Poseidonia para los griegos y Paestum para los romanos, da igual la manera con que llamemos esta ciudad grecorromana, lo que tenemos que tener en cuenta es que es una de las ciudades más importantes que ha llegado a nuestros días de la Magna Grecia. Testimonio de ello son sus templos, imponentes y majestuosos, testigos de la historia y supervivientes del paso de los siglos. Un recorrido por este yacimiento arqueológico es una vuelta al origen, un viaje al pasado, apoyado por los magníficos frescos de las tumbas encontradas en los alrededores, expuestos en el Museo de Paestum, de los que destaca el famoso Buceador.
Nuestra visita: | agosto de 2021. |
Idioma Oficial: | italiano. |
Moneda: | Euro €. |
Población: | - |
Superficie: | 120 hectáreas. |
Prefijo telefónico: | +39 0828. |
Web oficial: | museopaestum.beniculturali.it |
Esta ciudad fue fundada con el nombre de Poseidonia por colonos griegos que llegaron a la zona en barco desde la ciudad de Síbaris alrededor del año 600 a.C. Pero antes de la llegada de los griegos, el entorno estuvo habitada por grupos indígenas, con cuyas relaciones hoy en día no están claras, pero se sigue excavando, tanto en el mismo recinto arqueológico como en sus alrededores, para encontrar respuestas. En la segunda mitad del siglo VII a.C. los griegos construyeron, además de un templo dedicado a Poseidón, una fortaleza sobre una roca estratégicamente situado con vistas al mar, concretamente en la actual Agropoli, al sur de Paestum. Pero alrededor del año 600 a.C. se mudaron a la llanura, al margen izquierdo del río Salso, y fundaron la actual Poseidonia.
Los colonos se preocuparon por separar la zona residencial mediante una franja central destinada para las funciona públicas. La zona de las funciones públicas estaba dividida, a su vez, por tres partes: la central estaba reservada para actividades políticas y comerciantes (como el ágora que cubrió diez hectáreas), y la zona norte y sur dedicada a las deidades y donde se levantan tres majestuosos templos dóricos que vemos hoy. Alrededor del año 390 a.C. la ciudad griega fue asediada y ocupada por los lucanos, quienes cambiaron el nombre por el de Paistom. Según el filósofo Aristóxeno, los lucanos no expulsaron a los habitantes griegos de la ciudad, sino que los asimilaron.
En el año 335 a.C. el rey Alejando de Epiro, tío de Alejandro Magno, conquistó la ciudad, pero cuatro años después, volvió a manos de los lucanos. En el año 273 a.C. el asentamiento se convirtió en colonia romana, asimilando el nombre de Paestum. Diferentes hechos hicieron que la ciudad fuera cayendo en decadencia, como fue el desbordamiento del río Salso, que la bordeaba, que hicieron que parte de Paestum se convirtiera en una ciénega, por tanto, caldo de cultivo de la malaria; o las destrucciones llevadas a cabo por los sarracenos en el siglo IX y los normandos en el XI, momento en que fue definitivamente abandonada.
Sería buena idea planificar unos “días arqueológicos” en los que se pueda visitar diferentes yacimientos, ya que nos encontramos en una zona rica en restos arqueológicos. Para hacer este tour te recomendamos que te alquiles un coche, para poder gestionar los tiempos de forma eficiente.
Dia 1: el primer día se podría dedicar a visitar el Parque Arqueológico de Paestum y el Museo de Paestum, que nos llevará alrededor de dos horas. Después se puede ir a visitar el yacimiento de Velia. Finalizada la visita se podría poner rumbo a Nápoles, donde se terminaría el día visitando Museo archeologico di Stabiae "Libero D’Orsi" y la cercana Villa Arianna y Villa san Marcos.
Dia 2: la segunda jornada se podría dedicar prácticamente al Parque Arqueológico de Pompeya, cuyo recorrido nos llevará todo el día, debido a su considerable extensión y riqueza arquitectónica y cultural.
Dia 3: el tercer día se podría visitar el Parque Arqueológico de Ercolano que llevará toda la mañana. Por la tarde se podría ver las excavaciones arqueológicas de Villa Sora y después Villa Poppea – Oplontis y finalizar con el Antiquarium di Boscoreale.
Paestum se encuentra a unos 92 kilométros de Nápoles y a 43 de Salerno. Existen varias formas para llegar hasta aquí: si, como nosotros, te decides por el coche, debes saber que desde Nápoles hay una hora y media aproximadamente. En Paestum existen varios parkings antes de entrar a la zona arqueológica que es peatonal. En la calle también se puede estacionar, pero es zona azul y debes pagar en la máquina provista para tal fin.
Pero también puedes llegar en tren, desde la Estación Central de Nápoles sale un tren regional que tarda alrededor de una hora y 20 minutos. Recomendamos ir con coche puesto que el ticket de entrada al antiguo Paestum, también te servirá para visitar la cercana Velia, que no pudimos visitar por falta de tiempo…
Estamos ante un pedacito de Grecia en territorio italiano que, a pesar de la romanización en la que se vio sometida, sigue manteniendo eso aire griego sobre todo en los magníficos templos. Disfrutamos muchísimo visitando el recinto, pero, sobre todo, disfrutamos mucho viendo los templos. Sinceramente son espectaculares, esas dimensiones y ese tamaño nos sobrecogió, más aún, cuando los ves en conjunto ¡impresionantes!
Sí echamos en falta el poder acceder al interior de ellos, por fuera impresiona, pero por dentro debe ser mágico. En el templo de Hera, por poner un ejemplo, vimos que existían pasarelas que hacen el recorrido por su interior, pero cuando nosotros fuimos estaban cerradas al público. Por tanto, creemos que la visita sería más completa con el acceso, mediante pasarelas con las que se evita el deterioro del suelo por las pisadas de los visitantes, al interior de los magníficos templos. Hay que recordar que, desde el exterior, desde la vía pública, se pueden ver perfectamente los templos y partes del yacimiento, pero creemos que es imperdible verlos de cerca, merece mucho la pena.
También nos gustó mucho la Vía Sacra, se mantiene en un estado excelente, incluso, como pasa en Pompeya, en las losas que conforman la calzada, vemos las huellas de las ruedas que los carros han ido marcando con el paso de los siglos. Por otro lado, hicimos la visita a última hora de la tarde de un verano, por lo que os podéis imaginar que fue más mágico si cabe, cuando el sol empezó a esconderse, regalándonos un atardecer con tonos rojizos increíbles.
Suponemos que debe ser impresionante visitar el parque arqueológico en primavera o en otoño, cuando las rosas locales que se han cultivado aquí durante siglos, y plantadas por todo el recinto, se encuentran en todo su esplendor. Sabemos que también es posible hacer un viaje en globo, cuando el tiempo lo permite, para poder observar toda la antigua ciudad grecorromana desde el cielo. La experiencia, aparte de ser toda una aventura, debe ser increíble e irrepetible.
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