Este museo se encuentra en el sótano de la oficina de correos de Bath. Fue fundado en 1979 por Audrey y Harold Swindells en la bodega de su casa en Great Pulteney Street, posteriormente en 1985 fue mudado a Broad Street, finalmente se trasladó a su ubicación actual en noviembre de 2006. En el museo se exponen colecciones de plumas y tinteros, cajas de sellos, postales, cartas, sellos, tablillas de arcilla, buzones, vestidos de época, complementos del cartero, etc... Además se profundiza en las biografía de figuras clave en el desarrollo postal y conectados con Bath como Ralph Allen, John Palmer y Thomas Moore Musgrave.
Nada más acceder nos damos cuenta de que, a pesar de ser un museo pequeño, contiene material postal interesante, así en Room of Fists podremos ver una rara colección de las primeras postales que se enviaban. Antes de centrarnos en Early Days, Early Vision, nos fijamos en la maqueta de un coche de correos: Gran Bretaña fue el primer país del mundo en introducir estos tipos de coches, el continente europeo y América siguieron el ejemplo después.
Ahora si vemos la sección de Early Days, Early Vision, donde descubriremos mediante diferentes objetos y un cuadro parlante de un actor caracterizado como John Palmer sobre cómo él mismo junto con Ralph Allen revolucionaron los primeros servicios postales mediante los coches de correos comentados anteriormente, comenzando así una de las grandes reformas del servicio postal británico que lo convertiría en un método de comunicación fiable y eficiente. Aquí, bajo la maqueta del coche postal, hay un divertido juego consistente en entregar lo más rápido posible el correo entre Bath y Londres.
La siguiente sección es The Hole Story donde podremos sellar nuestra propia hoja de sellos coleccionables en una máquina victoriana creada para ello. Se trata de un ejemplar extremadamente raro que se maneja como una vieja máquina de coser de pedal, cada vez que éste baja lo hace también al mismo tiempo una fila de agujas perforadas. En esta zona también vemos diferentes modelos de buzones datados desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad.
Nos topamos ahora con la oficina de correos victoriana, en la que mediante audiovisuales conoceremos más sobre, además de los objetos cotidianos utilizados, las personas que trabajaban y los utilizaban como el jefe de correos, el chico de los telégrafos o la señora telegrafista. Y es que la oficina sería en aquella época un lugar muy concurrido donde la gente iba a mandar cartas, comprar sellos, incluso los marineros y soldados jubilados venían aquí a cobrar su pensión. Todo lo que se escribía se hacía con pluma, la gaveta del dinero tenía tres huecos: una para monedas de oro, otro para plata y el tercero para las de cobre. Los empleados tenían que prometer ante un magistrado que no iban a abrir la correspondencia sea cual sea lo que se envíe.
En otra zona interactiva se explicará más profundamente el funcionamiento de los carros o coches postales, incluidos todos sus elementos, como la llamada corneta de posta, de postillón, o cornamusa. Solían tener forma circular o en espiral, aunque también hay, como el que se expone aquí, modelos rectos. El perfil de esta corneta se sigue utilizado como logotipo de servicios postales en muchos países. En el museo podemos escuchar las diferentes melodías que eran posibles oír en el transcurso del trayecto, teniendo cada una de ellas un significado concreto.
Y es que la larga corneta mantenía informados a los pasajeros y a la tripulación, avisaba del inicio del viaje, advertía al resto de usuarios de su aproximación, señalaba el cambio de caballos, etc., etc…, incluso se utilizó para entretener a los pasajeros de los coches postales en los trayectos largos. Al lado también vemos un reloj que era portado por cada guardia de correo. En aquél tiempo el Meridiano de Greenwich no existía y el reloj era configurado por el jefe de correos con la hora local.
La escritura de una carta comercial con máquinas de escribir le daba un aspecto mucho más profesional. En una de las vitrinas podemos ver una de ellas de alrededor del año 1900. Se trata de una de las primeras máquinas que la compañía Remington Arms Company comenzó a fabricar, la número 7. Hay que tener en cuenta que todos los modelos anteriores a la numero 10 tenían un mecanismo pesado y difícil de usar.
Otro ejemplo de escritura y comunicación la tenemos en las tabletas de arcilla provenientes del sur de Irak. En una de ella podemos ver inscripciones sumerias arcaicas en los que se habla de un dignatario que se acerca a una divinidad. Otra, la más grande, es una lista de las cabezas de ganado; las más pequeñas, una es un recibo de venta de bienes y la otra una lista de suministros.
También se expone el equipamiento completo del personal que trabajaba en los servicios de correos. Al lado, en la sección internacional, aprenderemos más sobre los envíos a escala mundial. Cerca de ella encontramos una pantalla interactiva donde acceder a la colección digitalizada del museo (que también podemos ver en su página web). Y no podemos irnos de aquí, sin habernos colocado alguna de las prenda como pelucas, gorros, chaqueta, etc., para hacernos una foto y que nos sumergirá más aún en el mundo postal, sobre todo, del siglo XVIII-XIX. La visita queda completa con la sección History of communications, comentada por el actor Richard Briers.
Ya fuera del museo debemos fijarnos en la silueta de la St. Michael´s Church o St Michael's Without, la primera iglesia que se construyó fuera de los muros de la ciudad. La edificación del templo actual (el cuarto en el mismo sitio) se inició en 1835, siendo finalmente consagrado en 1837. Su antecesor inmediato databa de 1742 y se caracterizaba por su enorme cúpula que constituía la mitad del espacio de la iglesia actual. La primera parroquia pudo haber sido construida en torno al 973, mientras que la segunda se levantó entre 1370 y 1400. Por otro lado, desde aquí se extiende el Milsom Quarter repleto de grandes almacenes, tiendas extravagantes y diseñadores de moda, todo ello rodeado de bellas fachadas. Milsom Place es una zona comercial muy animada que se extiende en torno a un patio empedrado.
Copyright© 2018 ESTurismo.