Este asentamiento situado sobre una colina ha sido ocupado y abandonado en los últimos cinco mil años. No en vano, restos arqueológicos certifican que el lugar fue habitado desde el Neolítico (aproximadamente en el año 3000 a. C.). Sobre dicho cerro se construyó un fuerte en torno al año 500 a.C. para lo cual se realizaron enormes bancos y diques alrededor de la colina. En el mismo período y en el mismo lugar se han encontrado numerosas fortificaciones.
Después de la Edad del Hierro (500 a.C. hasta el 50 d.C.), el sitio sería ocupado por los romanos en el año 43 (y aquí se establecerían hasta el 399), creando en el sitio una estación militar estratégicamente situada en el cruce de cinco importantes rutas. Ese fuerte fue llamado Sorviodunum. Entre los años 410 y 1065 el cerro sería ocupado por los bretones y anglosajones, siendo frecuentemente atacados por los vikingos. Existen crónicas en las que se habla de un asentamiento anglosajón en el lugar llamado Searobyrg.
Después de la conquista normanda en 1066, el rey Guillermo el Conquistador se dio cuenta rápidamente del potencial del sitio como fortificación. Así, entre 1069 y 1070 comenzaron los trabajos de construcción de un nuevo castillo y, en 1075, de una nueva catedral que se quemaría en 1092, comenzándose posteriormente una nueva en estilo normando. En aquella época Iglesia y Estado trabajaban en estrecha colaboración y era lógico la edificación de un templo en el patio exterior del castillo real.
En la década de 1170 Enrique II hizo mejoras en el lugar, construyendo un nuevo puente elevadizo y creando un tesoro dentro de la torre del Homenaje. Old Sarum continuó siendo el centro de poder real durante los reinados del rey Ricardo I y Juan, ambos regresaron al castillo, mandando construir una nueva sala, una panadería y una cocina. Sin embargo hacia el final del reinado de Juan, su relación con el clero se había deteriorado, cuando éste negó la ampliación de la catedral porque ya el espacio en la colina era limitado. La tensió llegó a tal límite que fue excomulgado por el Papa.
El aumento de los conflictos entre Iglesia y Estado hizo que Old Sarum perdiera su posición como centro administrativo, provocando que el clero lo abandonara a favor de una nueva catedral en la llanura de la actual Salisbury o New Sarum. Así, en 1226 la mayoría de la clerecía ya se encontraba en la nueva catedral y en 1240 la mayoría de la población local se había trasladado a la nueva ciudad. Un informe de 1514 declaró que el castillo era un lugar en ruinas que no podría ser salvado, lo que hizo que Enrique VIII diera permiso para que el sitio fuera demolido y se pudiera utilizar su piedra en la construcción de edificios cercanos. Desde el siglo XIX el sitio se proclamó oficialmente deshabitado.
Tras atravesar el puente que salva la zanja, lo primero que vemos antes de llegar a la taquilla es la zona del Gatehouse. Este estrecho pasadizo era la entrada principal al interior del patio del palacio. Cuando se producía un ataque se retiraban los tablones de madera que hacía la función de pasarela, los cuales serían sustituidos más tarde por un puente levadizo más elaborado. Así mismo y para más seguridad las puertas de la entrada de madera de roble se podían cerrar.
Esa puerta se cerraba con llave, la cual se custodiaba en una abertura cuadrada en la pared lateral, incluso todavía hay evidencias de la ranura de la barra de tracción de las puerta exteriores. Aquí había además, a cada lado del pasadizo de entrada, pequeñas salas abovedadas para los guardias, mientras que la parte superior se componían de habitaciones donde presumiblemente vivía el gobernador militar del castillo.
Entramos ya al gran patio, ahora debemos poner en funcionamiento nuestra imaginación y visionar un patio donde se repartían los diferentes edificios del complejo que conformaban el castillo, de entre los que destacaba la Great Tower. Así si giramos a la izquierda veremos los restos del edificio de la cocina y panadería, que se encontró durante las excavaciones llevadas a cabo entre 1909 y 1915. Esa construcción estaba compuesta por tres habitaciones, cuya sala principal contaba con tres grandes hornos para hacer pan.
Al otro lado se sitúa la Courtyard House, sin duda la estructura más ambiciosa dentro de la muralla. Fue construido probablemente por el obispo Roger, ya que construyó edificios similares en otros castillos como en Sherborne. El palacio contendría una sala, diferentes cámaras, cocina, zona de servicios y capillas dedicadas a San Nicolás y a Santa Margarita.
La Chapel of St Margaret o Capilla de Santa Margarita se situaba en la planta baja y estaría destinada al uso religioso de los funcionarios y la guarnición. Probablemente contenía un techo abovedado y las paredes laterales lucirían una decoración a base de arquerías talladas. En un hueco arqueado en el extremo del edificio se situaba el altar. La Chapel of St Nicholas o Capilla de Santo Nicolás estaba por encima de la anterior, en el primer piso, era más larga y grande y sería utilizada por la familia real.
Enfrente podemos ver un profundo pozo que era la principal fuentes de agua para el castillo. Su profundidad original se desconoce pero se especula con que pudo haber sido de alrededor de 70 metros. Por ello un molinete muy resistente pudo haber sido necesario para elevar el peso de la cuerda y el cubo lleno de agua. Ese molinete habría estado protegido por una construcción techada y abierta por los lados. Curiosamente aquí era el lugar donde los funcionarios se reunían para intercambiar los chismes acaecidos en el castillo.
Llegamos ahora a la zona donde se unen el Postern Tower o Torre de la Poterna y el Almacén. Este estrecho pasaje era el camino de regreso a la entrada trasera del castillo, mediante una poterna (puerta secundaria construida en lugares disimulados u ocultos). En este pasillo se pueden ver los agujeros de remolque de las puertas, lo que implica que los guardias podían cerrarlas tanto las interiores como las exteriores.
La Torre de la Poterna era originariamente una gran torre de piedra construido para impresionar a los enemigos. Al lado se sitúan una serie de salas que se utilizaban para el almacenamiento. Sobre ellas había salas, varias cámaras y tal vez una capilla privada para el rey. En el año 1181 el Enrique II ordenó añadir lateralmente una torre del Homenaje cuya función principal sería la de albergar su tesoro.
Nos dirigimos al lado contrario de las escaleras para llegar a la Residencia Real, construida en el patio superior por orden del rey Enrique I. Se componía de un gran vestíbulo, una gran sala de recepción, habitaciones privadas y una capilla. Posteriormente en el siglo XIII, se añadió un pabellón de retretes, en los que se encontraban los del rey Enrique III que a buen seguro estaban bellamente decorados.
Cuando el nuevo palacio se edificó, se hizo necesario construir unas nuevas escaleras para llegar a sus habitaciones que se encontraban en el nivel superior de la Great Tower. En la Baja Edad Media los criminales que eran ajusticiados en la gran sala, fueron conducidos por estas escaleras. En la parte norte se encontraba la Herlewin’s Tower, quizás construida para vigilar la catedral. Cuando el Courtyard Palace se comenzó a utilizar, la Great Tower dejó de ser la vivienda principal para el rey.
Sin embargo, el Great Tower seguirá siendo el edificio más grande del castillo, todo un símbolo de poder y autoridad. También fue la edificación más fácil para defender puesto que si todo el sistema defensivo fallaba, sería desde la torre desde donde se podría negociar la rendición. Desde el nivel del Courtyard Palace unas amplias escaleras ascendían hasta una de las puertas del primer piso de la Gran Torre. Para mayor seguridad la parte superior de las escaleras y el rellano se encerraron en una torreta más pequeña. Esas escaleras fueron, probablemente, de madera para después reconstruirse en piedra.
Desde aquí obtenemos una magnífica panorámica no sólo de la ciudad de Salisbury y su skyline por un lado, sino también de los cimientos de la antigua catedral por el otro. Este primer templo probablemente fue planeado por el obispo Herman, el primero de Salisbury, aunque la mayor parte fue construida por su sucesor, el obispo Osmund.
Se construyó entre 1075 y 1092, aunque cinco días después de consagrarse fue dañada gravemente por una tormenta y tuvo que ser reconstruida. Así entre 1120 y 1130 el obispo Roger mandó levantar un templo mucho más grande que su predecesor. Cuando finalicemos la visita del castillo nos aproximaremos a los restos de esta catedral y seguiremos comentándola.
Abandonamos la zona de la Great Tower y nos acercamos hasta el solar que antaño ocupaba el New Hall que se construyó entre los años 1201 y 1208, pero en 1247 ya necesitaba una buena reparación debido a que no tuvo un mantenimiento adecuado. Se construyó en estilo gótico, contrastando con el resto de los edificios del complejo. El Oficial del rey habría utilizado estas dependencias para las audiencias judiciales.
Tras hacer un recorrido por el perímetro del recinto a través de unos caminos marcados donde antes pasaban las murallas, abandonamos esta colina para llegar a los restos de la antigua catedral. El paseo alrededor de la zanja es muy recomendable puesto que tendremos una visión más completa de todo este lugar. Así llegamos a los cimientos de la catedral de Old Sarum. Pero retrocedamos en el tiempo para entender por qué se construyó aquí el edificio religioso.
Poco después de la conquista de Inglaterra, Guillermo el Conquistador y Lanfranc, el nuevo arzobispo de Canterbury, se dedicaron a la reorganización de la Iglesia inglesa. En 1075 un concilio de la Iglesia autorizó el traslado del obispado desde Sherborne a la zona de la muralla exterior del castillo del rey. Junto a la catedral se construiría a su lado un jardín enclaustrado y más allá una residencia oficial de los primeros obispos de Salisbury.
La nave de la catedral era la única zona del edificio donde a la gente común se les permitió asistir, pero lo debían hacer de pie puesto que en aquella época no habían asientos. Cuando las ceremonias implicaban sólo al clero éstas se llevaban a cabo en el otro extremo separado por una cortina. La nave de la catedral fue diseñada para mostrar la gloria de Dios y el poder de los obispos. Su interior sería seguramente oscuro, sólo iluminado por velas y algunos rayos de luz de colores provenientes de las vidrieras.
Sin embargo, y aunque pudiera parecer raro, cuando no se celebraban servicios religiosos, la nave de la catedral podía acoger otras actividades que no tuviera nada que ver con la religión. Así, aquí se celebraban reuniones donde se ofrecían gangas y oferta de determinados productos. Finalmente, tras las tensiones Estado-Iglesia, y tras el traslado de la catedral a New Sarum, ya por 1250 habían sido demolidos tanto el templo como el palacio del obispado.
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