CARCASONA (CARCASSONNE / CARCASSONA)

PUENTE VIEJO


Este puente de piedra, reservado exclusivamente para peatones, une la Ciudad Medieval con la Bastida Saint Louis, de hecho, fue el único acceso que salvaba el río Aude entre ambos puntos hasta el siglo XIX. Se levantó a principios del siglo XIV para sustituir una antigua estructura feudal construida aguas arriba, en el mismo lugar del puente romano. Las obras de construcción del puente se iniciaron en el año 1315 y finalizaron cinco años después, en el 1320. Para cubrir los gastos se impuso un impuesto especial.

El puente consta de doce arcos de medio punto, cuyos diámetros de apertura son desiguales, variando además sus longitudes entre los diez y catorce metros. Estos datos demuestran que se construyó arco por arco, dependiendo de los recursos disponibles. Antaño el puente estaba dividido en dos partes mediante un arco de piedra que constituía el límite de las comunidades de la Ciudadela y de la Ciudad Baja de Carcasona. Por ello, aquí se firmaron los tratados de paz entre ambas ciudades, tras las disensiones internas que a menudo agitaron entre los habitantes de ambos asentamientos.

Originalmente este viaducto estaba defendido en su orilla izquierda por una cabecera militarizada que ocupaba un espacio bastante amplio. Por el lado de la Cité estaba conectado con las defensas de la fortaleza por una línea de muros flanqueados. El puente ha sido restaurado y cambiado con el paso de los siglos, así en 1436 se derrumbaron varios arcos que fueron reparados posteriormente. En el 1559 varias partes de esta construcción fueron alteradas, sin alterar en demasía su apariencia original, la cual sí se perdería sustancialmente en la restauración de 1820, cambiando su forma antigua. Así, por ejemplo, se eliminaron los ligeros parapetos y dos aceras que los flaqueaban.

Tras un estudio realizado en 1999, se iniciaron las obras de rehabilitación del extremo este del puente, el situado en la rue Trivalle. Se remodeló, niveló y limpió la rampa que salva el desnivel donde se encuentra la fachada de la antigua fábrica de láminas convertida en Fábrica Real en 1695. También se limpió el arco decimotercero, al este del puente, y se niveló y despejó el espacio anexo permitiendo crear una explanada para aparcamientos y espacios verdes.

El recorrido por el puente es una experiencia maravillosa, sobre todo, para el sentido de la vista, puesto que desde él se obtienen las mejores panorámicas sobre la Ciudad Amurallada. Lo normal es que los visitantes después de visitar esa ciudadela, bajen y crucen este puente.

En el otro extremo del puente, en el acceso oeste, se sitúa en un lateral la chapel de Notre-Dame de la Santé de principios del siglo XVI, único vestigio del que fue el hospital más antiguo de la ciudad, construido para albergar a los enfermos de la peste. En 1527 Jean de Saix donó dinero para la construcción de ese hospital, de hecho, encima de la puerta ojival de la capilla se encuentran su escudo de armas en mal estado. Se situaba en un lugar estratégico, en un estrecho paso entre edificios fortificados, por lo que el hospital también fue una casa fortificada que sirvió como “muralla” en los suburbios.

A finales del siglo XVI se acordó la ampliación de la capilla hacia el río, dado que allí se había construido un muro para resistir las inundaciones, también se levantó la sacristía en el siglo XVIII, dominando así las aguas del Aude unos seis metros. Su fachada estaba coronada por una balaustrada esculpida bordeada de gárgolas y decorada con torretas de cresta. La mayor parte de la decoración desapareció durante la Revolución Francesa. Tras ser vendida en 1796, no fue hasta el siglo XIX cuando se recuperaría para volver a convertirse en lugar de culto.

Aunque la capilla se construyó durante el Renacimiento, su estilo es característico del gótico flamígero. En su interior vemos, en una clave de la nave, el año de 1697, aunque parece que se trata de un error realizado en las sucesivas restauraciones, puesto que en realidad debería marcar 1597, año en que comenzaron las obras de la capilla. El techo conserva hermosas bóvedas trilobuladas que no se vieron afectadas durante el período de guerras de religión. También son apreciables la huella de la antigua puerta de acceso a la sacristía con el inicio de una escalera. En el coro se encuentra una escultura policromada de la Virgen con el Niño del siglo XIX, atribuida a Perrin, el escultor de Viollet le Duc. En la pared derecha de la nave, protegido por un cristal, vemos otro nicho que alberga otra estatua datada en el siglo XVI.

Exteriormente el ábside poligonal posee múltiples aristas que forma una sola nave con dos tramos, además de dos ventanas simétricas al noreste y al sureste, mientras que la nave posee dos vanos hacia el sur. En el ángulo noroeste, junto al Puente Viejo, vemos bajo un dosel esculpido de 1875, una Virgen con el Niño realizado en mármol blanco de Caunes. Esta ermita es el punto de partida para realizar el Camino de Santiago, cuyos peregrinos se alojan en el santuario de Notre Dame de l’Abbaye, situado en la rue Trivalle.

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