JARDINES DE KENSINGTON

En un principio los jardines eran parte del Hyde Park y era un lugar de recreo de los reyes británicos. Pero en 1689 el nuevo rey y la reina, Guillermo III y María II, dieron los primeros pasos para crear un jardín diferente que perteneciera al Kensington palace. Y aunque estos jardines ya fueron transformados anteriormente por Wren, fue Wise, el jardinero real de Guillermo III, quien diseñó en 1726 el aspecto actual, añadiéndole elementos como el Round Pond (estanque utilizado para las competiciones de pequeñas embarcaciones), diferentes caminos (como el Broad Walk), y el jardín holandés clásico.

En esta zona, próxima al palacio encontramos las esculturas de Guillermo II y de la reina Victoria, esculpida por su hija, la princesa Louise, para celebrar el reinado de cincuenta años de su madre. Hablando de escultras, en el lado oeste del Long Water se encuentra la del famoso Peter Pan realizado por George Frampton, y es que los jardines están muy ligados a este niño que nunca crece del País de Nunca Jamás, al ser el lugar donde se desarrolla la trama del libro "Peter Pan en Kensington Gardens", un preludio de las aventuras de este famoso personaje.

Situado más al norte del palacio de Kesington, encontramos la Orangerie construido en 1704 en estilo barroco con ladrillo rojo. Otro de las edificaciones importantes es la Serpentine Gallery construido en 1908 alberga, desde 1970, exposiciones de arte contemporáneo.

Como decimos en el parque hay numerosas esculturas y memoriales, pero quizás el memorial que más destaca por su monumentalidad sea la del Prince Albert Memorial que recuerda al marido de la reina Victoria, fallecido a los 42 años de edad en el año 1861. Este templete mide 54 metros de altura y llevó más de diez años en completarse.

Es obra de George Gilbert Scott del año 1872 y pone de relieve los logros del imperio victoriano, además de las aficiones y pasiones del príncipe a través de 169 esculturas. En cada esquina del monumento vemos representaciones de mármol de Europa, Asia, África y América, mientras que en la parte superior se representan, mediante estatuas de bronce, a los ángeles y las virtudes. En la base se representan pintores, escultores, músicos y arquitectos famosos, lo que refleja el gusto del príncipe Alberto por el arte en general.

El corazón del memorial, como no podía ser de otra manera, es la estatua del príncipe que permanece sentado portando en una de sus manos el catálogo de la Great Exhibition de 1851. Actualmente está cubierto de pan de oro, pero curiosamente hasta los años ochenta era de color negro para, según se dice, impedir que los zeppelins alemanes que habían bombardeado Londres durante las dos Grandes Guerras Mundiales, lo reconociera ya que, aparte de tener como objetivos puntos estratégicos, también tenían símbolos y manifestaciones artísticas. En cualquier caso es verdad que estuvo pintado de negro debido a la contaminación del aire que con el paso del tiempo se comía las hojas de oro originales.