CATEDRAL DE SAN MIGUEL Y SANTA GÚDULA

El origen de este edifico hay que buscarlo sobre el año 1000, cuando aquí había una capilla dedicada a San Miguel. Después se amplió cuando, en el año 1047, el duque de Brabante trajo el cuerpo de Santa Gúdula, pasándose a llamarse catedral de San Miguel y Santa Gúdula.

En el año 1200 se levantó una iglesia románica y no tardó en quedarse pequeña. En el siglo XIII, el edificio fue restaurado en estilo gótico. El coro fue construido entre 1226 y 1276, mientras que la fachada fue completada a mediados del siglo XV. Actualmente la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es sede de la archidiócesis de Bruselas.

En su interior, más sobria del que cabría esperar debido a que fue saqueada en varias ocasiones, destaca el coro con su sillería y las grandes esculturas de los apóstoles situadas cada una en una columna de la nave central, a cuya derecha se encuentra un púlpito barroco tallado en madera en el 1699, además de conservar todavía los confesionarios de roble del siglo XVII. También hay que destacar el órgano Grenzing con más de cuatro mil tubos y cuatro teclados.

Mención aparte merece el llamado Tesoro de la catedral, el cual está alojado en la Capilla del Santísimo Sacramento, cerrado por un pórtico de hierro forjado del siglo XVIII. En él podemos ver diferentes piezas litúrgicas y religiosas, como cruces, retablos, túnicas, cálices, etc… En la mencionada capilla destacamos las vidrieras del 1540 que se diferencian del resto del templo por tener una mayor longitud.