Estamos ante uno de los museos griegos más importantes del país y único en el Egeo. Desde el año 2000, año en que se fundó (aunque la colección de herramientas históricas comenzó ya en 1985 y el proyecto de restauración y conservación de la colección se inició en 1998), el ayuntamiento de Ermoúpolis y otras instituciones se han esforzado mucho para preservar la rica historia industrial de la isla, para lo cual se ha ido adquiriendo diferentes edificios que han tenido un papel importante en su desarrollo. A día de hoy el museo Industrial se ubica en tres construcciones manufactureras del siglo XIX, todos ellos situados cerca del astillero y zona industrial: la tintorería de Katsimanis (1888), la fábrica de perdigones de Aneroussis (1889) y la curtiduría Kornilakis-Dendrinos. También se ha adquirido gran parte de la fábrica textil Velissaropoulos (principios del siglo XX), donde se encuentra el taller de restauración y mantenimiento de la maquinaria y herramientas antiguas del museo.
Nosotros vamos a centrarnos en la visita de la exposición permanente que alberga el edificio de la tintorería de Katsimanis, el cual fue construido en 1888 para albergar una fábrica de perdigones de plomo, pero después, en el año 1909, se transformó en una fábrica de pinturas y tintes. Nada más entrar al museo, en la zona donde se adquieren los tickets, ya podemos ver algunos objetos interesantes, como la cámara de proyección de Antonis Albanopoulos, un ingeniero de proyección en cines durante más de 50 años; una máquina de escribir, una maqueta de un barco, etc., pero la pieza que más destaca es un poste de la iglesia de la Dormición de la Virgen María, una de las primeras ortodoxas de la ciudad. Al principio este tipo de pilares eran de madera, pero posteriormente se reemplazaron por otros de hierro.
A partir de aquí arranca el espacio expositivo que se reparte en seis salas: la 1, titulada “Una ciudad de refugiados”, la 2 denominada “Apertura al mundo”, la 3 dedicada a la “Artesanía del mar”, la 4 que trata el tema de la “Compañía Helénica de Barcos de Vapor - Astilleros Neorion”, la 5 dedicada al “Despegue industrial” y, finalmente la 6, destinada a exposiciones temporales.
El museo alberga 307 documentos raros sobre el patrimonio industrial de Hermópolis, incluidos mapas, imágenes e iconos desde finales del siglo XVII hasta mediados del siglo XX, más de 500 máquinas, herramientas y objetos ensamblados y sin ensamblar que abarcan todos los sectores del patrimonio industrial de Siros de los períodos industrial y preindustrial, diseños arquitectónicos originales y detalles de planificación urbana de la Hermópolis neoclásica, obras de pintores del siglo XIX de Siros y maquetas de barcos, y un largo etcétera que iremos desgranando poco a poco. De igual manera, la exposición permanente también cuenta con dos monitores en los que se pueden ver en uno de ellos videos testimoniales de personas que trabajaron en las fábricas de la ciudad, y en otro un audiovisual del momento del rescate del barco de vapor Patris.
En la primera sala se habla de los inmigrantes griegos que anteriormente residían en Asia Menor y otras islas del Egeo que, al inicio de la guerra entre Grecia y Turquía en 1821, comenzaron a mudarse a Ermoúpolis, haciendo que la población de la ciudad se multiplicase. Con ellos trajeron sus habilidades comerciales y tecnológicas, gracias a las cuales consiguieron transformarla en una próspera ciudad industrial. Entre esos conocimientos se encontraba la de moler maíz traído del Mar Negro, procesar el plomo de Lavrion, hilar el algodón, curtir el cuero a gran escala, manejar la imprenta y, tras la creación del astillero Neorion por el ingeniero británico David Smith en 1861, construir barcos de hierro.
En la segunda sala “Apertura al mundo” se puede ver la recreación de la histórica tienda de accesorios femeninos de Constantinos Charalambidis, la cual se encontraba en la planta baja de la mansión Petritzis, desde desde finales del siglo XIX a mediados del XX, concretamente entre 1890-1940. En esta estancia también se expone un curioso cofre de hierro construido en Marsella, para guardar las recaudaciones, etiquetas para latas de la fábrica de conservas de Skylakos Constructores, etiquetas de la fábrica de zumo de tomate de Pliathos, un grabado de 1860 de comerciantes griegos cenando en Londres, una máquina de escribir griega procedente de la fábrica de textil Ladopoulos en Atenas, etc., etc.
En la sala 3 (“Artesanía del mar”) se exponen diferentes diseños originales hechos a mano del archivo familiar de George Mavrikos (uno de los constructores de barcos más famosos de Hermópolis), así como herramientas de diseño para la construcción naval. Además, podemos ver un eje de hélice de una embarcación pequeña, maqueta de un barco con popa elíptica del constructor naval Mixail Koufoudakis, unas sierras de los hermanos Mavrikos usadas por los constructores navales, etc.
Ya vamos viendo que uno de los mayores atractivos de este museo son las diferentes máquinas expuestas que han sido restauradas, y aun nos quedan por ver muchas más, algunas de las cuales son donaciones, a veces de personas de Siros y Atenas que han tenido una relación directa con ellas. Estos artefactos tienen que ver con los siguientes sectores económicos de la isla: la ingeniería, el textil, la carpintería, la imprenta, la curtiduría, el procesado de productos agrícolas, la producción de delicias griegas (es decir, los Loukoumi), la fabricación de vidrio, e incluso la industria del automóvil, como veremos en la sala 5.
Pero seguimos con la sala 3, ya que aquí hay que destacar la exhibición de los hallazgos del naufragio de uno de los primeros barcos de vapor griegos, el “Patris”, de la Compañía Naviera Helénica de Siros, hundido cerca de la isla de Kea el 20 de febrero de 1868. En aquel momento transportaba a casi 400 pasajeros que viajaban desde el puerto del Pireo a Siros, todos ellos fueron rescatados. El barco se encargó a los astilleros ingleses C. Lungley & Co, Depford-on-Thames en 1859 y se entregó un año después. Del Patris también se conserva una de las dos ruedas del motor a vapor del barco, un excelente y raro ejemplo del arte de la construcción naval, que se expone al aire libre, justo detrás del museo. La rueda es un objeto complejo tanto por su tamaño: 3 metros de diámetro, 6 de altura y unas 15 toneladas de peso, como por sus materiales de construcción: acero y madera, por lo que es cuidadosamente conservado por expertos.
La sala 4 (“Compañía Helénica de Barcos de Vapor - Astilleros Neorion”) trata el tema, como su propio título indica, de la primera compañía naviera griega que se fundó en Siros en 1857, así como la fabricación de barcos de vapor en los astilleros de la ciudad. El nombre de Neorion es una antigua palabra griega que hace referencia a la zona portuaria donde se realizan las reparaciones y construcciones de barco, como el de Ermoúpolis. Ese nombre fue adoptado por aquella empresa definitivamente en 1898. Aquí se exponen maquetas de barcos, instrumentos náuticos, como un reloj de barco-cronómetro, utilizados para establecer el rumbo del navío, parte del casco de una nave, etc. Nos ha llamado mucho la atención la maqueta de un barco, en el que se desgrana cada uno de los camarotes interiores y su función.
La sala 5 (“Despegue industrial”) nos cuenta el florecimiento máximo de la economía en la isla gracias a la existencia de fábricas de todo tipo. Para ello se exponen más máquinas históricas, entre las que encontramos dos prensas manuales para moldear el vidrio: una construida en Siros en 1915 y otra de 1910 hecha en Reino Unido, ambas proceden de la fábrica M. Diakakis; un mecanismo para hacer cuerdas del siglo XIX; unos aisladores con su caja de madera, un motor semi diésel de dos tiempos, 6 CV, 650 r.p.m. también fabricado en Siros en 1955, otro motor de gasolina mono cilíndrico de dos tiempos, potencia 12 CV, 700 r.p.m., utilizado para bombear agua de un pozo y construido en Siros en los años 50 del siglo XX, etc.
En el otro extremo de la sala vemos máquinas relacionadas con la industria del tejido, como una bobinadora mecánica de hilos de la fábrica textil Zisimatos y hecha por Grosser Markersdorf en 1925 o, al lado se puede ver una máquina de tejer del tipo “Ideal”, procedente de la fábrica de tejidos de Constantinopoulos & Zissimatos y realizada en Alemania entre 1920-1925.
Pero la pieza que se lleva todas las miradas es el primer coche eléctrico construido en los años 70 del siglo XX en Grecia, en concreto aquí en Siros, llamado Enfield 8000. En 1972, el propietario de Neorion, el millonario griego Giannis Goulandris, adquirió la compañía británica Enfield Automotive Limited, que se dedicada al diseño y construcción de coches eléctricos. Así fue como nació la Enfield-Neorion, empresa que, durante la crisis del petróleo de 1973, trajo la fabricación de este tipo de coches a la isla de Siros, aunque las piezas se seguían enviando a la ciudad de Cowes (Reino Unido), en donde eran ensamblados y donde se realizaba el montaje y el acabado final. El primer automóvil se presentó en la I Exposición de Transportes y Comunicaciones que tuvo lugar entre el 23 y 28 de octubre de 1973 en el Zappeion Megaron de Atenas, generando un gran interés entre el público. En 1975, en una exposición de vehículos en Agios Kosmas, se presentó este primer coche eléctrico. En la misma exposición también se presentaron el resto de modelos eléctricos de Enfield Neorion: Chicago, Safari y Bikini.
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