PULA (PULJ / POLA)

TÚNELES SUBTERRÁNEOS DE ZEROSTRASSE Y EL CASTILLO DE PULA


En esta visita vamos a adquirir un ticket combinado para poder entrar a dos sitios interesantes desde el punto de vista histórico y turístico: la Zerostrasse y el Pulski Kaštel. El recorrido se inicia por los túneles de los refugios subterráneos que conforman la Zerostrasse, construida en vísperas de la I Guerra Mundial. Pula era un importante centro militar y estratégico para la monarquía Austrohúngara, ya que la ciudad era su principal puerto naval donde tenía su base un importante número de barcos de su flota. Por eso, se decidió dotar a toda la zona de Pula con un complejo sistema defensivo como fuertes, baterías, posiciones de ametralladoras, etc. que se extendía desde la costa occidental hasta la oriental de Istría, bloqueando así todos los accesos a la ciudad.

En ese contexto, en el propio centro de la ciudad también se construyeron diferentes sistemas de túneles subterráneos compuestos por trincheras, galería, pasadizos, y diferentes entradas para servir como almacenes de municiones y para albergar, en caso de ataque aéreo a la ciudad, a la población civil de Pula, además de al gran número de soldados y profesionales altamente cualificados en todos los ámbitos que vivían y trabajaban para la armada y el arsenal naval austrohúngaro.

De esta forma todas las colinas del centro de la ciudad fueron perforadas para crear estos refugios subterráneos, siendo los más grandes los que aquí vemos y que se encuentran bajo la colina Kaštel y Monte Ghiro. Originalmente estos refugios antiaéreos contaban con dos túneles situado bajo la colina, pero en diferentes niveles: uno se encuentra directamente debajo del fuerte y el otro más abajo, a pie de la colina que, al igual que Zerostrasse, unen dos partes diferentes del centro de la ciudad, con una longitud de aproximadamente unos 400 metros en los que se podían acomodas a unas 6.000 personas.

Terminada el sangriento conflicto bélico, los nuevos gobernantes italianos continuaron utilizando los túneles, incluso los ampliaron y crearon otros nuevos. Poco años después estallaría la II Guerra Mundial, durante la cual los refugios fueron designados para la población, además de albergar hospitales de emergencia. Después de la guerra se construyeron nuevos túneles preparados contra la lluvia radiactiva, los desechos radiactivos o el riesgo biológico, los cuales eran denominados popularmente como “refugios atómicos”. Estos nuevos refugios tenían una capacidad que superaba las 45.000 personas, número que se amplía a más de 50.000 personas si añadimos las 6.000 de los anteriores refugios antiaéreos, lo que casi igualó el número de habitantes de Pula.

Actualmente Zerostrasse cuenta con cuatro entradas ubicados en diferentes lados de la base de la colina, las cuales dan acceso a los pasillos que se interconectan en un espacio central situado en medio del complejo. Las entradas están posicionadas para permitir un flujo de aire constante a todo el sistema de túneles, los cuales se mantienen a una temperatura constante durante todo el año que varía entre los 14ºC y los 18ºC. Por su parte los pasillos subterráneos cuentan con un ancho de entre 3 y 6 metros y una altura aproximada de unos 2,5 metros.

Terminada la visita a estos túneles se puede tomar el ascensor hasta la primea planta donde se podrá continuar la visita de las galerías comentadas anteriormente que se encuentran justo debajo del fuerte. Aquí se encontraban las habitaciones que servían como alojamiento para los soldados, almacén de diferente material y munición y como prisión para los enemigos capturados. Tras ello, se toma de nuevo el ascensor y se asciende a unos 34 metros sobre el nivel del mar, a la cima de la colina donde se encuentra el fuerte de Kaštel (Hafenkastell en época austrohúngara) que sirvió como almacén, cuartel y puesto de observación y que podrás visitar si has adquirido el ticket conjunto, si no, tendrás que pagar un boleto aparte.

Este fuerte alberga el Povijesni i pomorski muzej Istre / Museo storico e navale dell'Istria (Museo Histórico y Marítimo de Istría), cuyo fondo cuenta con más de 100.000 elementos de carácter cultural, histórico, político, militar y etnográfico, desplegados en 18 colecciones, las cuales se podrán visitar previa comunicación al Museo los martes y miércoles de 12.00 a 14.30 horas, llamando al teléfono +385 52 211 566 o enviando un correo electrónico a ppmi@ppmi.hr. En cualquier caso, cuenta con una exhibición permanente dedicada a la historia de la farmacia en Pula. Con el crecimiento de la población y la propagación de enfermedades infecciosas, se hizo necesario que en 1861 se inaugurara el KuK Marinespital, hospital que albergaba en sus instalaciones su propia farmacia, la K. u. K. Marinespital Apotheke.

También se suelen hacer exposiciones temporales en el centro Herman Potočnik Noordung, el cual está alojado en el antiguo depósito de agua de época austrohúngara. Fue construido en el siglo XIX para abordar el problema de abastecimiento de agua y alcantarillado que tenía la ciudad por aquel entonces. Aquí se acumulaba el agua extraída del manantial ubicado en Karolina, utilizada ya desde la antigüedad, para después ser distribuida a los consumidores. Este depósito, situado en el interior de la fortaleza, concretamente ocupa casi la mitad del patio, se encuentra conectado con otro situado fuera y construido nueve años antes. Mantuvo la función de aljibe hasta el año 1960, posteriormente, en 2015 se transformó en esta sala multimedia y multidisciplinar.

El Centro de visitantes lleva el nombre del ingeniero de cohetes Herman Potočnik Noordung, un pionero austrohúngaro de la astronáutica nacido en Pula en 1892. A fines de 1928 publicó el libro "El problema de los viajes espaciales: el motor del cohete", en el que estableció un plan para un avance en el espacio y el establecimiento de una presencia humana permanente en el espacio. Potočnik concibió un diseño detallado para una estación espacial, considerada por los historiadores rusos y estadounidenses de los vuelos espaciales como la primera arquitectura en el espacio, describiendo varios fenómenos e ideas que lo convirtieron en uno de los fundadores de la astronáutica.

Este fuerte se sitúa en la cima de la colina, el punto focal del desarrollo de Pula desde su historia más antigua. Aunque la fortaleza que vemos se comenzó a construirse en estilo barroco en el siglo XVII, ya desde el siglo I a.C. aquí había un castro levantado por los Histri, los habitantes prerromanos de Istría, aunque no se trataba de una ciudad, sino de un pequeño asentamiento compuesto por chozas con murallas redondas, sin calles ni plazas. Después, en el año 177 a.C., toda Istría pasaría a manos romanas, por lo que se supone que éstos erigieron aquí un campamento militar para vigilar el territorio conquistado. El primer centro urbano real en el territorio de la actual Pula apareció gradualmente en algún momento de mediados del siglo I a.C. en el área del antiguo castro y al pie de la colina, dando lugar a una colonia de ciudadanos romanos llamada Colonia Pietas Iulia Pola.

Ya en la Edad Media existió una fortaleza en lo alto de esta colina, el castrum Polae, perteneciente a la familia de los Sergi, quienes lucharon por el poder contra la familia Iontasi (Gionatasi), que eran aliados de Venecia. En el 1331 los venecianos se apoderaron finalmente de la ciudad y fueron ellos quienes a partir de 1630 comenzaron la construcción de la fortaleza sobre las ruinas de aquel antiguo castillo. El proyecto fue realizado por el ingeniero militar francés originario de Toulouse, Antoine De Ville, quien diseñó una fortaleza con forma de rectángulo (en cuyo centro había un pozo y la armería y los alojamientos se organizaban a su alrededor), con flancos estrechos y cuatro baluartes, en los que se colocaron cañones.

A principios del siglo XVIII se reubicó la entrada principal desde el flanco sur al lado oeste y posteriormente se cesó por completo el mantenimiento del fuerte. En 1813, con la llegada de los austrohúngaros, el fuerte ya se encontraba en un estado de devastación y abandono muy avanzado. El ejército austríaco demolió las estructuras viejas y en 1840 comenzó a construir otras nuevas, dando como resultado el edificio que vemos actualmente. Los restos que quedan del siglo XVII corresponden con los muros conservados en sus baluartes y flancos. Bajo el dominio austriaco se llamó Hafenkastell y su función fue la de ser un cuartel del ejército, en lugar de ser una estructura fortificada cuyo propósito era la defensa de la ciudad y el puerto.

Finalizada la I Guerra Mundial y tras la disolución de la monarquía Austro-Húngara, el fuerte perdió su función defensiva. Las nuevas autoridades italianas mantuvieron el propósito militar-estratégico del edificio y lo utilizaron como punto de observación y comunicación. Después de la II Guerra Mundial albergó a las fuerzas del ejército yugoslavo y, a principios de la década de 1960, se convirtió en museo. Desde las murallas y la parte superior de la torre que se eleva sobre la fortaleza se puede disfrutar de una vista única de la ciudad, su bahía y los alrededores. Si salimos de la fortaleza y seguimos por un camino de tierra, desembocaremos en los restos arqueológicos del pequeño teatro romano.

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