Situado en el lado sureste de la acrópolis del santuario, este museo protege y expone una colección de piezas de valor artístico, cultural e histórico que fueron encontrados en el yacimiento arqueológico de Eleusis. La construcción de este museo ya fue una cuestión de necesidad desde las primeras excavaciones ante la falta de espacio donde almacenar la gran cantidad de hallazgos arqueológicos. Es por eso que la iglesia de Aghios Zaharias, una de las iglesias más antiguas de Eleusina, fue utilizada como almacén, así como otras casas. El actual edificio del museo fue construido con cinco salas en 1889 por el arquitecto J. Mousis. A principios de los años 1930 se le añadió una sexta sala y se llevaron a cabo la primera reorganización de la exposición. Tras la II Guerra Mundial, se restauraron los daños del edificio y las piezas, que fueron protegidas durante el conflicto bélico, fueron de nuevo expuestas al público.
A la vez se hicieron cambios y adiciones, el más importante de ellos fue la de las cerámicas encontrada en el "Cementerio Occidental", y las grandes maquetas en yeso del Santuario realizadas por el arquitecto Ioannis Travlos. Las últimas obras de reforma y reorganización de la colección del museo tuvieron lugar a principios del año 2023, abriéndose de nuevo las puertas al público a finales de febrero de ese mismo año, con motivo de haber sido declarada la ciudad moderna de Eleusis Capital Cultural de Europa en 2023, junto con las ciudades de Timișoara en Rumania y Veszprém-Balaton en Hungría. Por lo tanto, las piezas comentadas en la siguiente guía puede que no correspondan con el emplazamiento señalado y que nos encontramos en el momento de nuestra visita a este museo.
Comenzamos el recorrido por el espacio museístico, en el cual están representadas todas las fases de la vida del sitio, desde la Prehistoria hasta la época tardorromana. Iniciamos la visita en el patio donde se encuentran diferentes elementos arquitectónicos, como dos grandes antorchas de mármol, algunos capiteles compuestos procedente de los Propileos Menores, jarrones funerarios de mármol, etc. Pero el elemento que más destaca es un sarcófago de mármol de época romana (siglo II d.C.) con una escena en relieve donde se representa la caza del jabalí de Calidón.
Nos introducimos al interior del museo, concretamente a la sala I, donde destaca un ánfora proto-ática (650 a.C.) encontrada en el Cementerio Occidental y en cuyo cuello se representó la escena de la ceguera de Polifemo por parte de Odiseo y sus compañeros, mientras que en el cuerpo se narra la leyenda de Perseo decapitando a Medusa. A los lados vemos un kuros arcaico, datado en el tercer cuarto del VI a.C. y la escultura conocida como la “Kore fugitiva” de principios del siglo V a.C. que procede de la decoración del frontón de la Casa Sagrada. Aquí también se expone el relieve con el decreto de Rheitoi (421 a.C.).
En la sala II se expone, entre otras muchas piezas, la estatua sin cabeza de la diosa Deméter, obra original de finales del siglo V a.C., procedente del taller del escultor Agorácrito. También destacan los relieves votivos que representan al semidiós y héroe Triptólemo. Entre ellos vemos un relieve dedicado por el sacerdote Lakrateides y su familia a las deidades de Eleusis, datado entre los años 100-90 a.C., en el que se muestra el mito eleusino sobre el semidiós, representándose también a Hades (Plutón) y Perséfone. Así mismo, se expone una copia, cuya original data del 440-430 a.C. y expuesto en el museo Nacional Arqueológico de Atenas, en la que vemos a Triptólemo de pie entre Deméter y Perséfone, recibiendo espigas de trigo.
En la siguiente, en la sala III, entre las piezas expuestas destacan la estatua sin cabeza del dios Asclepio del siglo IV a.C., la escultura arcaica de una kore que originalmente sostenía un cuenco que contenía agua purificadora, ahora perdido, la estatuilla de Poseidón que es una copia romana de una obra de Lisipo, etc.
En la sala IV, lo primero que llama la atención son dos modelos de yeso en los que se reconstruye el aspecto del santuario en el siglo VI a.C., así como en la época romana. Aquí también destacan dos estatuas de mármol que representan a dos emperadores romanos, como la de Tiberio datada entre los años 14-37 d.C., y una estatua del siglo II d.C. de Antínoo, con forma de Asclepio o Dionisos, uno de los favoritos de Adriano.
En la sala V destacamos en el centro de la sala, la estatua de gran tamaño de una Kore, la cual era una de las dos Cariátides del siglo I a.C. que sostenían el techo de los Propileos Menores, en la fachada que daba al Telesterion. Estas dos Doncellas Cistofóricas medían 1,96 metros de alto (la otra se encuentra en el museo Fitzwilliam de Cambridge tras ser llevada allí por el viajero inglés Edward Clark en 1812), portando sobre sus cabezas un recipiente sagrado, el cual era sostenido por ambas manos, y que está ornamentado con los símbolos sagrados del culto en Eleusis, como trigo, amapolas, rosetas, etc.
En el último espacio expositivo, la sala VI, están representadas todas las fases de la vida del sitio, desde la Prehistoria hasta la época tardorromana. Aquí podemos ver diferentes vitrinas que contienen cerámica y otros pequeños hallazgos en el santuario y en los cementerios de la antigua Eleusis. De la época prehistórica destaca una figurilla de mármol con la forma de una mujer, datada en el Neolítico.
Especialmente representativos son los objetos encontrados en el Cementerio Occidental, el cual está situado a unos 750 metros al noroeste del santuario y que se extendía a lo largo del lado norte de la antigua vía que conectaba Eleusis con Mégara. Este cementerio fue excavado por G. Mylonas entre los años 1952 a 1956, bajo los auspicios de la Sociedad Arqueológica, investigándose un total de 417 tumbas, de las cuales 150 datan de la época prehistórica y las otras 267 de la época histórica.
A tenor de lo comentado, aquí se exponen diferentes tipos de enterramientos, desde una urna cineraria de bronce embutida entre bloques de piedra de poros del año 480 a.C., el cual contiene los restos incinerados de una mujer, a un lárnax o sarcófago de barro cocido de la época clásica con los restos de un niño. A grandes rasgos, se han establecidos dos periodos importantes en el Cementerio Occidental de Eleusis: el período Heládico Medio, entre los años 1800 y 1600 a.C., y el Heládico Tardío, entre el 1600 y 1100 a.C. En aquel primero las tumbas estaban organizadas en grupo, la mayoría de las cuales se realizaron a modo de cistas o simples trincheras de cuatro lados excavados sobre la propia roca. Los primeros enterramientos se hicieron con tumbas individuales, sin ofrendas, pero con el pasar del tiempo se comenzó a introducir más de un cuerpo en la tumba y crecieron el número de ofrendas. La tumba contaba con una entrada sellada con una losa de piedra, la cual se movía para facilitar la colocación de los cuerpos en su interior.
En el período Heládico Tardío, las tumbas evolucionaron a dos tipos: las de fosa con forma de L con entrada, y las de cámara. Aquella primera, la más numerosa en este cementerio, estaban selladas con una losa de piedra, algunas estaban rodeadas de un muro construido con grandes rocas, unas de las cuales se colocaba para marcar la situación del sepulcro. Las tumbas de cámara, característica del periodo micénico, son menos numerosas, quizás por las dificultades técnicas que implica su construcción, aunque las ofrendas depositas en su interior fueron mucho mas numerosas.
En una de las vitrinas se exponen algunas de las ánforas grandes encontradas en tumbas de periodos históricos tempranos. Algunas de ellas hicieron la función de urnas cinerarias, conteniendo en su interior los restos de cuerpos cremados, mientras que otras se utilizaron como contenedor donde se depositaron los cuerpos de bebés o niños pequeños fallecidos, es decir, entierros en vasija. Incluso, hacia el final del período geométrico, algunas de estas grandes ánforas o cráteras fueron utilizadas como lápidas situadas sobre la tumba.
Muy interesantes son también los restos cerámicos de figuras negras encontrados durante las excavaciones en el Telesterion, el edificio más sagrado e importante del santuario de Eleusis. Se trató de un templo dedicado al culto de Deméter, en cuyo interior tenía lugar la celebración de los Misterios. La historia de la construcción del Telesterion en Eleusis comienza en el período micénico e incluye una serie de ampliaciones, aunque siempre se mantenía, invariable, en el mismo lugar. En el interior del templo, más o menos en su zona central, se encontraba el Anaktoron o Megaron, que era una habitación especial, cerrada y con forma rectangular. Según las fuentes literarias antiguas, era aquí donde se custodiaban los objetos sagrados, además de ser también la sala en la que el hierofante realizaba los rituales sagrados.
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