El Regio I se encuentra en el cuadrante sureste de Pompeya, delimitado al oeste por la Via Stabiana, al norte por la Via dell'Abbondanza y al este por la Via di Nocera. La parte central permanece sin excavar, aunque de manera general se puede afirmar que el área es una mezcla de propiedades comerciales y domésticas, con tabernas, tiendas y fullonicas (comercios dedicados a la lavandería y a la tintorería). Comenzamos el recorrido por la Caupona de Sotericus la cual, junto con la posada contigua (conocida como Insegna di Africa, por contener un busco, ya irreconocible, de una divinidad femenina con un tocado con forma de hocico de elefante) pertenecían al mismo propietario, identificado como Sotericus, como así aparecía en las inscripciones electorales de la fachada, en las que ponía “Yo, Sotericus, te pido que hagas edil a Aulus Trebius”.
En el lado derecho de la zona de entrada a la Caupona de Sotericus podemos ver un mostrador de mampostería con forma de L, cuya parte frontal se encuentra decorado con flores verdes y rojas sobre fondo blanco. La encimera del mostrador es bastante estrecha y no posee insertados los tarros habituales para las comidas calientes.
Esta parte del bar se abre a un atrio rectangular que tiene en su centro una mesa redonda formada por una parte superior de mármol que se apoya sobre una base de mampostería estucada y pintada. El muro oeste del atrio es mayormente de color blanco, mientras que la pared del este está decorada con paneles rojos sobre fondo blanco, con algún que otro detalle. En esa posición se encuentra otro mostrador de mampostería pintado de amarillo pálido que contiene otros cinco frascos empotrados para la comida caliente.
En la esquina sureste del atrio una puerta conduce a un pequeño cubiculum abovedado y decorado con el tercer estilo, consistente en paneles blancos separados entre sí por amplios bordes, en el centro de cada pared hay representadas escenas mitológicas, como el de Ariadna y Teseo. Volvemos al atrio, donde vemos en el espacio central de la pared que separa la anterior sala con el corredor que conduce al patio porticado en dos de sus lados, un fresco de un perro guardián con un collar enjoyado y sentado junto a un árbol. En la esquina suroeste del atrio se abre el tablinum, decorado también con el tercer estilo. Si volvemos al patio, en su lado este se sitúa una cocina que cuenta con un lararium en el que se representa a dos Lares danzantes, en cuya parte inferior hay una serpiente, asociada con la prosperidad.
Volvemos a la vía de la Abundancia donde vemos, dos edificios a cada lado de la caupona: a la izquierda, una sencilla habitación en cuyo centro hay un cilindro de piedra, que pudo haber sido un horno, y que se cree que albergó un taller; mientras que a la derecha de la caupona se sitúa la Casa del Horno o Pistrinum de Sotericus, se trata de una de las treinta y tres panaderías contabilizadas hasta la fecha en Pompeya.
Este edificio se formó a partir de la unión de dos propiedades: una era la panadería propiamente dicha con molinos, sala de mezclas, hornos y establos, mientras que la otra era una casa residencial. La sala de los molinos, cuyo techo está sostenido por sólidas columnas de ladrillo, cuenta con tres de estos artilugios para moler, consistentes en un catallus, es decir una piedra con forma de cono que actuaba como una tolva que contenía el grano que había que moler y que giraba sobre una base, mediante una viga de madera insertada en un orificio y que era accionado por una mula o un esclavo, en este caso se supone que lo hacían aquellos animales, ya que los establos estaban anexos.
Si ahora descendemos por el Vicolo della Nave Europa llegaremos a la Casa de la Nave Europa, llamada así por un grafito dibujado en la pared norte del peristilo que representa un buque de carga junto a otras embarcaciones más pequeñas, con la inscripción “Europa”, aludiendo a la heroína griega secuestrada en el mar por Júpiter. Esta casa, que originariamente fue una vivienda, fue transformada para adaptar sus diferentes habitaciones a la nueva actividad productiva y comercial, en este caso del tipo agrícola. Las fauces, que se abren en el lado sur de la Via di Castricio, están decoradas con el primer estilo, mediante filas de bloques de yeso pintado que imitan el revestimiento de mármol, mientras que la zona superior está separada de la zona media por una amplia cornisa de estuco. Las fauces conducen directamente al peristilo, porticado en tres de sus lados, cuyas columnas constatan el alto nivel social de la familia precedentes.
Tras atravesar las fauces, a nuestra izquierda, se encuentra un cubiculum decorado con el primer estilo, con bandas de estuco imitando los bloques de mármol. Es en esta pared, junto a la entrada de dicho cubiculum, donde se encuentra el grafiti que da nombre a la casa. Las dos salas contiguas han perdido la mayor parte de su decoración. A continuación, le sigue el oecus, que conserva algunas partes de yeso, pero muy descoloridas. Al otro lado, a la derecha de las fauces, otro cubiculum contiene un triturador de aceitunas, diseñado para separar la pulpa de los huesos, ya que se creía que perjudicaban el sabor del aceite producido. Este exprimidor contiene una profunda cubeta circular de lava con un piñón central en el que se colocaba un travesaño de madera que hacia girar dos ruedas de lava, cada una con forma de media lente, que se encontraban cuidadosamente equilibradas para no aplastar los huesos de las aceitunas.
En el lado oeste del peristilo se encuentra la cocina que no está decorada, mientras que una puerta estrecha en el muro sur se abre a las letrinas de la casa. En la esquina suroeste de la cocina se encuentra un tramo de escaleras al piso superior, junto a la cual hay una habitación también sin decorar. En el extremo este del brazo sur del peristilo vemos una gran “bañera” rectangular en la que se encontraron varias ánforas. Al lado se abre un triclinio que contiene algunas áreas con decoración al fresco.
A partir de aquí se abre el gran jardín, el cual se transformó en un huerto. A finales del siglo XX se descubrieron raíces de plantas que fueron cultivadas aquí, como cebollas, habas, coliflor, uvas, cerezas, melocotones, limones, etc.… Las semillas y brotes de algunas plantas exóticas se guardaron en 28 jarrones de terracota que se encontraron, durante las excavaciones, a lo largo del muro limítrofe. También, al parecer, los animales se criaban en unos establos situados en la parte trasera de este huerto. De nuevo en el exterior, un poco más al sur se sitúa el llamado Huerto de los Fugitivos, cuyo solar estuvo ocupada por viviendas, transformándose después en un viñedo con un triclinio de verano. Dentro del recinto, en el muro del fondo del huerto, se encontraron 13 calcos de víctimas de la erupción, fallecidos en su intento de escapar por la Puerta Nocera.
Volvemos de nuevo a la vía de la Abundancia, donde nos topamos, un poco más adelante, con la pequeña pero elegante Casa del Huerto de frutas, también conocida como Casa de Euplia o de los Cubículos Floreales. Debe su nombre a las refinadas pinturas que representan un jardín, realizadas a principios del siglo I d.C., y que decoran dos cubicula o dormitorios.
Aunque en el momento de nuestra visita la casa permanecía cerrada, sabemos que en uno de esos cubículos se puede apreciar con mucha precisión los tipos de árboles representados, como por ejemplo limones y madroños. En el segundo cubículo se aprecia tres árboles de diferentes tamaños, el más grande de los cuales es una higuera, bajo la cual se aprecia una serpiente, símbolo de prosperidad. Los frescos se encuentran enriquecidos con motivos de influencia egipcia, como los atributos de Isis, quizás fuera la diosa a quien tenía devoción el dueño de la casa.
El edificio fue construido a finales del siglo III a. C. y sufrió al menos cuatro renovaciones a lo largo del tiempo. La última reforma, atestiguada por un montón de cal en el peristilo, fue trágicamente interrumpida por la erupción del 79 d.C. El atrio, precedido por las fauces y la puerta de madera de la entrada (cuyo molde podemos apreciar), posee un suelo decorado con teselas blancas que crean motivos geométricos, mientras que las paredes han perdido toda su decoración, aunque se aprecia un fino revestimiento de yeso blanco.
El triclinium cuenta con motivos arquitectónicos separados por paneles con escenas mitológicas, encuadrado en el tercer estilo. La casa tenía una segunda planta, a la que se accedía mediante una escalera situada en una pequeña sala situada al oeste de las fauces. Anexa a la propiedad se encuentra una tienda y, aunque se desconoce su actividad, en la casa se encontró unas 150 ánforas de vino, por lo que se cree que se dedicaba a vender esta bebida. La teoría se vio reforzada cuando en una habitación contigua se encontró un calentador de agua de bronce que pudo haber sido utilizado para calentar agua para mezclar con vino.
A continuación, encontramos la Casa y Thermopolium de Vetutius Placidus que se encuentran conectados, constituyendo una única entidad. Estamos ante uno de los ejemplos más claros del movimiento social de Pompeya en aquella época, donde los comerciantes y artesanos pudieron gozar de un estatus social alto, exclusivamente reservado en épocas anteriores a los terratenientes.
En el termopolio, visible desde el exterior, se servían bebidas y comidas calientes que se almacenaban en los frascos empotrados en la encimera de mármol del mostrados que estuvo decorado. Una estufa, colocada en la barra de la izquierda, estaba destinada a calentar alimentos. Durante los trabajos de excavación se encontraron en uno de aquellos frascos una gran cantidad de monedas por un valor de 585 sestercios y cuyo peso rondaba los tres kilos, lo que hace una idea de lo rentable que resultaba este termopolio.
Al fondo, entre las dos puertas, podemos ver un lararium pintado, dedicado a los Lares o dioses protectores de la casa, y en el que se representa una escena donde el Genio de la casa (figura central) está realizando un sacrificio sobre un altar, en el extremo izquierdo se encuentra Mercurio, dios del comercio, mientras que en el extremo derecho vemos a Baco, dios del vino.
A la izquierda del lararium, una puerta conduce a una habitación trasera decorada con grandes paneles rojos situados sobre un friso inferior. En el panel central de cada pared se representa una escena mitológica, aunque apenas es ya perceptible. A la derecha del lararium se abre otra puerta que conduce al oecus, al cual también es accesible desde la puerta del muro oeste, a partir del cual se reparte el resto de la casa que presenta una decoración con bonitos frescos, además de contar con un triclinio, con frescos del tercer estilo, para banquetes al aire libre.
A pocos pasos encontramos la Casa del Sacerdote Amandus, cuyo nombre deriva de una inscripción electoral situado justo al lado de la puerta de acceso, en el que pone “Amandus Sacerdos”. Desde aquí se abren las largas fauces (pasillo de entrada), cuyas paredes cuentan sólo con una capa gruesa de yeso, a excepción de la pared oeste que posee unas figuras rojas que representan a unos gladiadores, encontradas bajo la capa de yeso. Se trata de una decoración de una fase anterior, por lo que el edificio se ha identificado con una antigua sede de gladiadores, siendo transformada en hogar por su último dueño. Las fauces desembocan en un inusual peristilo, perpendicular a la entrada, como resultado de numerosas modificaciones de la casa. Alrededor de éste se abren las salas más importantes como el triclinio, decorado con el tercer estilo consistente en escenas mitológicas.
En la misma acera se encuentra la Casa de Fabius Amandus que constituye el ejemplo típico de la casa pequeña de la clase media. En la fachada exterior podemos ver dos puertas, la de la derecha y más pequeña daba acceso a una pequeña habitación que ocupaba el espacio dejado por las escaleras que unía el atrio con un segundo piso. Ahí se encontraron docenas de peines de tejedor, lo que hizo pensar que se trataba de una tienda textil. La puerta de la izquierda da acceso a las fauces (en cuyo muro derecho vemos una puerta que da a la pequeña habitación) que se encuentran decoradas con el cuarto estilo, consistentes en paneles negros sobre fondo amarillo, sobre un friso rojo inferior.
Las fauces desembocan en un atrio cuadrado, obtenido a partir de tres estancias pertenecientes originalmente a la casa contigua de Paquio Proculo, que tiene un impluvium en su centro. Este atrio se encuentra también decorado con el cuarto estilo, consistente en paneles rojos, en cuyos centros se representan pequeños paisajes, sobre un fondo amarillo. Alrededor del éste se distribuyen dos habitaciones: en la esquina noreste una sala decorada con el cuarto estilo y un elegante suelo de mosaico y en la esquina sureste un cubiculum con una ventana que da al pequeño jardín o viridarium, al cual se accedía desde el propio atrio, y que también está decorada con el cuarto estilo.
Si ahora bajamos por la Vicolo dell’Efebo nos toparemos con la entrada de la llamada Casa del Efebo, nombrada así por una estatua de bronce encontrada aquí. No abandonamos dicha calle ya que un poco más abajo encontramos la Casa de los Cuatro Estilos, nombre dado porque su interior contiene los cuatro estilos decorativos, aunque en Pompeya esto no sea particularmente excepcional. La casa, que fue construida a finales del siglo II a.C., posee un atrio monumental de origen helenístico, cuyo techo está sostenido por cuatro columnas corintias y un impluvium central que es inusual, ya que tiene un marco de mármol travertino elevado. Alrededor del atrio se reparten las diferentes salas que se encuentran finamente decoradas, al contrario que el sector posterior de la casa que posee un aspecto más rustico, y que corresponden con el área de servicios.
En Vicolo di Paquius Proculus se encuentra el inmueble anexo a la Casa del Efebo: la Casa de Paquius Proculus, atribuida a éste o, según otras fuentes, a Caius Cuspius Pansa, porque ambos son mencionados en las numerosas inscripciones electorales que estaban pintadas en la fachada. Las fauces de la casa se abren en el lado sur de la vía de la Abundancia, cuya primera planta se remonta al siglo II a.C., como así lo demuestran los capiteles cúbicos de la puerta de las fauces, las cuales poseen una decoración bastante sencilla, aunque su característica más importante es el mosaico pavimentado que representa a un perro guardián encadenado a una puerta, tema recurrente en la Pompeya de época imperial para simbolizar la custodia de la residencia. El interior de la casa es relativamente pequeño, sin embargo, posee un peristilo grande y decoraciones de gran calidad, consistentes en refinados mosaicos figurativos.
Así, las fauces dan acceso a un atrio, cuyo suelo está totalmente cubierto por paneles de mosaico de diferentes animales enmarcados con bordes decorativos que hacen alusión a la prosperidad; y dos retratos, uno masculino y otro femenino. Alrededor del impluvium vemos un mosaico en el que se representa una columnata arqueada, alguna de las cuales tiene en su interior diferentes figuras, algunas de ellas simbólicas. El atrio es algo inusual ya que sólo tiene habitaciones en su lado sur y norte. Sus paredes están decoradas con el cuarto estilo, consistente en paneles rojos y amarillos alternativamente, bajo los cuales discurre un friso negro inferior. En el centro de esos paneles se representaron pequeños elementos decorativos, como animales y bodegones. La decoración de la parte superior está incompleta, aunque al parecer era bastante sencilla, constando simplemente de un fondo blanco.
En la parte trasera del atrio y abierta hacia éste en casi todo su ancho, se encuentra el tablinum, decorado con el cuarto estilo, consistente en paneles rojos sobre fondo blanco y friso inferior negro. Aquí destaca su piso de mosaico, en medio del cual hay una llamativa escena consistente en un disco central alrededor del cual se reparten diferentes animales silvestres. El tablinum se abre en su lado sur a un gran peristilo, cuyo jardín tenía un triclinio de verano, mientras que en la esquina noreste del peristilo se sitúa el triclinio, en el que destaca su pavimento de mosaico, incluido un colorido panel central en el que se representa una escena cómica de pigmeos pescando en el Nilo. En las habitaciones del lado este del peristilo se encontraron los restos de siete niños, muertos por las oleadas piroclásticas, mientras que las del lado sur perdieron toda su decoración, aunque en una de ellas se encontró un mosaico en el que se ve un asno que no soporta el peso de Sileno, el maestro y fiel compañero del dios del vino Dionisos.
A un tiro de piedra queda la Casa del Menandro (cuando la visitamos estaba cerrada por mantenimiento), otras de los grandes caserones de Pompeya y típico ejemplo de residencia de una familia de alto rango, de hecho, un anillo encontrado en una de las habitaciones de los sirvientes ha hecho pensar que esta propiedad era de Quintus Poppaeus, un pariente de Poppea Sabina, la segunda esposa del emperador Nerón. El nombre de la casa proviene de un retrato de Menandro, dramaturgo ateniense, situado en un nicho en la parte posterior del peristilo. El edificio fue construido en el siglo III a.C. y fue ampliado y modificado considerablemente a lo largo de su historia. Cuenta con una fachada bastante austera, con algunos restos de yesería pintada, mientras que las fauces se encuentran decoradas con paneles negros con pequeñas imágenes de animales y aves. Este pasillo de entrada desemboca en un atrio alto y rectangular con un impluvio central, un lararium lateral y habitaciones en sus cuatro lados.
El atrio se encuentra decorado ricamente con el cuarto estilo, con escenas Nilóticas, de la Ilíada, de la Odisea, etc. En el lado sur se abre el tablinum también decorado con el cuarto estilo, de manera similar al atrio. Desde aquí se accede directamente a un gran peristilo que cuenta con un pórtico en sus cuatro lados, con un total de veintitrés columnas jónicas. En el lado norte del peristilo, el tablinum está flanqueado por dos oeci, uno de ellos conocido como el Salón Verde, por sus frescos de ese color que contiene escenas dionisiacas. Al este del tablinum se encuentra el que pudo haber sido el triclinium. La casa también contaba con una zona termal, debajo de la cual se abre una sala, quizás una bodega, donde se encontró escondido un cofre con 118 piezas de platas. Por su parte, en el lado sur se expone la reconstrucción de un carromato, lo que indica que esta era la parte más rústica de la casa.
En la misma calle, al otro lado de la acera, a poquísimos pasos se encuentra la Casa de los Ceii, uno de los raros ejemplos de antigua residencia de finales de la era samnita (siglo II a. C.). También es conocida como la Casa del magistrado Lucius Ceius Secundus por la inscripción electoral pintada en la fachada, la cual, por cierto, se encuentra revestida con paneles de estuco blanco imitando a opus quadatum, con una cubierta que sobresale sobre la acera. Al interior se accede desde unas fauces decoradas finamente con el tercer estilo que desembocan en un atrio con un impluvium en el centro hecho con fragmentos de ánforas, una técnica muy extendida en la antigua Grecia.
El atrio, decorado también con el tercer estilo, cuenta con habitaciones sólo en sus lados norte y sur. El cubiculum de la esquina sureste presenta también una decoración del tercer estilo, mientras que la de la esquina suroeste es un área de servicio que alberga la cocina y la letrina, junto a la cual se puede ver un tramo de escaleras que conducía al piso superior. En la parte trasera del atrio se sitúa el tablinum y el triclinum, aquel primero no tenía las paredes decoradas, pero posee un suelo de mosaico en blanco y negro, con un motivo central, mientras que el triclinio está decorado con el tercer estilo con diferentes frescos en los que se representan varias escenas mitológicas, además de poseer también un piso de mosaico con un característico cuadrado central hecho con la técnica opus sectile (piezas grandes). Ya en el jardín, decorado con el cuarto estilo, la pared del fondo destaca por sus frescos en los que se representan animales salvajes, mientras que las paredes este y oeste poseen paisajes egipcios con animales, como cocodrilos e hipopótamos, lo que podría demostrar el vínculo del dueño de la casa con el culto a Isis.
Volvemos de nuevo a la Via dell'Abbondanza donde encontramos la Casa de Casca Longus (o de los Quadretti Teatrali), cuyo nombre proviene de una inscripción en una de las patas de una mesa de mármol que fue encontrada en el jardín de la casa vecina, pero los arqueólogos consideraron que este mueble era demasiado lujoso para aquella propiedad, por lo que la atribuyeron a esta casa. El complejo está formado por la fusión de dos casas contiguas construidas en el siglo II a.C. Las fauces que conducen al atrio están decoradas con el tercer estilo, consistente en paneles alternos de colores. El atrio posee un impluvium central cuya base está decorada por mármoles de colores, mientras que el compluvium (la parte el techo) ha sido restaurado, colocándose los caños figurados de terracota.
En los lados este y oeste del atrio hay una serie de cubiculus decorados con el tercer estilo, mientras que en la parte sur se abre el tablinum que no estaba decorado en el momento de la erupción. El atrio en sí posee una decoración de gran calidad del tercer estilo, consistente en paneles azules separados por bandas ornamentales negras, sobre un friso rojo inferior. En los paneles grandes se representan varias escenas teatrales inspiradas en las comedias de Menandro. Al lado del impluvium se encuentra la comentada mesa sostenida por tres soportes de mármol con forma de garra de león y rematados con una cabeza de ese animal, en una de las cuales está grabada el nombre del dueño, P(ublius) Casca Long(inus), uno de los conspiradores que mataron a César en el 44 a.C. Al lado contrario se sitúa una boca de pozo hecha de terracota decorada con cabezas de leones y encontrada originalmente en lado sur del deambulatorio. En los armarios del atrio se encontraron varios cofres, junto con una colección de vasijas de bronce, cerámica y plata.
A pocos pasos hacia el este se encuentra la Fullonica de Stephanus, la única lavandería de Pompeya que reestructuró por completo una casa patricia anterior, para adaptarla de una manera óptima a su nueva función. En una fullonica o lavandería se trataba tanto la fase final de la elaboración de los tejidos, como el proceso de eliminación de los restos de suciedad, así como el lavado y planchado de prendas. El nombre del propietario, un hombre llamado Stephanus, se dedujo de la propaganda electoral pintada cerca de la entrada, la cual también nos indica que en esta lavandería trabajaban tanto hombres como mujeres, casi todos esclavos, quienes tenían que pisotear durante horas telas y ropas para su tratamiento en un líquido que tenía, entre otras cosas, orina tanto de animales como de humanos, recogida en vasijas colocadas a lo largo de los caminos.
Cuando se excavó la fullonica, se encontró cerca de la entrada un esqueleto que llevaba consigo un tesoro en monedas. Se ha supuesto que se trata de Stephanus que intentó escapar con sus últimas ganancias, durante la erupción del 79 d.C. El vestíbulo de entrada es amplio para facilitar el acceso del público al recinto. Aquí se encontró, en la pared este, una gran plancha de ropa, utilizada para las túnicas y togas. A la derecha se abre una habitación, utilizada probablemente como oficina de registro, decorada con el cuarto estilo, en cuyos paneles se pueden ver pequeñas figuras centrales. A partir de aquí se abre el atrio donde el anterior impluvium se transformó en una gran tina, mientras que el compluvium se cegó para utilizar la parte superior como terraza donde tender la ropa. Esa tina se utilizó, probablemente, para las telas más delicadas y poco manchadas, mientras que las palanganas situadas en el jardín detrás de la casa se emplearían para las manchas más resistentes y por tanto se utilizaría orina, como ya comentamos.
El atrio se encuentra decorado con el cuarto estilo, en cuyos paneles rojos se representaron, sobre todo, delicadas viñetas de animales y aves. En la esquina noroeste se sitúa un tramo de escaleras que conduce a la planta superior, mientras que en la esquina noreste se abre una pequeña habitación de servicio, junto a la cual hay un gran oecus decorado también con el cuarto estilo, con paneles rojos que contiene figuras flotantes, y cuya zona superior contiene motivos arquitectónicos en verde, amarillo y rojo con guirnaldas y avifauna sobre fondo blanco. El triclinium, que ha perdido gran parte de su decoración, comparte ventana con el oecus. A partir de aquí se abre el peristilo donde se encuentran tres grandes tinas interconectadas, pero sin sistema de desagüe, además de cinco cubetas ovaladas. De nuevo en el exterior, en esta misma ínsula se sitúa la Casa del Criptopórtico.
Copyright© 2018 ESTurismo.