En una de las “esquinas” de la ciudad vieja encontramos sitios tan interesantes como el Bastión Grimani, el parque Staikópulu y la Puerta de Tierra Firme (Xirá). Esta puerta, situada debajo de los muros de Acronafplia, era, efectivamente, la única entrada hacia la ciudad baja en tierra firme, puesto que se encontraba en una península. Y para ello se empleaba un puente elevadizo.
Frente a la puerta existió un amplio canal marítimo en el que se amarraban las pequeñas embarcaciones. A su vez, el foso era recorrido por las murallas orientales de la ciudad. La puerta fue de suma importancia durante el dominio veneciano, quienes la construyeron en 1687. Por medidas de seguridad, se cerraba después del atardecer, obligando a aquél que llegase después a buscar refugio fuera de la muralla. Un puesto militar, en el lado interior de la puerta, era el encargado de salvaguardar la ciudad y de llevar a rajatabla las normas de apertura y cierre.
Originalmente su parte superior estaba decorado con un león alado de San Marcos, rodeados por los escudos de armas de los señores de Nafplio y Venecia, mientras que a la izquierda se instaló una placa que conmemoraba la liberación de Nafplio en 1687 por el comandante Francesco Grimani. La puerta fue demolida entre 1894 y 1897 y el canal se llenó gradualmente de tierra. La puerta que vemos hoy es una reconstrucción estudiada de la misma, conservando algunos elementos originales como el león y la placa, comentadas anteriormente.
Desde la puerta observamos el Bastión Grimani construido en los primeros años del siglo XVIII, posee ese nombre en honor al comandante Francesco Grimani. Se construyó entre 1702 y 1706 dentro de las labores de reconstrucción de la muralla oriental. Disponía de cuatro cañones que defendían el castillo de Acronauplia y una calle que conducía a la Puerta, comentada anteriormente. El bastión, de cuatro lados, fue construido en su parte inferior con grandes piedras que sobresalen, en el llamado estilo rústico, mientras que en el nivel superior han sido colocadas de una manera más uniforme. En el muro norte y oriental se distingue perfectamente el emblema de los venecianos: el león de San Marcos.
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