Escondido entre las caóticas calles de Delhi, cerca de Connaught Place, en Hailey Road se encuentra este antiguo pozo escalonado que es con diferencia el mejor conservado de los 14 baolis con que cuenta la ciudad. Un baoli es el nombre en idioma hindi que se le da en el norte de la India a los pozos escalonados, también llamado templos del agua, aunque en todo el país reciben diferentes denominaciones, como baodi o bawdi o, como se les llama en el estado de Gujarat, vavs. Sea como fuere el nombre implica que existen una serie de escalones que conducen hacia los pozos donde se depositaba el agua.
Estos tipos de pozos se construyeron para brindar una solución a los problemas de escasez de agua en el paisaje seco del norte de la India, ya que servían como aljibes subterráneos donde acumular el agua de lluvia para hacer frente a las fluctuaciones estacionales con la disponibilidad de agua. Estos lugares tenían una enorme importancia social, ya no sólo por ser esencial para la vida misma, sino también porque era el sitio donde los lugareños se reunían para charlar mientras recogían agua para sus necesidades.
Los pozos escalonados y los depósitos en lugares como Dholavira dan una buena idea de los patrones arquitectónicos seguidos en la Civilización del Valle del Indo durante la Edad del Bronce. Las características arquitectónicas de este baoli se asemejan a las de finales del período Tughlaq o Lodi. El Agrasen Ki Baoli o Ugrasen ki Baodi tiene unas dimensiones de 60 metros de largo, por 15 de ancho y 108 escalones. La entrada a este pozo escalonado es gratuita y se realiza a través de una pequeña puerta de acceso de arco situada en la calle estrecha de Hailey Road.
Se encuentra dividido en tres niveles que brinda acceso al agua que se encuentra debajo, a través de pasajes que conducía a las cámaras construidas en el baoli, aunque por razones de seguridad permanecen hoy en día cerradas. Cada uno de los niveles están flanqueados a ambos lados por gruesos muros con nichos arqueados. Estos arcos tenían la función de servir como lugar de encuentro, además de proporcionar sombra para aliviar el calor. El baoli se diseñó para mantener el agua fresca, incluso en los meses de verano. En el extremo norte hay un pozo circular que mide 8 metros de diámetro que cuando se llenaba de agua el nivel subía a una altura de unos 2 metros más.
Aunque no se sabe a ciencia cierta quién lo construyó, se cree que fue el rey Raja Ugrasen alrededor del año 3000 a.C., el legendario maharajá que fundó el reino de Agroha o Agrawal, constituido por grandes comerciantes. Algunos historiadores señalan que en verdad fue construido en el año 1132 d.C. y estudios arqueológicos recientes han encontrado indicios de que este pozo fue reconstruido en gran parte en el siglo XIV por la comunidad de Agarwal (probablemente descendientes directos de Agrasen y del reino de Agroha) durante el Sultanato de Delhi.
En la esquina oeste del recinto se encuentra el edificio de una pequeña mezquita que cuenta con tres aberturas y se encuentra elevada sobre una plataforma sólida con “dalans” subterráneos a los lados. Construida en arquitectura de estilo mogol, consta de un techo con forma de "espalda de ballena" y cuatro columnas de piedra arenisca roja talladas (una de ellas se derrumbó) con motivos ‘chaitya’, es decir de la arquitectura típica de los templos budistas, y medallones de estuco situados en las enjutas de los arcos.
No es de extrañar que un lugar tan mágico como el Agrasen Ki Baoli esté rodeada de misterios y leyendas fantasmales que son muy conocidas en Delhi, de hecho, los indios más supersticiosos no quieren acceder al interior de este pozo escalonado. Se dice que demonios y otros espectros se esconden en sus paredes y que cuando el agua del pozo estaba completamente negra, la gente sentía una atracción tan fuerte por ella que se lanzaban al vacío y mientras lo hacían el agua se elevaba y se derramaba, exudando después la sangre de la víctima.
Muchas personas que han visitado el baoli se han quejado de que se sentían perseguidas mientras andaban por las escaleras, ya que escuchaban pasos detrás de ellas, esto podría explicarse por el eco causado por la propia acústica del lugar, añadido al hecho de que a medida que se bajan los escalones el pozo se vuelve más frío y oscuro, además de escucharse los ruidos de las palomas.
Otros aseguran que de noche se pueden escuchar gritos, aunque la explicación lógica es que se tratan de sonidos emitidos por los murciélagos que habitan en las cámaras interiores del pozo. Y hablando de temas paranormales, al menos en el cine, este lugar se comenzó a conocer gracias a la película de Bollywood de 2014 titulada “PK”, donde un extraterrestre interpretado por Aamir Khan, tras perder su nave espacial, convierte el pozo en su improvisado hogar.
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