Cracovia considerada el corazón de Polonia, es una ciudad que guarda multitud de rincones medievales y renacentistas, no en vano, es una de las pocas ciudades de polacas que apenas sufrió daños durante la II Guerra Mundial. Por ello la ciudad vieja está incluida en la lista Patrimonio de la Humanidad. Y precisamente, si lo que te gusta es la historia de esa guerra, aquí mismo hubo un gueto judío, varias sinagogas o la fábrica real de Oskar Schindler, por poner algunos ejemplos. Si lo tuyo es el turismo religioso Cracovia también es tu destino, debida a la estrecha relación que tuvo con el papa santificado Juan Pablo II. Relájate y viaja con nosotros a este bello lugar, la ciudad más bella de Polonia según algunos, y ¡empápate de su historia, leyendas y misterios!
Nuestra visita: | Mayo de 2003. |
Idioma Oficial: | polaco. |
Moneda: | Złoty Euro €. |
Población 2010: | 757.500 hab. |
Superficie: | 326,8 Km². |
Prefijo telefónico: | +48 12. |
Webs oficiales: | krakow.pl |
Los primeros asentamientos estaban situados en dos colinas: la Krakus al sur y la Wanda al este. Probablemente durante el siglo VII la ciudad fue fundada por el rey Krak, de la tribu de los vislanos. Si bien, es mencionada por primera vez en un documento del 965 en el que es descrita por un comerciante árabe de Córdoba.
En el año 1000 ya había un castillo de madera en la colina de Wawel y 18 años después, los Piast hicieron que la ciudad fuera sede del episcopado y por tanto se construyó la primera catedral. En 1038 el rey Kazimierz I Odnowiciel convirtió a Cracovia capital del reino de los Piast. Los siguientes siglos hicieron que la ciudad, ya fortificada, tuviera un gran auge económico, a pesar de los continuos ataques de tártaros y bohemios.
El rey Wladyslaw I Lokietek fue el primer rey en ser coronado en la catedral, a partir de entonces todos los reyes de Polonia se coronaron aquí hasta el 1764. Durante el reinado de Casimiro el Grande (1333-1370) que fundó la Universidad, dio comienzo la Edad de Oro de Polonia y Cracovia. Sin embargo, la decadencia de la ciudad comenzó cuando Zygmunt III Waza decidió trasladar la capital a Varsovia (1596 y 1611).
Entre 1655 y 1657 la ciudad, después del asedio sueco, pasó a formar parte del Imperio Austrohúngaro, pasando a ser independiente después del congreso de Viena en 1815, dándole más oxígeno a la ciudad, con lo que tuvo una pronta recuperación, la cual se vio interrumpida por la revolución de 1846, tras lo que la ciudad volvió a formar parte de los Habsburgo. Con el dominio austriaco, la ciudad volvió a convertirse en un importantísimo centro cultural y artístico.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobernador general alemán Hans Frank instaló su cuartel general en Wawel. Los alemanes provocaron las bajas de cientos de miles de civiles, sobre todo judíos. La parte positiva es que la ciudad mantiene actualmente el trazado que tenía en la segunda mitad del siglo XIII, cuando se llamaba Planty, teniendo escasos daños durante dicha guerra.
Cracovia es una de esas ciudades señoriales, con encanto y personalidad, pero no sólo tiene esas cualidades, también es una zona llena de vida gracias a su condición de villa universitaria. Si visitamos Cracovia, también debemos plantearnos añadir un día más para visitar el infame campo de concentración de Auschwitz. La visita de la ciudad la proponemos en dos jornadas.
Dia 1: comenzamos nuestro recorrido entrando a la Ciudad Vieja o Stare Miasto a través de la calle de Florianska, donde visitaremos la Brama Florianska y alrededores, así conoceremos más, no sólo sobre el antiguo sistema defensivo, sino también de la Arsenal Miejski, Barbacana, el Pomnik Grunwaldzki (monumento conmemorativo de la batalla de Grunwald) o varios palacetes de la Plac Swietego Ducha, como el Teatr Juliusza Slowackiego (Teatro Juliusz Slowacki). A un tiro de piedra se encuentra el Czartoryski Museum, uno de los museos privados más importantes de Europa.
Posteriormente iniciamos el paseo por la calle Grodzka, antiguo camino real de los monarcas polacos donde se suceden importantes edificios como el Pałac Wielopolskich (Palacio Wiolopolski), la Kosciol sw. Franciszka (Iglesia de San Francisco), el Collegium Juridicum, la Kosciol sw. Petro i Pawla (iglesia de san Pedro y San Pablo), la Kosciol sw. Andrzeja (iglesia de San Andrés), la Kosciol sw. Idziego (iglesia de San Egidio), etc. Por fin llegamos a uno de los sitios más importantes de Cracovia: la colina de Wawel, donde destaca, entre otros, el Castillo Real y la Catedral, además de los restos de su sistema defensivo.
Dia 2: la mañana de este segundo día la empezamos en el corazón de la Ciudad Vieja: Rynek Glówny, aquí destaca el Sukiennice o Mercado de los Paños, la Wieza Ratuszowa o Torre del Ayuntamiento, la Kosciol Mariacki o iglesia de Santa María, la pequeña Kościół św. Wojciecha o Iglesia de San Adalberto, además de diferentes edificios alrededor de la plaza, como el Palac Potockich (Palacio Potocki), la Kamienica Hetmanska (Casa Hetma), la Kammienica "Pod Jaszczurami" (Casa de los Lagartos), la Kamienica Szara (Casa Gris), etc., etc.…
A la plaza desemboca multitud de calles, de las que destacamos la Ulica swietego Jana y la ulica Florianska por un lado, y por otro, en la zona noroeste de la Rynek Glówny, la Ulica Szczepanska y la Ulica swietej Anny, todas estas calles poseen bonitos e importantes edificios. El medio día y la tarde lo podemos dedicar a visitar la fábrica real de Oskar Schindler y el barrio judío, el de Kazimerz. En esta zona se encuentran las sinagogas como la de Tempel, la de Kupah, la de Izaaka, la Wysoka, la Stara, la Poppera y la de Remuh, además del cementerio de Nowy cmentarz żydowski, entre otros.
Si vas a Polonia, por fuerza debes visitar esta ciudad, derrocha historia en cada esquina, más aún si te gusta la II Guerra Mundial, con la fábrica de Schindler como mejor ejemplo, y es que, si ves la película y vienes a Cracovia, todo empieza a tomar vida, ya que te encuentras donde originalmente la historia se desarrolla.
Lo que más nos ha gustado ha sido la plaza de Rynek Glówny, auténtico corazón de la ciudad, por su vida y por su arquitectura. También nos ha gustado la colina de Wawel, donde nos ha sorprendido enormemente la Kosciol Katedralny sw. Waclawa i sw. Stanislawa Biskupa, es decir la Catedral de San Wenceslao y del obispo San Estanislao, por los edificios y estilos superpuestos que la componen.
Por supuesto, un paseo por el centro de Cracovia es más que recomendado, nos ha gustado mucho la zona de Brama Florianska y alrededores, es muy placentero caminas cerca de la antigua muralla donde se apoyan y suceden las obras pictóricas de los artistas, dándole al barrio un cierto aire bohemio.
Por cierto, no hay que olvidar que desde esta ciudad se toman los medios de transportes que la conectan con el campo de concentración de Auschwitz. La manera más rápida y económica es el autobús, que salen de la estación de Dworzec MD. La ventaja sobre el tren es que te dejará muy cerca de la puerta del campo de Auschwitz, mientras que el ferrocarril te dejará a dos kilómetros de la entrada. El autobús, hace la ruta en aproximadamente una hora y media.
La comida aquí es buena y económica y, como siempre decimos, hay alternativas como los omnipresentes restaurantes de comida rápida. Pero la gastronomía polaca es rica y buena, con lo que te recomendamos que la pruebes para seguir conociendo mejor la cultura de este país. Y como no, riega tu plato con una buena cerveza polaca, más suave que la alemana. Además, dispones, al igual que en la mayor parte del país, del tradicional y económico knysza, la variante polaca del kebab de carne y verdura, muy popular en Cracovia.
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