Antaño el área de esta plaza pertenecía a la sección norte de las murallas de la ciudad, a lo largo de las cuales se construyó un Castillo Imperial en la segunda mitad del siglo XIII. En el siglo XVII aquel decadente castillo, junto con otras edificaciones y áreas adyacentes, fueron transferidos por el emperador Leopoldo I a la orden de los jesuitas con el objetivo de que establecieran aquí una iglesia y una escuela. Pronto, la que fue una fortaleza resultó ser demasiada pequeña para las necesidades escolares, por lo que fue demolido y en su lugar se levantaron, en el siglo XVIII, nuevos edificios, como el edificio principal de la Universidad (Collegium Maximum) en estilo barroco y una nueva iglesia en el lugar del ala sur del desaparecido castillo. En el 1728, en el lado norte de la plaza, se construyó un colegio jesuita, posteriormente transformado en academia.
En 1904 se inauguró en el centro de la plaza la fuente Szermierz, constituida por una escultura de bronce de un joven espadachín desnudo, obra de Hugo Lederer, profesor de la Academia de Bellas Artes de Berlín. Entre los estudiantes corre una leyenda que dice que el espadachín en verdad es una representación del autor del proyecto, el cual, durante sus estudios en Breslavia, fue emborrachado por otros estudiantes, perdiendo no sólo el dinero, sino también la ropa. La leyenda dice que aquellos estudiantes sólo le permitieron llegar una espada, la cual simboliza el honor masculino y la nobleza.
Junto a la fuente se levanta imponente el edificio principal de la Universidad (Collegium Maximum), cuya fachada mide 171 metros de longitud. Los primeros fondos para su construcción provinieron del emperador Leopoldo I, continuando con la financiación sus respectivos sucesores. El ala oeste fue finalizada en 1730, mientras que la parte este y la torre se construyeron entre 1734 y 1737. El diseño original pretendía que el edificio midiera más de 200 metros de longitud y que contara con tres torres, de las que sólo se levantó, en el cuerpo central de la edificación, la llamada Torre Matemática, del período barroco tardío.
Es posible visitar su interior donde se realizan exposiciones y ascender a su terraza situada a una altura de 42 metros y disfrutar de panorámicas sobre el casco antiguo. En la terraza podemos ver de cerca las esculturas realizadas Franz Mangoldt que representan las alegorías de las cuatro ciencias. También es visitable el Oratorium Marianum, una sala rococó que sirve hoy en día para conferencias, y la también rococó Aula Leopoldina donde destacan los retratos de los emperadores, filósofos y poetas y los frescos del techo que representan la alegoría "la gloria de las ciencias iluminadas por la religión cristiana".
Existen diferentes tipos de entrada que te permiten ver dos, tres o cuatros lugares de interés del interior de este edificio. De nuevo en el exterior, si nos volvemos a fijar en el cuerpo central, delante de la entrada principal, cuya ornamentada puerta de acceso también es original, vemos un balcón decorado con cuatro esculturas que representan a las cuatro virtudes cardinales, obra de Johann Albrecht Siegwitz. También se ha conservado la antigua farmacia que cuenta con frescos barrocos y un rico estuco.
Justo a la derecha de la Universidad vemos la Kościół Uniwersytecki (iglesia de la Universidad o del Nombre de Jesús), este templo fue construido entre 1689 y 1698, según diseño del arquitecto italiano Teodor Moretti. Es bastante inusual el hecho de que la iglesia tenga dos campanas: una diminuta del año 1700 en el frontón oriental de la iglesia y una más grande del 1727. En su interior comprobamos que es un templo de una sola nave típica de la arquitectura jesuita, contando con capillas laterales sobre las que hay galería abiertas a la nave. Posee una longitud de 53,2 metros, una anchura de 26,2 m y una altura de 23,6 m.
En el aspecto ornamental destacan los gigantescos frescos realizados entre 1703 y 1706 por Johann Michael Rottmayr, quien pintó además su autorretrato en el fresco de la nave, junto a las numerosas figuras de santos y de los entonces emperadores austríacos. Las obras escultóricas (pilastras, cornisas, esculturas, un púlpito, bancos, estuco, candelabros…) se llevaron a cabo bajo la supervisión de Krzysztof Tausch. Por su parte el monumental Altar Mayor, terminado en 1726, fue diseñado por Tausch, al igual que la capilla de la Pasión y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, además de ser autor de un cuadro situado en el altar en el que se representa la circuncisión de Jesús. Las esculturas del púlpito y de algunos santos son obras de Mangoldt, mientras que los confesionarios ricamente decorados fueron realizados por el escultor Siegwitz. El templo fue varias veces abandonado y ligeramente destruido, aunque el interior y los elementos barrocos sobrevivieron hasta la actualidad, aun necesitando ser reconstruidos y reformados.
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