidente. En la cocina bosnia se utilizan especias en cantidades moderadas, las salsas consisten principalmente en zumo vegetal natural, como el Ajvar (salsa de pimientos rojos combinada con berenjenas asadas, ajo, aceite y vinagre); entre los ingredientes que más se utilizan se encuentran los tomates, patatas, cebolla, ajo, pepino, etc.…. En Móstar podemos degustar algunos de sus platos más famosos, como por ejemplo el Ćevapi, consiste en rellenar un pan tradicional, conocido como Somun o Lepinja (pan plano levantado con levadura parecido a la pita) con unas salchichas pequeñas hechas de carne de ternara o res y cocinadas a la parrilla. Pero si lo tuyo no es el Ćevapi, también puedes encontrar otros bocadillos deliciosos, como el kebab que utiliza el típico rulo de carne y servido en un bollo tradicional cocinado al estilo bosnio, que al tacto resulta muy suave.

Más platos típicos: Ražnjići o brochetas de carne a la parrilla; una especia de hamburguesa llamada Pljeskavica; un guiso de carne y verdura llamado Đuveč; el Burek hecho con masa filo que se sirve normalmente para desayunar o almorzar y que puede estar relleno de queso, verdura, carne, etc.… En cuanto a las bebidas, por supuesto que el té y el café son tradicionales y muy buenos aquí. La cerveza, o en el idioma bosnio “pivo”, cuenta con su marca local, la Mostarsko, pero también puedes encontrar otras típicas de Bosnia y Herzegovina como la Sarajevsko, la Karlovačko o la Hercegovačka. Nosotros probamos algunas de ellas y podemos decir que sus sabores nos resultaron muy suave, con una graduación de alcohol del 5%.

¡Buen viaje y felices experiencias!

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