CRÓNICAS DE VOLENDAM

Un poco de Historia...

El lugar que ocupa actualmente la población en la desembocadura del río Ijssel, era un pequeño puerto de Edam. Los habitantes de éste se asentaron aquí cuando en el 1357 se construyó un canal más corto hacia Zuider Zee y un nuevo puerto, quedando represado el antiguo, utilizado para la recuperación de tierras.

Quizás es por ello que Volendam significa algo así como "presa rellenada". Así nació la comunidad de Volendam, formada en su mayoría por agricultores y pescadores. La condición de sus habitantes de católicos está ligada culturalmente al pueblo, ya que muchos misioneros y obispos nacieron y se formaron aquí.

QUE VER EN VOLENDAM / DIARIO DE VIAJE

Volendam es una ciudad muy fácil de usar, se puede visitar perfectamente en pocas horas, más aun teniendo en cuenta que lo más destacado son sus casitas típicas que conforman sus bonitas calles y que parecen sacadas de un cuento de los hermanos Grimm. Incluso, si tienes suerte veras a alguno de sus habitantes vistiendo, en ciertas ocasiones, los trajes típicos de la zona.

Esta ciudad se encuentra a unos veinte kilómetros de Ámsterdam, por lo que es muy buena idea hacer una pequeña ruta por la zona que incluya sitios cercanos como Edam, Monnickendam y Marken. Con esta última localidad podrás hacer una excursión combinada desde la capital holandesa, verás que se ofertan mucho en las agencias de viajes de la ciudad. También podrás visitar esas localidades con autobús (es posible adquirir un billete válido para un día y abarca toda la zona), incluso existe un barco que unen Volendam y Marken.

Por el camino es posible parar en alguna de las granjas de quesos y zuecos que te iras encontrado, es recomendable puesto que podrás hacer una degustación gratuita y, a buen seguro, comprarás algunas de sus delicatessen. Si viajas en los primeros meses del año, piensa en añadir una parada en Keukenhof para admirar millones de bulbos floreciendo.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

Para llegar aquí desde Amsterdam, puedes preguntar en la Centraal Station el autobús que va dirección a Edam y te indicaran el número del mismo, si bien, en un día puedes ir a Marken y ese mismo día desde donde te deje el bus volver a tomarlo e ir a Volendam. Sea como fuere una vez en la ciudad puedes bajarte en una de estas paradas: en Julianaweg/Centrum o Zeestraat. Por el camino pudimos ir admirando a través de las ventanas del autobús los típicos paisajes holandeses con sus molinos, sus canales y algunos pequeños pueblos.

El pueblo en si nos ha parecido muy coqueto, mágico y de ensueño ideal para pasear cogido de la mano junto al ser querido. El problema que nosotros vivimos en carne propia fue el frío, pues al ser invierno, casi es insoportable. Aun así, verlo todo iluminado ha merecido la pena.

Es muy curioso entrar a una de las cafeterías de Volendam y encontrarte con sus gente tranquilamente y silenciosamente bebiendo cerveza o cualquier otra cosa, allí tan calentitos y agusto.

No te puedes ir de la zona sin comprar algún queso típico de la región o, como recuerdo puedes llevarte unos mini zuecos de decoración o por qué no, unos de tu talla para tu disfrute personal.

¡Buen viaje y felices experiencias!