CRÓNICAS DE MAASTRICHT

Un poco de Historia...

Los orígenes de la actual Maastricht se remontan a los tiempos de los romanos allá por el año 50 A.C., cuando se fundó el municipio llamado "Traiectum ad Mosam" o en cristiano "Paso del Mosa". Posteriormente en el siglo IV San Gervasio creó aquí una diócesis, que se mantuvo hasta que San Lamberto la transfirió a Lieja (Bélgica).

Después fue residencia de los reyes francos que gobernaron Maastricht conjuntamente con el duque de Brabante y el príncipe-obispo de Lieja hasta 1795. En los siglos XIII hasta XV Maastricht floreció, gracias a la industria del textil. Esto provocó que su expansión fuera tan fuerte que hubo de equipar con un segundo perímetro de murallas a la ciudad. Su posición estratégica fue el motivo por el que Maastricht sufrió muchísimos asedios. Con lo que la ciudad fue ocupada 19 veces (por Austria, España y Francia) con diferentes resultados.

Y como dato curioso en el año 1673, en que se produjo la ocupación francesa (al mando del mismo Rey Sol de Francia, Luis XIV), murió entre sus murallas el archiconocido capitán d´Artagnan, siendo enterrado supuestamente en una iglesia de la periferia de Maastricht, ya desaparecida.

Maastricht era una provincia francesa hasta que en el año 1830 pasó a pertenecer a Holanda definitivamente, tras la derrota de Napoleón en Waterloo. En aquel entonces Bélgica y los Países Bajos eran un sólo reino, pero tras una lucha que duró desde 1830 hasta 1839, provocó la división de los dos países.

QUE VER EN MAASTRICHT / DIARIO DE VIAJE

Maastricht es una de esas ciudades fáciles de visitar, al ser una villa sin apenas pendientes y bastante llana. Para poder tener una visión muy amplia, vamos a recomendar dos días para la visita a la ciudad y media mañana para ir a Sint Pietersberg.

Dia 1: la primera jornada la comenzaremos recorriendo el tramo más importante que quedan de las antiguas murallas medievales, llamadas Walmuur, en las que veremos tanto la famosa Helpoort como la curiosa estatua de bronce de D'Artagnan. Enseguida nos introducimos al interior del Jekerkwartier, el casco antiguo de Maastricht. Así, veremos la zona de Stokstratwartier, el Natuurhistorisch Museum, la iglesia Minderbroederskerk (que acoge el Centro de Historia Regional de Limburgo), el Bisschopsmolen o Molino del arzobispo, la escultura de bronce del niño Pieke con su perro Maoke, el Museo Derlon, etc…

Visita obligada es la Onze Lieve Vrouwekerk o Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. Podemos completar el día visitando otros sitios de interés, como la Muntstraat, bonita calle comercial donde terminar la jornada.

Dia 2: el segundo día empieza visitando la Vrijthof o Plaza de Armas, alrededor de la cual se reparten edificios importantes como el Spaans Gouvernement, la iglesia protestante de Sint-Janskerk y su torre roja y la impresionante Sint-Servaasbasiliek o basílica de San Servasio. Después llegamos a la bonita Markt, en la que se encuentra la estatua de Johannes Petrus Minckelers equipado con el fuego eterno, el Standhuis o Ayuntamiento, la iglesia de Sint Matthias, etc.. Podemos poner el broche al día paseando por las orillas del río Mosa para ver, entre otros, el Sint Servaasbrug o puente de san Servacio y el Bonnefantenmuseum.

Dia 3: esta media jornada lo vamos a dedicar completamente a la visita de la zona de Sint Pietersberg o montaña de San Pedro, donde se sitúan una impresionante red de túneles de antiguas minas y un fuerte, entre otras cosas.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

Estamos en los Países Bajos y eso se nota en el ambiente joven y en los cofee shops, tan característicos de este estado. Hay que decir que estos establecimientos no son tan impresionantes como los de Ámsterdam, pero quien quiera ir a fumar alguna de las hierbas legales no tendrá mayor problema.

Para poder visitar bien Maastricht recomendamos al menos dos días y medio, incluyendo las visitas a los túneles de Sint Pietersberg que se encuentran en las afueras de la ciudad.

La zona vieja de Maastricht nos ha gustado mucho y quizás lo que más nos ha dejado la boca abierta ha sido la fachada de la iglesia de Nuestra Señora. Los túneles y fortaleza de Sint Pietersberg también son muy recomendables, pero son difíciles de localizar ya que el bus te deja en una calle y desde ahí debes ir preguntando a las pocas personas que te vas encontrando.

Te aconsejamos que te alojes muy cerca del centro, pues nosotros lo hicimos algo alejados y teníamos que coger un taxi para poder llegar al centro. Lo bueno es que el hotel expedía tickets con lo que cada trayecto sólo costaba 4€, pero insistimos, merece la pena alojarse si no en el centro, lo más próximo posible, pues así ahorrarás tiempo y dinero.

¡Buen viaje y felices experiencias!