Se trata de uno de los museos más grandes de la India que alberga más de dos mil piezas que están datadas desde la era prehistórica hasta obras de arte modernas, cubriendo una línea temporal de alrededor de cinco mil años. El origen de este espacio expositivo hay que buscarlo en 1946, cuando el Comité Gwyer estableció la base a partir de la cual crecería como museo nacional. En 1949, gracias al éxito de la exposición celebrada en la Royal Academy de Londres y más tarde en Rashtrapati Bhawan, se estableció definitivamente como museo.
Así, el edificio de este espacio expositivo se comenzó a levantar en mayo de 1955, cuando Jawaharlal Nehru colocó la primera piedra, abriéndose definitivamente al público en el año 1960. El edificio también alberga el Instituto del Museo Nacional de Historia del Arte, Conservación y Museología, que se estableció en el año 1983. Este ente ahora funciona como una universidad reconocida desde el año 1989, en el que se estudian varias carreras de doctorado y maestría.
En el Museo Nacional de la India hay 16 departamentos basados en las piezas y colecciones con que cuenta el museo: arqueología prehistórica, arqueología, manuscritos, numismática y epigrafía, pinturas, armas y armadura, artes decorativas, antigüedades de Asia Central, arte precolombino, joyas, antropología, educación, relaciones públicas, publicación, conservación y visualización. Además, el museo cuenta con una veintiuna de galerías en las que se reparten las colecciones de los diferentes departamentos, las cuales iremos recorriendo.
Antes de acceder al edificio del museo propiamente dicho merece la pena pasear por el jardín situado tras las puertas de acceso exteriores y ver las copias de obras grandiosas importantes de la India, como es el pilar de Akbar de Diwan-i-Khas originalmente ubicado en Fatehpur Sikri, o una columna de Ashoka que es la copia de una que se encuentra en Lauria Nandangarh que perteneció a una serie de pilares monolíticos dispersos por el subcontinente indio, con inscripciones de edictos del tercer emperador maurya Ashoka el Grande, que reinó desde 268 a.C. al 232 a.C. El mismo emperador también grabó edictos en rocas, como el molde de metal aquí representado de una de ellas, denominado los edictos de Girnar.
Ahora sí entramos ya al interior del edificio y vemos que un pasillo circunda el patio central que es uno de los elementos arquitectónicos más característicos del edificio. Efectivamente, en cada piso, circuncidando el patio central, discurren las llamadas rotondas que dan acceso al resto de salas expositivas, que exhiben esculturas y piezas de diferentes dinastías y períodos, algunas de las cuales son colosales y obras maestras. Comenzamos en la planta baja, cuya primera parte del pasillo circular es conocida como Anubhav Gallery que consiste en la exposición de 22 réplicas de piezas cuidadosamente seleccionadas de la vasta colección del museo, las cuales se pueden tocar, siendo una experiencia muy buena no sólo para invidentes, sino también para el resto de personas, disfrutando así de las piezas de una manera diferente. Por ejemplo, la réplica de la estatua del siglo XIII de Surya, el dios del sol, que una vez formó parte del 'garbhagriha' o el sanctum sanctorum del Templo Konark en Orissa.
También destaca, entre otras muchas, la réplica la escultura de Yaksha (dios menor adorado tanto en el panteón budista como en el hindú que personifica el mundo natural) que presenta rasgos enanismos y una amplia sonrisa que revela su hilera de dientes, lo que indica que es amigable y benigno. Destaca, por ser raro en la escultura antigua, la inscripción que contiene en la muñeca derecha en la que se puede leer el nombre de un orfebre: Kanhadasa. Ahora sí vamos a visitar las diferentes salas que conforman este museo, para ello dividiremos la presente guía en planta baja, primera planta y segunda planta (pincha en cada una de ellas para visitarlas).
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