Estas termas son los baños más antiguos de Pompeya, identificándose cuatro fases constructivas diferentes, siendo la primera del siglo IV a.C., centrada en la palestra y una serie de pequeñas habitaciones con tinas a lo largo de su parte norte, además de un pozo para suministrar agua. Sin embargo, el diseño general de estos baños data de principios del siglo I a.C., como así lo atestigua una inscripción de la época de la colonia de Sila, en la que se confirma que la palestra y los pórticos fueron reconstruidos y se levantaron un laconicum (sala caliente y seca para baños de sudor) y un destrictarium (sala destinada para la limpieza del cuerpo con un estrígilo).
La entrada principal se realizaba a través de un amplio portal en la via dell'Abbondanza que daba acceso a una palestra que tiene una columnata en tres de sus lados. En el lado oeste, en vez de una columnata, se abre una piscina grande que mide 13x8 metros por 1,5 metros de profundidad, a cada lado hay dos habitaciones que contenían tinas poco profundas donde los atletas se podían dar un lavado preliminar antes de introducirse en la piscina. Estas salas se encontraban decoradas con estucos policromados que datan de los años posteriores al terremoto del 62 d.C. Por su parte, la habitación noroeste, situada en el pasillo de una entrada secundaria, se empleó como vestuario de los usuarios.
El otro extremo, en la esquina suroeste de la palestra, sirvió como vestidor para el complejo de piscinas, como así lo atestiguan sus paredes blancas donde hay rastro de casilleros de madera. Aquí se encontraba también el destrictarium, donde los atletas se desvestían y se frotaban con aceite antes de hacer ejercicio. Tras completar la rutina de ejercicios, los usuarios volvían a rascarse la piel con el estrígilo antes de lavarse en la habitación anexa, tras lo cual se volvían a sumergir en la gran piscina. La decoración de las paredes exteriores de esta parte está particularmente bien conservada, consistente en estucos policromados con imitaciones de arquitectura y diferentes figuras, como las de Hércules y Júpiter.
Por su parte, el pórtico del lado norte de la palestra contiene una estatua de un joven con una capa con la que se cubre la cabeza y quien, según algunos estudiosos, podría tratarse de Hermes, el dios de la palestra en su forma de psychopompus, el guía de las almas difuntas. Este pórtico acoge, además de entre otras habitaciones, unas letrinas y un grupo de cuartos de baño individuales.
En el pórtico este además de conservar restos de pinturas en sus paredes, podemos ver una tubería de plomo situadas en su posición original, por donde pasaba el agua que abastecía los baños. Las termas se dividían en la zona para hombres y la de las mujeres, la cual se accedía desde el lado superior de la parte este del pórtico, a través de un deambulatorio. Entre ambos baños se encontraba la planta de calefacción donde todavía se pueden ver los hornos y tres grandes calderas cilíndricas: una para agua templada, otra para agua caliente y otra para agua muy caliente.
Los baños de los hombres, situados en la esquina sureste de la palestra y al que se accedía a través de un vestíbulo, en cuyo extremo se encontraba el apodyterium, el cual a su vez posee un pequeño anexo con asientos adicionales y una entrada secundaria situada en la via Stabiana. El apodyterium posee en sus cuatro lados asientos, mientras que a lo largo de las paredes laterales discurren una hilera de nichos para guardar la ropa. En el lado izquierdo del vestíbulo una puerta daba acceso al frigidarium que consta de una cuenca circular enmarcada por cuatro nichos semicirculares y techo abovedado, mientras que una segunda puerta, a la derecha, conduce a una sala de espera para los sirvientes.
El suelo tanto del apodyterium, como del vestíbulo está compuesto por losas rectangulares de mármol gris, con bloques de basalto junto a las paredes. Por su parte las paredes de esta zona están decoradas de una manera sencilla, en blanco con un friso inferior rojo. Sin embargo, el techo abovedado está elaboradamente decorado con estucos policromados con rosetones, cupidos, figuras báquicas, trofeos… En el lado norte del apodyterium se abre una puerta que conduce a las siguientes salas: el tepidarium y el caldarium, ambas en estado semirruinoso.
En el baño de mujeres, más pequeño y sin decoraciones opulentas como las que caracterizaban la parte de los hombres, el apodyterium es la sala mejor conservada del complejo, el cual cuenta con techo abovedado, paredes revestidas con estuco blanco, alrededor de las cuales hay bancos y nichos en la parte superior, mientras que el suelo está compuesto por azulejos vidriados de color rojizo con forma de rombo. Desde la esquina sureste se accede al tepidarium (mucho mejor conservado que su homólogo masculino), que a su vez da acceso al caldarium con techo abovedado, paredes de artesonado rojo entre pilastras de estuco y un labrum en el extremo.
Copyright© 2018 ESTurismo.