BATH

LA OBRA MAESTRA DE WOOD


The Circus, originariamente llamado King's Circus, fue diseñado, como toda la zona que le rodea, por John Wood el Viejo aunque nunca lo vería más allá de sus planos puesto que murió tres meses después de ponerse la primera piedra de las obras. Fue su hijo, John Wood el Joven, quien completaría y vería hecha realidad la obra ideada por su padre. Así, después de catorce años desde que comenzaron las obras, el Circus fue completado en 1768.

El progreso de las obras iban, al principio, a buen ritmo, pero después hubo un paréntesis provocado por la falta de terreno para la construcción. El segmento sudoeste ya estaba casi terminado, pero los nueve acres originales no eran lo suficientemente grandes para alberga los edificios. Esto, sin embargo, ya se había previsto desde el inicio. Las obras se reanudaron en 1762 tras adquirirse más tierras. Las casas más demandadas serían las del lado norte por estar orientadas al sur y por tanto ser muy luminosas.

Wood el Viejo fue hijo de un constructor de Bath, pero él mismo se vio como un arquitecto, no como un artesano. Bebió de las últimas ideas arquitectónicas mientras trabajaba en Londres durante su adolescencia, a principios de los años veinte del siglo XVIII. Apasionado del estilo paladino, volvió a Bath en 1727 con la cabeza llenas de ideas y dispuesto a transformar su ciudad natal. Entre aquellas ideas estaban la posibilidad de construir un gran circo para la exhibición de deportes, junto con un foro real y un gimnasio imperial. Como es evidente, su imaginación se alimentaba de la Roma Imperial y sus proyectos se vieron más de una vez truncados.

The Circus, esa novedosa construcción georgiana, atrajo todas las miradas y comentarios desde el mismo momento en que se comenzó a levantar: tres terrazas de casas curvas repartidas alrededor de un espacio central circular, que recuerda mucho al Coliseo de Roma, monumento que fue base de inspiración para Wood. Como diría Smollett: “el Circus parece el anfiteatro de Vespasiano pero al revés”. No es casualidad que se utilizaran tres órdenes clásicos de las columnas (dórico, jónico y corintio) en las elegantes y curvas fachadas.

El friso del entablamento dórico está decorado con triglifos alternativos y 525 emblemas pictóricos (como los símbolos de las artes, ciencias, masonería, náuticos, etc..). Como curiosidad, si se vieran estos edificios junto con la Gay Street y la Queens Square, veríamos que juntos forman el perfil de una llave, uno de los símbolos masónicos que podemos encontrar en muchos de los edificios de Wood. Pero no sólo eso, si mentalmente uniéramos una línea desde sus tres puntos de entrada, obtendríamos un triángulo dentro de un círculo, símbolo masón que simboliza la Trinidad en la Eternidad.

El mismo Wood escribió que el círculo representaba la "Gran bóveda Celeste", viendo en el triángulo equilátero la forma geométrica más perfecta y siendo, además, símbolo de la divinidad. Para él, quizás, el atractivo más fundamental e importante de The Circus era su simpleza, la satisfacción de la geometría.

De entre todas sus construcciones, el Circus se considera la obra maestra de Wood. La zona central circular se encontraba pavimentada con adoquines de piedra que cubrían un depósito situado en el centro que abastecía de agua a las casas. En el año 1800 los residentes decidieron convertir el espacio central en un jardín donde actualmente podemos ver un grupo de viejos y altos árboles de plátanos de sombra.

A pocos metros, en Bennett Street nº 12, se encuentra el Museum of East Asian Art (MEAA). La exposición la alberga un edificio restaurado de estilo georgiano. Entre sus cerca de dos mil piezas podemos ver cerámicas, jades, bronces, esculturas, etc... procedentes de China, Japón, Corea y de todo el sudeste asiático. El museo comenzó a partir de la colección de Brian McElne, un notario jubilado que trabajó en Hong Kong durante más de 35 años.

Casi enfrente se encuentra el Fashion Museum, antes de 2007 era llamado Museum of Costume, cuya colección de alrededor de 30.000 piezas es acogida por el edifico de Assembly Rooms. El Museo de la Moda fue iniciado en 1963 por Doris Langley Moore cuando donó a la ciudad su colección personal de trajes de todas las épocas. Así, podremos ver, sobre todo, vestimentas para hombre, mujer y niños desde finales del siglo XVI la actualidad.

Las piezas más antiguas unos guantes que datan de alrededor del 1600, pero también posee objetos más actuales como un conjunto de pantalón hecho por Kate Moss en el 2008. El bonito edificio del siglo XVIII the Assembly Rooms ha sido durante muchos años centro social de la vida en la ciudad. No hay que olvidar que Bath ha sido durante siglos un centro de moda que atraía a sus famosas aguas a miles de personas. La entrada es gratuita para acceder a los Assembly Rooms o Salones de Celebraciones, no así para visitar el Museo de la Moda que lo alberga.

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