LONDRES (LONDON)

EL PUENTE DE LA TORRE


Al lado de la torre se encuentra el puente más conocido de la ciudad que precisamente toma el nombre de él: Tower Bridge. Construido entre los años 1886 y 1894 según proyecto de Horace Jones, originariamente era el único que conectaba las dos orillas del Támesis. El arquitecto tuvo muy en cuenta el diseño del puente para no desentonar con la Torre de Londres y al mismo tiempo, crear un puente levadizo acorde con el tráfico fluvial de la época (por ello precisamente no existe otro puente más al este).

El desarrollo económico y el aumento de la población en el este de Londres, llevó a la necesidad de construir este puente ya que los peatones y vehículos se demoraban durante horas. Esto unido a que era imposible construir un puente fijo tradicional, ya que cortaría el paso de los barcos al puerto que en esa época se situaba en el Pool of London, hizo que la City of London Corporation creara un comité especial para encauzar el problema que desembocó en la construcción del puente que nos ocupa ahora.

El puente posee una longitud de 244 metros, con dos torres de 65 metros de altura hincadas en el lecho del río, con una pasarela peatonal que las une de 61 metros de largo. Para la construcción de las torres y las pasarelas se utilizaron 11.000 toneladas de acero que fueron recubierto de granito de Cornualles y piedra de Portland. Las levas pueden subir para permitir el tráfico de barcos hasta un ángulo de 83 grados, pesando cada una 1000 toneladas, contrapesadas para minimizar la energía requerida para elevarlas en un minuto. Si el viajero desea ver in situ la apertura del puente, existe una web oficial donde indican los días y horas de apertura.

Las levas se abren gracias al mecanismo hidráulico que utilizaba agua a presión almacenada en seis acumuladores. El agua era bombeada dentro de los acumuladores mediante motores de vapor. En la actualidad se sigue utilizando el sistema hidráulico pero en vez de agua se usa aceite y en lugar de máquinas de vapor se utiliza motores eléctricos.

En 1910 las pasarelas elevadas se cerraron al público debido a su falta de uso. Actualmente, y a partir de 1982, los visitantes pueden volver a pisarlas para disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. En el interior de la torre norte se accede al tercer nivel del Tower Bridge Exhibition, en la que se expone los mecanismos de funcionamiento originales y toda la historia que rodea al Puente de la Torre.

Si lo atravesamos llegamos a la otra orilla donde se sitúa el City Hall que cobija la Greater London Authority, es decir la sede del gobierno de toda la zona urbana de Londres, compuesta por un alcalde y 25 miembros asamblearios. Pero centrémonos en el edificio que es lo que nos interesa: su forma de bulbo de vidrio y acero (mide 45 metros de altura repartidos en 10 plantas) fue diseñada por Norman Foster en el año 2002 como edificio ecológico, aprovechando al máximo la luz natural y usando paneles solares en el techo para reducir el consumo de energía que requiere un edificio de estas características.

En el exterior, junto al City Hall, se ha construido con piedra caliza gris un anfiteatro ovalada con una capacidad de 1000 personas. En este lugar se realizan gran variedad de eventos durante todo el año y es, además, una zona muy frecuentada por los londinenses y visitantes sobre todo en días soleados.

Un poco más abajo, en esta orilla encontramos el buque HMS Belfast (botado en 1938), museo flotante dependiente del Imperial War Museum. En su interior conoceremos a través de su exposición permanente cómo era la vida a bordo en el mar durante su participación en la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

Su visita se realiza con un audio guía recorriendo las cubiertas, la sala de mandos, los camarotes, la enfermería, la sala de máquinas, ect. Escurioso que antes de convertirse en museo flotante en 1971, el barco realizara acciones humanitarias a partir de 1960. Podemos aprovechar para disfrutar y tomar imágenes desde esta parte de Londres con el relfejo de la ciudad sobre las aguas del río Támesis, el cual es otro de los símbolos de esta ciudad británica.

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