Este recinto alberga la tumba de Isa Khan Niazi, quien era un noble de las cortes de los emperadores suri, padre e hijo, Sher Shah e Islam Shah. Según una inscripción en la propia tumba, fue construida entre 1547 y 1548 durante el reinado de aquel primero. Todo este recinto fue objeto de una restauración integral realizada por Aga Khan Trust for Culture (AKTC), en colaboración con Archaeological Survey of India (ASI) entre los años 2011-2015. Durante aquellas obras se tuvo especial cuidado en que la reconstrucción se hiciera de manera tradicional, utilizando el mayor número de materiales originales.
Pero vayamos por parte, para entrar al complejo de Isa Khan primero hay que atravesar la puerta de entrada, la cual consta de un porche con tres arcos. Se tuvo que reconstruir la parte oriental de esta puerta, y se hizo gracias a que la columna que faltaba, además de otros elementos arquitectónico, se encontraron enterrados en la tierra. También ayudó mucho que la parte occidental estuviera intacta, por lo que ya se sabía el aspecto que tenía la zona desaparecida.
Desde aquí ya podemos apreciar en todo su esplendor el recinto de la tumba de Isa Khan. Podemos ver que se encuentra encerrado por unas murallas octogonales, siguiendo el mismo esquema geométrico que la tumba que se encuentra en el centro, por lo que se trata del único mausoleo octogonal superviviente indio cerrado con paredes, que cuenta además con una mezquita y una puerta de entrada intactas.
El espacio verde que se encuentra entre la puerta de acceso y el mausoleo, estaba a algo más de 1,20 metros por debajo de los niveles de la plataforma sobre la que se encuentra la tumba. Para restaurar el paisaje a su nivel y aspecto originales se tuvo que hacer un gran esfuerzo retirando más de 9.200 metros cúbicos de tierra del sitio, pero, además, se tuvo que ir con sumo cuidado para no destruir ningún resto arqueológico. Gracias a esta actuación, se revelaron varios elementos arquitectónicos, así como la arcada del muro del recinto, que ahora es nuevamente visible totalmente.
Por tanto, tras haberse hecho un buen trabajo de restauración (no hay que olvidar que hasta principios del siglo XX, todo el complejo estaba ocupado por un grupo de viviendas) es considerado el ejemplo más antiguo de un “jardín hundido” indio que se encuentra adjunto a una tumba. Este nuevo concepto se desarrollaría más tarde en la Tumba de Akbar y en el propio Taj Mahal.
Llegamos ya a la tumba de Isa Khan Niazi, a la cual se accede a través de una escalera que vence el podio de un metro de alto sobre el que se asienta. El mausoleo fue construido en el estilo arquitectónico Lodhi, no en vano, su forma octogonal lleva el sello distintivo de aquella era. El estilo arquitectónico del mausoleo es similar al de Mubarak Shah, Muhammad Shah, Khan-i-Jahan Tilangani y Sikander Lodi.
La tumba está construida principalmente con cuarcita gris y, para la ornamentación, se empleó arenisca roja, mientras que el yeso de estuco envuelve la mampostería en bruto. En las paredes se han utilizado azulejos de diferentes colores para la decoración. La cámara central se encuentra rodeada por una galería porticada en todos sus lados, formada en cada ángulo por tres arcos, en cuyos techos se asienta un chajja (una cubierta en forma de cúpula).
La entrada de acceso al interior de la cámara se ha construido en estilo arquitectónico hindú. Dentro del mausoleo, la tumba está rodeada por un muro también octogonal. Aparte de los muros sur y oeste, los otros muros tienen incrustados unos jalis o jaalis, es decir unas especies de ventanas-pantallas enrejadas que permiten la entrada de luz y aire al mismo tiempo que minimiza los efectos del sol y la lluvia, además de proporcionar refrigeración a través de la ventilación pasiva. Los huecos en los que están situados, están formados, a su vez, por un conjunto de arcos apuntados.
El muro sur incluye la entrada principal al edificio, mientras que la pared occidental cuenta con el mihrab principal (un nicho semicircular en el muro que indica la dirección de La Meca, la dirección en la que rezan los musulmanes). El mihrab está enmarcado por un arco apuntado y bordeado por versos coránicos, mientras que en su parte superior se sitúa una losa de arenisca roja que contiene una inscripción que indica que la tumba es la de Masnad Ali Isa Khan, hijo de Umar Khan, y marca la fecha de su construcción: el año 954 de calendario Hijra (1547-1548 d.C.), es decir se levantó veinte años antes que la tumba de Humayun.
El pavimento del suelo de la cámara de la tumba está revestido con losas de piedra arenisca, sobre las que se asientan seis tumbas, dos grandes y cuatro más pequeñas: el cenotafio de Isa Khan Niazi está hecho de arenisca roja y mármol. Si ahora miramos hacia el techo veremos un medallón ubicado en el centro de la cúpula que está decorado con diseños florales persas, además de contener en el anillo interno un verso coránico.
De nuevo en el exterior y a lo largo del lado occidental del recinto, vemos una mezquita que fue construida en el año 1547, por lo que, tanto este edificio como la tumba, fueron levantadas cuando Isa Khan aún estaba con vida. La mezquita está compuesta por tres cuerpos, de los que el central está hecho de arenisca roja coronado por una gran cúpula.
En su interior vemos tres mihrabs por cada cuerpo del edificio. La mezquita también fue objeto de obras de conservación y adecuación: se restauraron los azulejos de la fachada del edificio, se realizaron arreglos en el techo y se taparon las grietas de la cúpula a través de las cuales penetraba el agua al interior. La parte interna de las paredes se tuvieron que volver a enlucir con mortero de cal, tras quitarse el enlucido posterior de cemento. Finalizada la visita a este recinto seguimos nuestro recorrido por el complejo de la Tumba de Humayun.
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