COPENHAGUE (KØBENHAVN)

PLAZA DE SANTA ANA


Esta plaza marca el límite fronterizo entre el área de Nyhavn y los barrios de Frederiksstaden. Originariamente era un canal que fue desecado y llenado con tierra como parte del ambicioso plan para construir el nuevo distrito de Frederiksstaden, alrededor del 1750. En el año 2016 sus bajos se han contiene, además de en un parking subterráneo, grandes tuberías cuya función es la de contener el agua de tormentas repentinas y devastadoras, pudiendo contener hasta 9 millones de litros de agua.

En uno de los extremos de esta larga plaza rectangular, justo en la parte que desemboca en la Bredgade, se encuentra el monumento ecuestre del año 1954 del rey Cristián X (rey de Dinamarca entre 1912 a 1947 y el único rey de Islandia entre los años 1918 y 1944.), diseñado por Einar Utzon-Frank.

En paralelo con la plaza encontramos la iglesia de ladrillo barroca Garnisonskirken. En el siglo XVII Copenhague se convirtió en el hogar de un número considerable de la guarnición. La iglesia de Kastellet construida en 1670 resultó ser pequeña para todos por lo el resto de la tropa utilizó la Holmens Kirke. Tras el incendio del desaparecido Sophie Amalienborg, Cristián V donó unas tierras donde se proyectó construir una nueva iglesia para el ejército en 1697, según proyecto de Georg Philip Müller.

Pero la ubicación de dicho proyecto cambiaría de sitio cuando Federico IV ascendió al trono, fijando la construcción de esta iglesia en el lado más meridional de los antiguos jardines de Sophie Amalienborg. Así se comenzaría a levantar la actual iglesia en 1703 bajo la supervisión de Domenico Pelli que siguió los diseños anteriores de Müller, aunque al año siguiente se decidió construirla más grande y con algunas modificaciones y ya bajo la supervisión de Wilhelm Friedrich von Platen.

Su fachada se compone de un frontón triangular en la parte superior, grandes ventanales verticales y un portón de acceso con una modesta decoración. La torre con su aguja de cobre es un añadido posterior, más concretamente de 1886. A lo largo de los años ha sido reformada y restaurada en varias ocasiones, la última fue entre 1954 y 1961.

Su interior se compone de una nave con dos plantas de galerías. El altar es de mármol noruego y contiene un altorrelieve de la Crucifixión, obra de Gerchen y Just Wiedewelt de 1724. Del año 1772 están datados tanto el púlpito como la pila bautismal. Finalmente hay que destacar su órgano, cuya estructura original hay que buscarla en 1725, aunque se ha ampliado y modificado en varias ocasiones.

En su exterior aún conserva parte de un antiguo cementerio en el que podemos ver tumbas y memoriales. El último enterramiento fue el de J.P.E Hartmann cuando su féretro se depositó en el 1900, a modo de excepción, en el sepulcro de su primera esposa, la cual fue una de las últimas sepultada en este cementerio. La lápida más antigua que se conserva es la del noruego Mathias Pedersen Nostrup y esposa, del año 1760. Casi absorbido por la parte inferior de un árbol vemos la placa de hierro fundido de E.P. Tscherning de 1841. Entre los memoriales destaca el llamado "En av de mange" o "Uno de los muchos", monumento a los caídos de la I Guerra Mundial realizado por Ausa Hofman-Bang en 1915 y donado por su familia en 1934. Está realizada con bronce y representa un soldado caído en aquella guerra.

Seguimos recorriendo la plaza, en la cual se suceden a ambas aceras edificios y palacios de los siglos XVIII y XIX, destacando los números 7-9 que son de 1750; el número 15 que fue ideado por Nicolai Eigtved, el mismo arquitecto que diseñó el plan maestro para construir Frederiksstaden; el número 15 que acoge la embajada de Suecia, etc... En el área arbolada se sitúan otras esculturas conmemorativas como el de J.P.E. Hartmann realizada por August Saabye en 1905.

Llegamos al otro extremo de la plaza, situado junto al mar, donde se encuentra el puerto, desde el cual se toman los ferris que se dirigen a la isla de Bornholm y a Oslo. Pero lo que nos interesa de esta parte son dos edificios: uno más antiguo, sede de la empresa danesa J. Lauritzen realizado entre 1871-72 por Georg E.W. Møller, aunque remodelado entre 1891-94 por Albert Jensen.

Y otro más moderno, el Skuespilhuset destinado a albergar obras de teatro. El edificio está diseñado por dos arquitectos daneses: Boje Lundgaard y Lene Tranberg . Está construido con ladrillo en diferentes tonalidades de marrón, colores que fueron desarrollados especialmente para el proyecto, además del vidrio que lo rodea completamente. Encima podemos ver un cubo cubierto de cobre oscuro que es la parte superior de la escena. Además del teatro, su interior también alberga un restaurante y una cafetería, desde donde se obtiene vistas panorámicas del puerto.

Si ahora volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar al otro extremo de la plaza que colinda con la Bredgade y si giramos en esta calle a la derecha nos toparemos con el barroco Moltkes Palæ: construido para Ulrik Frederik Gyldenløve entre 1700 y 1702, originalmente era llamado la Pequeña Mansión de Gyldenløve (en contraste con la más grande, ahora conocida como Palacio de Charlottenborg). Recibió su nombre actual en 1842, después de que fuera adquirido por Adán Wilhelm Moltke, primer ministro danés bajo la monarquía constitucional danesa.

Al lado se encuentra el Odd Fellow Palæet, un palacio en estilo rococó levantado como parte de la construcción del nuevo distrito de Frederiksstaden, en 1755. Fue diseñado por Gottfried Rosenberg para ser el hogar del rico comerciante y político Christian August von Berckentin, que acababa de ser ennoblecido con el título de conde.

A los pocos años, en 1758, éste murió y en 1762 la rica familia aristocrática de los Schimmelmann compró la mansión. A partir de 1782, cuando fue heredado por Ernst Schimmelmann, el palacio se convirtió en el centro de una colorida vida cultural de la ciudad. Exteriormente destaca su decoración rococó y, delante del patio y dando a la calle, una bonita verja de hierro forjado que tuvo que ser restaurado tras un aparatoso incendio que se produjo en 1993.

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