AUSCHWITZ (OŚWIĘCIM)


Los campos de exterminio se construyeron durante la II Guerra Mundial por el régimen nazi para asesinar a judíos, gitanos, prisioneros de guerra, discapacitados, etc. y como decimos, estos campos fueron creados, a diferencia de los campos de trabajo de esclavos donde las personas morían por inanición y malos tratos, exclusivamente para el asesinato de personas. Bajo la denominación de “Endlösung” o solución final se conoce a la idea nazi de aniquilar completamente a los judíos de toda Europa. Seis de los siete campos de exterminio alemanes se encuentran en territorio polaco, donde destaca por su frenética actividad durante la guerra, Auschwitz, incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1979.

¡¡¡Bienvenidos a Auschwitz!!!


Datos:
Nuestra visita: Mayo de 2003.
Idioma Oficial: polaco.
Moneda: Złoty Euro €.
Prefijo telefónico: +48 33.
Webs oficiales: auschwitz.org


CRÓNICAS DE AUSCHWITZ


Un poco de Historia...

Una visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (en alemán Konzentrationslager Auschwitz-Birkenau, en polaco Oświęcim-Brzezinka) es una visita al dolor, al genocidio, al sufrimiento de millones de personas que no entendían por qué les pasaba aquello. El campo de concentración Auschwitz-Birkenau es un complejo formado a su vez por diversos campos, los más famosos por su fatídica actividad son: Auschwit I, Auschwitz II (Birkenau) y Auschwitz III.

Este complejo fue abierto por Himmler en 1940 y dirigido por Rudolf Hess, quien, como dato curioso, fue capturado por los aliados y condenado a muerte en la horca en 1947 delante del crematorio de Auschwitz I. La primera constancia de la existencia de este campo por parte de los aliados se la debemos a un avión de reconocimiento del 60º Escuadrón del Ejército Británico que fotografió la zona casualmente, mientras buscaba su objetivo principal: la factoría de combustible de Oświęcim (Auschwitz).

Posteriormente, en agosto de 1944, se grabó la zona desde menos altura, donde se veía claramente la actividad del campo en cuanto a pasajeros bajando de un tren, grupos de prisioneros y chimeneas con humo. A pesar de ello, los aliados tenían conocimiento de esos campos de concentración y exterminio desde finales de 1942.

Este campo de concentración fue finalmente liberado el 27 de enero de 1945 por el ejército soviético quienes contabilizaron hasta un total de cuatro millones de víctimas, cifra que chocaba frontalmente con las investigaciones de los juicios de Núremberg. Esa cifra se redujo a partir de 1990 entre un millón doscientas mil a un millón y medio de víctimas.

El Auschwitz primigenio fue creado para concentrar a las personas disidentes como opositores al régimen, intelectuales, comunistas, delincuentes comunes, etc., como Dachau y otros campos de Alemania en los años 30. Un año después se acogió a los prisioneros judíos en la famosa "solución final", ya que en primera instancia querían mantenerlos lejos de Alemania y no matarlos a todos. Para ello en su "Gran Alemania ideal", dividirían Polonia en dos partes, una anexionada al Reich como un land más, que sería repoblada por arios puros y la otra, más alejada, donde concentrar las razas inferiores como los eslavos, polacos y sobre todo los judíos bajo control, y que serían la mano de obra, junto a una zona de Rusia.

Pero los acontecimientos militares del este no permitieron a los nazis conseguir ese espacio para ubicar a los judíos, mientras éstos, hacinados en guetos en Lodz, Cracovia y Varsovia, era un gran problema debido a la falta de alimentos y a las posibles enfermedades que podían contraer los alemanes debido a los numerosos fallecidos, lo que ocasionó que se buscase una solución drástica a la cuestión judía mediante el exterminio total en los campos de concentración, siendo Auschwitz el mayor de ellos.

Pronto, los mismos presos tuvieron que construir otro nuevo campo, Auschwitz II-Birkenau, y las cámaras de gas y crematorios, de donde se utilizaba las cenizas de los cadáveres (más de un millón) para abonar los campos de los alrededores. El ritmo de gaseamiento se intensificó en el verano de 1944, cuando los alemanes veían que estaban perdiendo la guerra, de tal forma que se llegó a asesinar a diez mil personas al día. Auschwitz también es famoso, desgraciadamente, por los experimentos del Dr. Mengele en el barracón 14, y llegó a hacer operaciones sin anestesia, de quemar vivos a 300 niños, de exponer a los presos a los ratos X, etc... El campo fue abandonado a finales de enero de 1945, no sin antes intentar destruir el mayor número de pruebas posibles.

Hablemos de números, a continuación, enumeramos los judíos asesinados en Auschwitz de mayor a menor y según nacionalidad: 438.000 húngaros, 300.000 polacos, 69.114 franceses, 60.085 holandeses, 55.000 griegos (gran parte de ellos judíos sefarditas españoles), 46.099 checoslovacos y moravos, 26.661 eslovacos, 24.906 belgas, 23.000 alemanes y austriacos, 10.000 yugoslavos, 7.422 italianos… Lista de asesinados en Auschwitz no judíos: 70.000 prisioneros políticos polacos, más de 20.000 gitanos, 10.000 prisioneros soviéticos, alrededor de 6.000 homosexuales, entre 2.500 a 5.000 testigos de Jehová y una larga lista de miles de personas enviadas aquí por otros motivos...

De especial mención dentro de las "minorías" es la historia de los homosexuales: la matanza de éstos fue silenciada durante casi cinco décadas después de haber terminado la guerra, porque la condición homosexual continuó siendo ilegal en la ex Alemania Occidental hasta los años sesenta. El testimonio de los homosexuales era socialmente inaudible, peligroso e imposible durante esas décadas y hubo que esperarse hasta 1986 cuando se empezó a reconsiderarse el caso. A pesar de ello, los homosexuales no fueron reconocidos oficialmente como víctimas del nazismo hasta los inicios del siglo XXI. En cuanto a oficiales alemanes relacionados directamente con el campo, muchos fueron condenados a muerte, como Rudolf Hess, otros, como el Dr. Mengele se escapó y vivió en diversos países de Sudamérica hasta su muerte a mediados de los años 80.


Mapas genéricos de Auschwitz:







QUE VER EN AUSCHWITZ / DIARIO DE VIAJE


Antes de iniciar el viaje al campo de concentración lo primero que debes hacer es reservar tu ticket de entrada en la web oficial. Una vez dentro de la página verás que tienes dos opciones: pagar para que un guía os haga el recorrido por el recinto (los hay en español) o reservar una entrada gratuita para ir por libre. En este último caso debes observar que los tickets gratuitos se encuentran al final de la web y se identifica como “Tour for individuals without an educator”, normalmente corresponden con los tickets de la tarde a partir de las 16h.

Normalmente la visita al campo de concentración de Auschwitz se realiza como complemento al viaje realizado para ver Cracovia. Si es tu caso, tienes dos opciones: o contratar un tour o ir por libre, en ese último caso, desde esa ciudad puedes tomar un autobús o minibús, que parten cada 20 minutos aproximadamente, de diversas compañías que salen desde la estación principal y que realizan la ruta en dirección a Oswiecim, para tu tranquilidad, recomendamos que le pidas al conductor que te avise en la parada “Oswiecim Muzeum/Auschwitz Muzeum”. Otra opción es el tren, el cual te dejará en la estación situada a unos 25 minutos a pie del campo de concentración, aunque siempre puedes tomar un taxi.

Una vez en el campo principal o Auschwitz I, el recorrido debe hacerse siempre con respeto y entendiendo que estamos visitando un lugar donde perdieron la vida miles de personas. El bloque 11 es la barraca más conocida, por albergar el llamado Muro de la muerte, donde fueron ejecutados miles de prisioneros. El recorrido por este campo te llevará alrededor de 3 horas.

Después el viajero tendrá la opción de acercarse a Auschwitz II - Birkenau, a unos dos kilómetros del campo original. Para ello existen autobuses lanzadera que son gratuitos que unen ambos campos de concentración, con una frecuencia de alrededor de treinta minutos, y cuyo trayecto se realiza en unos 10 minutos aproximadamente.

El paseo por Birkenau es menos denso que en aquel primero, puesto que fue arrasado por los nazis para borrar las huellas del genocidio, aun así merece la pena verlo. Se mantiene en pie la imponente entrada principal con su torre de vigilancia y las vías del tren pasando por debajo, además quedan los restos de los crematorios y cámaras de gas, reconstrucciones de barracones de madera, y alguna exposición. Por ello, el recorrido de este campo te podrá llevar alrededor de una hora u hora y media.

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CONCLUSIONES E IMPRESIONES:


Llegamos a Auschwitz desde Cracovia, para ello cogimos un minibús en la estación de autobuses, su horario es bastante amplio, por lo que no tendrás problemas tanto para ir como para venir. El precio del ticket de entrada a Auschwitz I o Auschwitz II-Birkenau es totalmente gratuita, no así el servicio de guía. Si te decides por la opción del guía te recomendamos que reserves con al menos dos semanas de antelación, lo puedes hacer desde la web del museo de Auschwitz.

La visita del campo de concentración requiere preparación mental y psíquica, puesto que, al ser un monumento dedicado al dolor, donde miles de personas encontraron la muerte, es eso precisamente lo que veremos, dolor y desolación. Por eso si realizas la visita con un menor infórmale previamente de lo que allí encontrará.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el respeto que debemos tener a este lugar, debido a su condición de monumento al dolor y de lugar donde murieron más de un millón de personas. Debemos tener en cuenta que, como turistas, tenemos la responsabilidad de realizar la visita con el mayor respeto posible al recinto.

Ya la entrada al recinto no te deja indiferente cuando lees el famoso e infame lema, “el trabajo nos hace libres”, que daba la “bienvenida” a los prisioneros. También impresiona muchísimo esos espacios llenos de gafas, maletas, cabello, cacerolas, etc.…, te haces una idea mucho más exacta de la cantidad de personas que han sido asesinadas aquí, la expresión de “una imagen vale más que mil palabras”, en estos espacios llega a su máximo significado. A decir verdad no hay nada en este campo que cause indiferencia: los barracones, las letrinas, las barracas, el muro de la muerte… todo desprende una energía especial, llena de dolor, de desesperanza… de deshumanización al fin y al cabo…

Al final sales del campo de concentración un tanto triste y algo raro ronda en tu estómago. No hay respuesta ante tanta barbarie y poca piedad para esas personas inocente cuyo único pecado fue ser judío, polaco, homosexual, etc... Sólo deseamos que nunca olvidemos lo que aquí pasó para que nunca más se vuelva a repetir y podamos darnos cuenta que en este planeta todo el mundo tiene cabida, y que siempre deba primar el respeto al otro.

¡Buen viaje y felices experiencias!

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