EDIMBURGO (EDINBURGH / DÙN ÈIDEANN)

CATEDRAL DE SAN GIL O EGIDIO


En la zona de St Giles es donde nace la High Street, el tramo más importante y animado de la Royal Miles. Precediendo a la iglesia se sitúa una parte del Parliament Square, donde se encuentran varios elementos importantes. Por un lado lo primero que llama la atención es la Estatua de Walter Francis Montagu Douglas Scott, quinto duque de Buccleuch y séptimo duque de Queensberry, realizado por el famoso escultor Joseph Edgar Boehm e inaugurado por el conde de Stair el 7 de febrero de 1888. La escultura de bronce representa al noble de pie portando la túnica de la Orden de Jarretera.

Walter Francis nació en Dalkeith Palace en Midlothian el 25 de noviembre de 1808, siendo el quinto hijo de siete. Cuando su hermano mayor, George Henry, murió de sarampión a los 10 años, Scott se convirtió en heredero de los títulos nobiliarios familiares. Cuando contaba con tan solo con trece años sucedió a su padre en los ducados de Buccleuch y Queensberry. El afamado autor Walter Scott, con el que no tenía ningún tipo de parentesco, era un gran amigo de su padre, por lo que se convirtió en su tutor.

Tres años después, el joven recibió al rey Jorge IV en el palacio de Dalkeith durante su histórica visita a Escocia, ya que el Palacio de Holyroodhouse era inhabitable en ese momento. Se trató de la primera visita realizada por un soberano a Escocia tras casi dos siglos, además de ser la primera ocasión en que se volvió a usar el tartán, tras estar prohibido desde el Levantamiento jacobita de 1745. Walter Francis se educó en Eton y la Universidad de Cambridge, y en 1829 se casó con Lady Charlotte Anne Thynne, hija del Marqués de Bath, una elección muy aprobada por Sir Walter Scott.

A pocos metros, si te fijas bien, en el suelo podrás ver un corazón realizado con losas de granito conocido popularmente como Corazón del Midlothian. En este lugar antiguamente se levantaba la prisión de la ciudad, construida en el siglo XV y derribada en 1817. Esta institución también realizada la función de centro administrativo y lugar donde se realizaban las ejecuciones públicas, las cuales se hacían justo donde está el corazón. Por eso, los lugareños suelen escupir sobre él, evitando siempre pisarlo. Se dice que escupiéndolo se atrae a la buena suerte, a la vez que se muestra el desprecio hacia el sistema penitenciario.

Dominando la plaza se encuentra el principal edificio religioso de la ciudad: la catedral de St Giles o san Gil o Egidio. Fue uno de los puntos focales de las evoluciones religiosas de Escocia durante más o menos 900 años. Durante la Edad Media Edimburgo no tenía catedral, sino que el burgo real era parte de la Diócesis de St Andrews. St Giles sólo fue catedral durante dos períodos del siglo XVII: entre 1635-38 y 1661-89. Desde la Reforma la Iglesia de Escocia no ha usado el término catedral, sino High Kirk y aunque se emplee, se trata en realidad de algo así como un anacronismo.

El templo está dedicado a St Giles, quien, según la leyenda, era un ermitaño griego que vivió en los bosques cercanos a Nimes en el siglo VII, con la compañía de un ciervo. Un día, el rey de los visigodos mientras cazaba disparó a ese ciervo, pero Giles tomó al animal en brazos, recibiendo el flechazo y quedando herido en una mano. El monarca quedó tan impresionado que regresó en varias ocasiones para hablar con él, hasta que finalmente le convenció para ser el abad de un monasterio que el rey fundó. Después Giles fue canonizado y venerado como el patrón de los leprosos y de los lisiados.

Los orígenes de St Giles hay que buscarlos en el año 1124 cuando fue mandada construir una pequeña iglesia normanda o bien por el rey Alejandro I, quien murió en ese mismo año, o bien por su hermano el rey David I, quien le sucedió. Este primitivo edificio fue destruido en el año 1385. Dos años después, en 1387 comenzarían las obras del nuevo templo, cuya construcción se prolongó hasta mediados del siglo XV. El edificio que vemos en la actualidad corresponde con aquel período, si bien ha sido profundamente reformado durante el siglo XIX.

Según la tradición, la iglesia fue quemada por el ejército inglés invasor en el siglo XIV para posteriormente ser reconstruida en estilo gótico. La actual nave, los transeptos y el presbítero datan de aquella reconstrucción. Las cuatro grandes columnas centrales que sostienen la torre, tradicionalmente se han señalado como las partes más antiguas que aún sobreviven, datando del 1124, año de su fundación. La piedra arenisca utilizada proviene, probablemente, de una cantera loca y, aunque hay marcas de albañiles, se desconocen los nombres de los constructores.

Durante los siguientes 150 años, las capillas laterales fueron agregadas por miembros prominentes de la comunidad, como el duque de Albany, hijo del rey Roberto. Cuando William Preston legó a la iglesia un hueso de brazo que se cree que es una reliquia de St Giles, se construyó un pasillo adicional en su memoria en 1455. La reliquia desapareció hace mucho tiempo, pero el escudo tallado de Preston de tres cabezas de unicornio se puede ver en el pasillo. Debido a la proliferación de capillas, a mediados del siglo XVI había aproximadamente 50 altares separados en la iglesia.

Edimburgo siempre estuvo orgulloso de la iglesia de St Giles, hasta tal punto que las autoridades de la ciudad decidieron presentar una solicitud al Papa, el cual era el único que podía mejorar el estatus de una iglesia, para convertirla en colegiata. Se denegaron las solicitudes de 1419 y 1423 pero en 1466, de mano del rey Jacobo III, el Papa Pablo II otorgó el permiso necesario para elevar el estatus de la iglesia. Gracias a ello, en 1495 se levantó la torre central coronada por su distintivo campanario, además de agregarse un techo abovedado del presbítero y un triforio.

El siglo XVI resultó ser una época de agitación religiosa en Escocia: los reformadores, encabezados por John Knox, intentaron cambiar el modus operandi de la Iglesia y por tanto romper con la Católica, puesto que desde hacía tiempo se criticaban sus abusos. En esa época el templo fue gravemente dañado y durante el apogeo de la Reforma escocesa, Knox fue nombrado ministro en St Giles el 7 de julio de 1559, cargo que desempeñaría los próximos trece años. Alrededor del 1580, la iglesia fue dividida en diferentes salas para adaptarla al estilo presbiteriano y acoger, además de la zona de culto, una estación de policía, una escuela, bomberos, incluso una tienda de carbón y una prisión.

En 1625 Carlos I subió al trono británico. Sus políticas religiosas pronto se encontraron con la oposición de Escocia, como los disturbios acaecidos en St Giles en 1637 que comenzaron cuando unas personas protestaron contra el Libro de Oración Común de estilo anglicano que el rey y el arzobispo William Laud pretendían introducir en todo el país.

Así, cuando el decano James Hannat comenzó a leerlo, cuenta la tradición que una vendedora callejera, llamada Jenny Geddes, le arrojó a la cabeza un taburete al grito de Dinna say Mass in my lug! (¡no digas misa en mi oreja!). No se han encontrado pruebas ni de la existencia de esa mujer en aquella época ni del hecho en sí, por lo que este episodio del taburete parece haber sido producto de la invención victoriana.

Esta leyenda de Jenny Geddes y su taburete, es recordada por dos placas del siglo XIX en las que se conmemoran tanto al mismo decano James Hannat, quien recibió el taburetazo, como a la legendaria mujer. Además, en 1992, un grupo de unas cuarenta escocesas llevó a St Giles una escultura de bronce que representa el famoso taburete de tres patas, realizado por Merilyn Smith. Se encuentra en un zócalo no lejos de la puerta de acceso.

Siguiendo con la historia, aquellos disturbios condujeron a un manifiesto conocido como National Covenant, cuyos integrantes, los Covenanters, se comprometían a ignorar los cambios previstos a menos que sean aprobados por la Asamblea General de la Iglesia de Escocia. Fue realizado por Archibald Johnston de Wariston y Alexander Argyll Henderson, quien en 1639, se convirtió en uno de los ministros de St Giles.

El manifiesto se firmó en la iglesia de Greyfriars, haciéndose copias para su distribución por toda Escocia. Algunos de esos documentos se han conservado, como el que se expone en un soporte de madera en el pasillo Preston. El conflicto armado rápidamente siguió en 1639 con la Guerra de los Obispos, los primeros conflictos de las Guerras de los Tres Reinos, que incluyó la Guerra Civil Inglesa. Dos firmantes de aquel manifiesto fueron Archibald Campbell, marqués de Argyll y James Graham, marqués de Montrose. Aunque ambos hombres afirmaban ser leales al rey, estaban en desacuerdo sobre cómo implementar la reforma religiosa.

El primer marqués de Argyll fue el líder de los Covenanters más radicales contra Carlos I. Montrose, desconfiando de Argyll, formó un ejército para apoyar al rey y, aunque venció en tres ocasiones las fuerzas de Argyll, fue capturado en 1650 y condenado a morir ahorcado. Posteriormente, consternado por la ejecución de Carlos I en 1649, Argyll cambió de bando y pronto apoyó de nuevo a Oliver Cromwell. Cuando Carlos II fue restablecido al trono en 1660, ordenó que se reuniera el cuerpo de Montrose, descuartizado y repartido por varias zonas, para enterrarlo en St Giles. Al año siguiente, Argyll fue acusado de traición y decapitado.

En 1829, el arquitecto William Burn fue el encargado de restaurar, embellecer y preservar el edificio, para lo cual demolió algunas capillas para mejorar la simetría del aspecto externo, insertó nuevas, abrió ventanas y tracería y cubrió gran parte del exterior con sillar liso. Entre los años 1872 a 1883, Sir William Chambers planeó y financió una importante restauración con el objetivo convertirla en una especie de Abadía de Westminster de Escocia. Chambers quiso que el arquitecto Robert Morham se encargara de limpiar el edificio y retirar galerías antiguas y paredes de partición para crear un único espacio interior por primera vez desde 1630.

En 1886, durante la visita de St Giles, la reina Victoria se extrañó y preguntó por qué no había ningún monumento dedicado a Montrose. Como resultado se erigió sobre el lugar de su sepultura un hermoso monumento emulando el estilo del siglo XVII, situado en la Chapman Aisle. Nueve años más tarde, se inició una campaña para construir otro monumento similar para Argyll, ya que se pensaba que sería lo apropiado, puesto que la catedral era vista como un templo de reconciliación. Así, durante el 234 aniversario de su ejecución en 1895, se inauguró en la St Eloi's Aisle el monumento dedicado a éste.

Uno de los añadidos más recientes a la catedral constituye uno de sus ejemplos arquitectónicos más bonitos, estamos hablando de la Thistle Chapel. Esta capilla, situada en la esquina sureste de la iglesia, fue diseñada por Robert Lorimer en 1911 para ser el lugar de reunión de los Caballeros del Cardo (fundada por el rey Jaime VII en 1687), el equivalente en Escocia a la Orden de la Jarretera en Inglaterra.

La capilla presenta un estilo gótico tardío, en el que se representan símbolos heráldicos ricamente coloreados y con delicados detalles tallados. A ambos lados se encuentran los asientos de los caballeros, con su correspondiente escudo de armas, yelmo heráldico y blasón. A pesar de ser un añadido relativamente reciente, esta estancia cuenta con fragmentos de cantería medieval, la mayoría datada después del incendio de 1385.

El templo cuenta con varias vidrieras victorianas del siglo XIX, destacando, en el extremo oeste, la diseñando por Edward Burne-Jones y realizada por William Morris. En el muro sur se encuentra otra que representa al líder protestante John Knox dando un sermón en 1570 en el funeral del regente Moray (cuya tumba está señalada por una placa de bronce en el pasillo de la Santa Sangre).

Knox fue enterrado en el cementerio de St Giles el 24 de noviembre de 1572 en presencia del regente Morton quien, delante de su tumba, pronunció: "aquí yace uno que no temió ni aduló ninguna carne”. En el pasillo norte también se encuentra una estatua de bronce del líder protestante realizada por Pittendrigh MacGillivray en 1904. Finalmente, destacan también una ménsula de piedra cerca de la tienda de la Catedral y, en el Albany Aisle, unas tallas heráldicas fechadas a principios del siglo XV.

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