Debido al deterioro de las relaciones entre el clero y los militares en Old Sarum, se decidió trasladar la catedral y el obispado al actual lugar en Salisbury. La construcción de la St. Mary's Cathedral fue iniciada por el obispo Richard Poore en 1221 (un hombre rico que donó los nuevos terrenos), y en apenas 38 años fue completado el cuerpo principal del templo, encontrándose ente una de las obras maestras del gótico temprano inglés.
De esta forma, en 1258 la nave, el crucero y el coro fueron terminados, mientras que la fachada occidental estaba lista en 1265. El claustro, uno de los mejores conservados y más grandes de Inglaterra, y la Sala Capitular datan del año 1270, mientras que la torre y la aguja de 123 metros de alto fueron construidas en el siglo XIV. En aquel tiempo antes de añadir la torre los arquitectos no se pararon a hacer un estudio previo del suelo, puesto que la catedral se levanta en terrenos freáticos. Por eso, al encontrarse agua a 1,5 metros de profundidad, se hicieron los cimientos del edificio de apenas 1,2 metros de hondo.
Así el peso extra de la torre, con sus casi 6.500 toneladas, resultó ser problemático para el resto de la construcción, que comenzó a deformarse y la torre a inclinarse. Gracias a los añadidos de contrafuertes, arcos y tirantes de hierros en siglos posteriores, se impidió que la torre se cayese. Por ejemplo las vigas sobre el crucero (ocultas con un falso techo) añadidas por Christopher Wren en 1668. En la actualidad existe una pequeña apertura sobre el suelo, donde se introduce una vara para medir para saber a qué profundidad se encuentra el agua.
Cuenta una leyenda que a la hora de elegir el lugar exacto donde levantar el templo, el obispo disparó una flecha desde Old Sarum que golpeó a un ciervo blanco que por unas horas siguió vivo hasta que fue a morir en el lugar donde hoy se encuentra la catedral, a casi 3 kilómetros del antiguo emplazamiento. Así muchas de las piedras que componen el edificio proceden de Old Sarum, otras (las que forman la sillería) vinieron de las canteras de Teffont-Evias, otras de la cantera de Chilmark... Las piedras probablemente fueron transportadas mediante bueyes, ya que el traslado por barco a través del río Nadder se vio imposibilitado al existir numerosas norias y presas.
Centrándonos un poco en la estética de su exterior, podemos ver que se utiliza para la ornamentación diferentes agujas y esculturas. El estilo gótico, aunque nació en Francia a finales del siglo XII, llegó a Inglaterra de mano de sus reyes normandos quienes tenían posesiones francesas. Así, mediante estas influencias externas como internas nacería un estilo propio de gótico inglés. Bajo el nombre de Early English se denomina la primera etapa del gótico inglés, caracterizado por el uso de capiteles simples, molduras muy marcadas, cabecera plana, doble transepto, el uso del contraste cromático en los interiores mediante el empleo, por ejemplo, de mármol negro de Purbeck, situar las iglesias en vastos espacios verdes (mientras que en el continente los templos se rodean de diferentes edificios), etc...
Los 137 metros de longitud quedan en armonía con los 123 metros de la aguja, la más alta de Inglaterra. En los muros se sitúan tres órdenes de ventanas entre los contrafuertes, extendiéndose bajo los tejados un delicado friso de arquillos. La fachada occidental está compuesta por dos torres a cada extremo y está inspirada en las fachada de la catedral de Wells. Presenta numerosos elementos ornamentales como ángeles, personajes del Antiguo Testamento, Apóstoles, mártires, filósofos, etc... En la parte central hay más de 130 nichos de diferentes tamaños, 73 de ellos contienen esculturas, las cuales fueron respuestas en su mayoría en 1836-1876.
Estéticamente, a lo largo de los siglos, la catedral se ha mantenido prácticamente inalterada pero sin embargo, ha sufrido algunas restauraciones como las que tuvieron lugar en 1790 cuando el arquitecto James Wyatt realizó algunos cambios controvertidos, como la sustitución del coro original y la demolición de la torre de la campana que se levantaba a 100 metros en la zona noroeste del edificio principal. También son significativos las restauraciones posteriores que realizó G.G. Scot en 1863.
Una de las características de los templos góticos ingleses son las cabeceras que terminan de manera plana, una de las partes internas más atractivas de esta catedral, en la que la capilla central se encuentra flaqueada por otras dos más estrechas de igual altura. A partir de la cabecera la estructura del templo se va ensanchando escalonadamente hasta llegar a los 61,5 metros en el mayor de los transeptos.
En la zona de la fachada norte podemos ver una de las tres escultura tituladas Walking Madonna ("Virgen Caminante") de la artista Elizabeth Frink. La que vemos se realizó en 1981 y está colocada caminando en dirección contraria a la catedral. Esta perspectiva de la escultura con respecto al templo se ha interpretado como la actitud de una mujer segura que después de haber pasado por malos momentos se dispone a salir al mundo donde la necesitan, confortada con la promesa de la resurrección. Otra de esas esculturas también se encuentra en Reino Unido, más concretamente en los terrenos de la mansión Chatsworth (Chatsworth House).
Su interior presenta una planta con doble cruz latina compuesta por una cabecera, un presbítero, un transepto menor, pequeño coro, transepto mayor y tres naves en el cuerpo occidental que miden 13 metros de ancho la central y 6 cada lateral. Por otro lado presenta tres niveles compuestos por: un primero de arcos apuntados, un segundo con el triforio y un tercer nivel con ventanales por donde pasa la luz para iluminar las bóvedas cuadripartitas situadas a 25 metros de alto.
Si comenzamos nuestro recorrido por la nave lateral izquierda lo primero que vemos es una maqueta de la catedral. Desde este punto se inicia la visita a lo alto de la torre. También en este lado se exponen las banderas de militares británicos que las utilizaron para la conquista de las indias.
A continuación vemos un reloj mecánico medieval del año 1386, el más antiguo de Inglaterra (y según qué historiados, también del mundo), procedente del campanario demolido en el año 1790 y que aún continúa en funcionamiento. Se compone de un marco sin esfera ni dial, pero provisto de campanas, que únicamente da las horas. Existen voces dubitativas sobre la veracidad de la fecha de datación del reloj pues piensan que su fisionomía está bastante avanzada como para permanecer al siglo XIV, siendo más comparable con los fabricados en el siglo XVI y XVII.
Esta nave lateral se encuentra separada de la central, además de por los pilares con arquería ojival, por algunas tumbas monumentales, como la de un Guerrero Desconocido del siglo XIV. Antes se pensaba que la efigie de mármol era de William Longespée quien murió en el año 1250, pero investigaciones recientes lo desmintieron al confirmar que, en efecto, la armadura es del siglo XIV. A lo largo de esta nave vemos otras tumbas.
Antes de continuar adelante, nos llama poderosamente la atención una moderna pila bautismal del años 2008 que a pesar de su contemporaneidad mantiene la armonía con el resto del edificio. Fue diseñada por William Pye quien le dio al agua la importancia y característica principal de la obra, ya que el calmado líquido hace las veces de superficie reflectante y de metáfora que hace alusión a la reflexión. Con forma de cruz con los bordes redondeados, posee en sus cuatro lados unos caños por el que el agua fluye hasta caer en unos huecos de las rejillas de bronce incrustadas en el suelo.
Aunque nos parezca sorprendente, hasta hace poco la catedral no contaba con una pila bautismal permanente. La idea de construir una partió del entonces tesorero canónigo June Osborne, que pasó a convertirse en decano de Salisbury. Así, tras llegar un acuerdo todas las partes interesadas en el proyecto, el diseño fue finalmente aprobado en 2007 y en septiembre de 2008 la fuente que aquí vemos fue consagrada por el Arzobispo de Canterbury. Desde entonces se ha convertido en un símbolo más de la Catedral, siendo una gran atracción para los visitantes y turistas que la visitan.
Llegamos al transepto mayor, cuyo núcleo constituye el punto central de la catedral y donde se eleva la torre y aguja de 6.500 toneladas que han ocasionado la inclinación de los pilares que los sostienen y ha desviado alrededor de 75 centímetros el ápice de la aguja. Aquí, y justo delante del coro, se ha instalado el Altar Mayor. El transepto norte acoge varias placas conmemorativas y sepulcros neoclásicos, entre los que se encuentran algunos realizados por John Flaxman. En el muro este se sitúan diferentes memoriales y tumbas, como la de James Harris, George Lawrence, un busto de Richard Jeffries realizado por Margaret Thomas en el 1892; William Benson, Sarah Hayter, etc...
En el muro norte entre otras piezas, vemos la escultura de Sir Richard Colt, historiador de Wiltshire, mármol realizado por R.C. Lucas en 1841. En el centro se sitúa la tumba de John Blyth, quien fue obispo desde 1494 hasta el momento de su muerte en el año 1499, aunque también ejerció como rector de la Universidad de Cambridge. A la izquierda vemos un dosel gótico con nichos y baldosas con una placa de latón dedicada a Osmond.
En la zona oeste se sitúa la Chapel of St. Edmund & St. Thomas. San Edmundo de Abingdon fue canónigo y tesorero de la catedral desde 1222 a 1233, y arzobispo de Canterbury desde 1233 hasta 1240, año en que murió siendo enterrado en Pontigny (Borgoña), siendo canonizado en el 1246. Por otro lado santo Tomás de Canterbury (Thomas Beckett) fue obispo de Canterbury y canciller de Inglaterra bajo mandato de Enrique II. Tras su muerte en 1170, fue canonizado tres años más tarde, en el 1173.
Entramos en la parte norte del coro, lo que podría considerarse como el deambulatorio. A la derecha destaca la plancha sepulcral de latón del obispo Wyville fallecido en el 1375. En él vemos una media efigie del obispo en una estilizada fortaleza, en cuya parte inferior vemos un guardia armado junto a la puerta de acceso. A continuación, a la izquierda nos encontramos con la Morning Chapel o Capilla Matutina que contiene dos altares, el altar de St. Martin of Tours y el de Santa Catalina.
En esta capilla encontramos además, un famoso prisma de cristal en el que se representa el templo en 3 dimensiones que está dedicado a la memoria de Rex Whistler, quien fue un artista que vivió en el Close de la Catedral. Fue asesinado en Normandía cuando estaba en plena acción al frente de su tropa de tanques. Este memorial fue diseñado y grabado por su hermano Laurence Whistler quien, antes de fallecer en el año 2000, lo regaló a la catedral de Salisbury. La linterna que lo contiene fue mandada realizar por Richard Cowdy, construida por Bowler-Reed & Tony Wallis y dorada por Richard Healy en 1987.
Saliendo de la capilla, justo enfrente se sitúa la tumba del que fue preceptor y rector Thomas Bennet, en cuya inscripción señala que falleció en el año 1554. Le sigue la tumba con reja de hierro forjado del obispo Roger de Martival, fallecido en 1330. Está construida con mármol de Purbeck con hendiduras de latones y dintel del siglo XIV.
Seguimos en la zona derecha de este pasillo para toparnos con la maravillosa capilla funeraria del obispo Audley que ejerció como tal desde 1502 hasta el momento de su muerte en 1524. Antes de desempeñar esa función fue canónico bajo el obispado de Beauchamp y posteriormente obispo de Hereford, lugar donde también construyó una capilla. El interior de la que vemos contiene unas bonitas bóvedas de abanico. Fue construida estando Audley en vida y una vez muerto fue enterrado bajo su suelo. El altar de piedra y la Virgen que estaba sobre él fueron destruidos en 1548. Actualmente esta capilla también sirve como memorial del obispo Neville Lovett (1936-1946).
Seguimos adelante para ver la tumba de mármol de Purbeck con la efigie del obispo Bingham, fallecido en 1246. Así nos encontramos ya en el trascoro donde lo primero que vemos es la tumba de Sir Thomas Gorges y su esposa Helena Snachenberg. Ésta vino de Suecia con 15 años de edad para ser la dama de honor de la reina Isabel I. Posteriormente se casó por primera vez con el marqués de Northampton y después de su muerte, con sir Thomas Gorges.
Fruto de sus matrimonios, cuando Helena murió a los 86 años de edad, dejó 98 descendientes. La tumba que vemos ahora fue levantada en el 1635, año en que falleció Gorges. Al lado se sitúa el sepulcro de John Wordsworth, obispo entre 1885 y 1911, año en que murió. Fue un académico y teólogo que estudió la historia de la iglesia luterana de Suecia y de los Estados Unidos. Él es el fundador de la Bishop Wordsworth's School situado en el Close de la catedral.
Situada en la cabecera del templo encontramos la Trinity Chapel que fue la primera parte de la catedral en ser completada, siendo consagrada en el año 1225. Tiene forma rectangular y en ella sorprende los pilares esbeltos que no obstruyen la vista, construidos con piedra oscura procedentes también de Purbeck cuyo compuesto, aunque se le llame mármol, es un conglomerado de caliza que, tras recibir un buen pulido, presenta un aspecto marmóreo.
Las bóvedas de esta capilla fueron recubiertas con capas de cal y los nervios fueron pintados de color rojo y verde decorados con motivos geométricos en blanco. Durante la década de 1860 la firma Clayton and Bell volvieron a pintarlas, cuando el arquitecto George Gilbert Scott fue contratado para las extensas reformas de la catedral. Scott pensó que los colores eran demasiado brillantes y llamativos, dándoles un tono más oscuro y con menos brillo.
En el centro se encuentra el sepulcro del obispo Osmund (santificado en 1457) que falleció en 1099. Se trata de una de las tres tumbas que se trasladaron hasta la nueva catedral en 1226, procedentes de la antigua situada en Old Sarum. Por otro lado, en uno de los rincones de la capilla un cirio de Amnistía Internacional permanece encendido de manera permanente para conmemorar a los presos de conciencia del mundo.
En la ventana este podemos ver una vidriera dedicada a los presos de conciencia del siglo XX, obra de 1980 de Gabriel Loire y su hijo Jacques realizado en su taller de Chartres. La idea surgió al deán Evans que al llegar a la catedral se dio cuenta de la falta de color interno. Por ello pensó en colocar una vidriera en la que se reflejara la respuesta cristiana a la violencia e injusticias tan ampliadas en el siglo XX, y así conmemorar a esos presos de todas las razas y religiones del mundo. A la izquierda se sitúa la vidriera dedicada a la Asunción del siglo XIV.
Al otro extremo de la Trinity Chapel, se encuentra el monumento a Hertford donde se encuentran enterrados Edward Seymour, conde de Hertford, y su esposa lady Catherine Grey. Ésta fue hermana de lady Jane Grey quien fue reina de Inglaterra durante nueves días, antes de ser ejecutada, cuando contaba con 17 años de edad, en 1554. La tumba presenta las efigies de Seymour y Grey, flanqueadas por las figuras arrodilladas de sus hijos Edward y Thomas.
Probablemente esta tumba fue erigida alrededor del año 1625, construido con mármol y cuya autoría es atribuida a William Wright de Londres. Justo al lado, dirigiéndonos ya a la nave lateral sur, encontramos la tumba del obispo George Moberly, fallecido en 1885. Fue diseñada por Sir Arthur Blomfield, y construida por Thomas Nicholls. En ella podemos ver un bonito dosel rodeando la escultura del obispo que hace la función de tapa de la sepultura.
El coro sorprende por su sillería de madera original de 106 asientos, una por cada canónigo y vicario, presentando un intrincado tallado. Están datadas en el año 1236, siendo así la sillería completa más antigua de toda Inglaterra. En su parte superior podemos ver pequeñas esculturas que corresponden a cada uno de los obispos que tuvo la catedral. Como curiosidad, todas esas estatuas poseen sobre la cabeza la mitra tradicional, exceptuando una que corresponde a un obispo que desempeñó su cargo en el siglo XVI.
Esto se debe a que este obispo se pasó de la fe apostólica romana al protestantismo cuando Enrique VIII rompió con Roma; posteriormente, en 1553, ascendería al trono María I, hermana de aquél, que volvió a instaurar el cristianismo de Roma, con ello este obispo volvió a abrazar esa religión. Al poco tiempo Isabel I restauraría finalmente el protestantismo en el país, y el obispo volvió a cambiar de fe. Cambiando de tema, en esta zona también se pueden contemplar los tubos del órgano Willis de 1876, además de poder admirar las pinturas de la bóveda que fueron realizadas en el siglo XIX basándose en los diseños medievales originales.
Volviendo al deambulatorio vemos el sepulcro del obispo Giles de Bridport consistente en un templete de piedra y mármol de Purbeck, en cuya tapa se sitúa su escultura tallada. Más allá se sitúa la colorista tumba de Mompesson de 1627, en el que se encuentran sepultados Sir Richard Thompson y su esposa Katherine. Está profusamente decorada, fue repintada en 1964, y curiosamente se encuentra orientada hacia el oeste, esto es debido a que originalmente estuvo ubicada en el lado opuesto de la nave.
Más adelantes si encuentra el sepulcro del amigo y secretario del rey Ricardo II, el obispo Miltford o Medford de 1407. La tumba está construida con alabastro, mármol de Purbeck y piedra de Chilmark. Aún son apreciables hoy en día algunos restos de la pintura dorada original.
Y así llegamos al transepto sur donde se encuentran diferentes memoriales y tumbas, como la cercada por una verja de hierro de Edward Poore (1780) y su esposa Rachel (1771), o el de Sir Robert Hyde (1665) decorado con su busto, entre otras. En un lado se encuentra la Chapel of St. Michael the Archangel, y justo enfrente la puerta que da acceso al claustro.
La nave derecha se encuentra separada de la central por más tumbas. Entre ellas destacamos el sepulcro de William Longespée, fallecido en 1226, quien fue el hijo ilegítimo del rey Enrique II y hermanastro del rey Juan. Longespée estuvo presente en la colocación de la primera piedra de la catedral y tras su muerte fue la primera persona en ser enterrada en el interior del templo. Pero antes de fallecer fue uno de los consejeros en la redacción de la carta Magna que después comentaremos.
Existe una leyenda sobre su muerte en la que se cuenta que el barco en que viajó naufragó y se le dio por muerto. Uno de sus rivales vio la oportunidad de hacerse con la fortuna que William amasó e intentó casar a su sobrino con la esposa de aquél, a lo que ella reusó hasta en 3 ocasiones. Después de 3 meses William reapareció, a lo que su rival, viéndose en un gran problema, le invitó a un banquete donde, al parecer, aquél comió algo y enfermó hasta que murió. Siglos más tarde, tras el traslado de la tumba desde la capilla de la Trinidad hasta aquí se encontró en su interior una rata momificada que, según la leyenda murió con el mismo veneno que acabó con el caballero.
La tumba de Robert Lord Hungerford, quien falleció en el año 1459, fue erigida originariamente en la Hungerford Chantry, en el lado norte de la Trinity Chapel, pero fue demolida en el año 1789. Posteriormente sería reconstruida en este lugar a partir de los restos que quedaron. A sus pies podemos ver la escultura de un perro que simboliza la lealtad.
Accedemos ya al claustro que se encuentra adosado en el lado sur de la catedral. Fue iniciado en el año 1270 y terminado a principios del siglo XIV, tratándose de uno de los de mayores dimensiones y mejores conservados de la arquitectura gótica británica. Aquí podemos ver una maqueta de cómo fue Old Sarum.
La particularidad de este claustro es que se construyó para ser el espacio donde tendría lugar la lectura y el esparcimiento y no como parte de una fundación monástica, de ahí su gran tamaño. Las arquerías están compuestas por bellísimas tracerías caladas, pareadas y coronadas por un gran óculo de forma ondulada que le dan al recinto un aire místico.
El claustro se encuentra dominado por una construcción poligonal llamada Chapter House o Sala Capitular. Fue construida a partir de 1260 para cobijar las celebraciones de las reuniones del Capítulo, esto es el órgano de gobierno de la catedral. En esta sala destaca su bonita cúpula de crucería que descansa en una única columna central y el friso medieval que representan escenas del Génesis y del Éxodo, considerados entre los mejores ejemplos de arquitectura gótica temprana. Entre 1855 y 1859 la estancia fue redecorada por William Burges.
En su interior, entre otras piezas, se exhibe una de las cuatro copias que han llegado hasta nuestros días (originariamente eran cuarenta copias) de la Carta Magna, siendo ésta la mejor conservada de todas. Este documento, redactado en latín medieval sobre papel vitela, fue escrito por los nobles y dirigido a la Corona, porque aquellos estaban cansados de pagar tantos impuesto para financiar la guerra.
Fue aceptado por el rey Juan I de Inglaterra o más conocido como Juan sin Tierra, quien estampó su sello en el año 1215, convirtiendo a este documento en el primero que estableció las relaciones entre el rey y sus súbditos, además de señalar los derechos de éstos. Siglos más tardes, sirvió de inspiración para redactar las Constituciones de otros países e instituciones, como los Estados Unidos o la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU.
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