CRÓNICAS DE BRUSELAS

Un poco de Historia...

El nombre de Bruselas proviene de la palabra "Broucsella", que significa "Casas en los Pantanos". Los orígenes de esta ciudad no están claros, ya que, aunque oficialmente fue fundada en el año 979, ya se hacía mención de unos acontecimientos acaecidos en este lugar en el año 695 en unos documentos del siglo X.

En el siglo XI la zona era de los condes de Lovaina (más tarde duques de Brabante), que ordenaron construir un palacio y una iglesia en Coudenberg. Entre los siglos XII y XIV, la artesanía se desarrolló notablemente haciendo que la zona adquiriera libertad municipal, salvaguardada por tres perímetros de murallas.

En 1430 la ciudad se convirtió en la capital del Ducado de Brabante, bajo Felipe el Bueno. En 1515, Carlos V convirtió a Bruselas en la capital de los Países Bajos. Es curioso que en ella fuera nombrado emperador en el 1516 y en ella firmara también su abdicación en 1555.

Llegó Felipe II, que hizo que la ciudad empeorara por culpa de su gobierno contra reformista, le siguieron siglos de crisis, hasta que el 24 y 25 de agosto de 1830 los ciudadanos de la ciudad se levantaron en armas, y el 21 de Julio de 1831 subió al trono Leopoldo I de Sajonia-Coburgo, iniciándose así la dinastía de los monarcas belgas.

QUE VER EN BRUSELAS / DIARIO DE VIAJE

Como ya hemos comentado en la sección de “conclusiones”, nuestro viaje a Bruselas fue una visita básica, de dos días, pero esta ciudad se merece muchas más jornadas para tener una visión mucho más amplia. A nosotros se nos quedó en el tintero muchos de los sitios que hay que ver en Bruselas, por ejemplo, el distrito europeo, donde están todas las instituciones de la Unión. Así pues, la siguiente guía debe tomarse para hacer un recorrido básico de un día y medio o dos, aunque recomendamos al menos dedicar tres días.

Dia 1: nosotros comenzamos el primer día en una de las plazas más bellas que hemos visitado, la Grand Place, donde se puede visitar el Hôtel de Ville- Stadhuis, además de la Maison de l'Arbre d'Or que alberga el Musée de la Brasserie-Biermuseum, dedicado a la historia de la cerveza, o el Maison du Roi que cobija el Museé Communal/ Museum van de stad Brussel.

Desde ese punto neurálgico recorremos el centro histórico, viendo uno de los símbolos de la ciudad como es el Manneken Pis. Después recorremos la zona del Boulevar Anspach, en el que vemos la Iglesia de St-Nicholas/ St- Niklaas, la Bourse/ Beurs o Bolsa, Jeanneke Pis (la versión femenina del Manneken Pis), y las Galeries Royales Saint-Hunbert.

Continuamos con la zona de Albertine Plein, en cuyos alrededores destacamos la iglesia gótica de la Madeleine/ Magdalena Kapel, la Galerie Bortier o la propia plaza de l´Albertine/ Albertine Plein, a partir del cual comienza el Mont des Arts, donde se encuentran los grandes museos, los cuales no nos dará tiempo a verlos en el día de hoy, por lo que es conveniente volver al día siguiente. Así, para aprovechar al máximo nuestra estancia, ponemos rumbo a la cercana Cathedrale St-Michel et Ste-Gudule, cuya visita es más que recomendable.

Dia 2: comenzamos la jornada volviendo al Mont des Arts para ver alguno de los museos que lo componen: el Musée de l'Imprimerie, el Musée des instruments de musique (MIM), el Musée Antoine Wiertz, el Musée Constantin Meunier, etc., pero el museo que más destacamos es el que engloba a los Musées Royaux d´Arts et Histoire. Podemos pasar prácticamente todo el día viendo museos, eso a gusto del viajero, pero lo ideal sería poner el broche al día tomando el transporte público para visitar el icónico Atomium.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

Nosotros hicimos una ruta lineal en tren con salida y vuelta desde /a Bruselas, visitando sitios como, además de la propia Bruselas, Gante y Brujas. Somos conscientes de que este recorrido por Bélgica es muy básico, incluso en la capital belga hemos dejado para otro viaje monumentos importantes como las Casas Principales del arquitecto Víctor Horta o el palacio Stoclet. Aún así, este viaje ha sido precioso, todas las ciudades que hemos visitado están sacadas de un cuento de hadas, así que esta ruta la recomendamos sin dudarlo.

Centrándonos en nuestra estancia en Bruselas, lo que más nos ha gustado de este viaje básico ha sido, como no, la Gran Plaza de Bruselas y, si vas en Navidad, no te pierdas el espectáculo de luz y sonido en la misma. El Atomium también nos ha sorprendido mucho, más aún, cuando no lo esperábamos tan grande, reacción contraria nos produjo el Manneken Pis, que no lo esperábamos tan pequeño.

Y es que el Mannenken-Pis es más pequeño de lo que parece en las fotos, llegando a decepcionar a muchas personas, incluso en el lugar habían otras personas hispano hablantes que exclamaban a la vez que preguntaban: ¡¡¿eso es el Manneken-Pis?!!. Nosotros no llegamos a decepcionarnos porque ya íbamos preavisados, pero sinceramente no nos lo esperábamos así de pequeño.

Es curioso ver cómo las autoridades de Bruselas dan uso a muchas paredes dándole un toque especial y muy de tebeos o comics, es el caso de un mural que se encuentra en la rue Bon Secours, donde vemos una escena de André-Paul Duchâteau y Tíbet.

Nosotros comimos muy barato en diferentes restaurantes turcos y griegos, donde los kebabs y los gyros, respectivamente, son ricos y abundantes, lo malo (o lo bueno, según se mire) es que en algunos turcos no ponen alcohol y venir a Bélgica y no probar una cerveza es casi un pecado, puesto que tienes en donde elegir entre alrededor de 500 variedades.

¡Buen viaje y felices experiencias!