Situado junto a la entrada sur del Kastel se encuentra el Monumento a los defensores de Trebinje (Spomenik Braniocima Trebinja) que honra la memoria de 258 combatientes bosnioserbios que murieron luchando entre 1991 y 1996. Este monumento, erigido en el año 2011 y realizado por el escultor Milivoje Bokić y el arquitecto Srećko Dučić, cuenta como elemento principal un obelisco cuya curvatura mira hacia una pared con la forma del monte Leotar en la que se encuentran colgadas unas placas conmemorativas de mármol con los nombres grabados de dichos combatientes.
El extraño obelisco posee varios elementos simbólicos: su forma, de tres caras, representa una espada protectora cuya empuñadura consta de seis yemas, las de abajo simbolizan a los combatientes caídos, mientras que las de arriba lucen una parte de la bandera serbia, por tanto, simboliza a los vivos. La representación del agua simboliza tanto la vida, como las lágrimas. Dentro del conjunto, los caminos se disponen formando una cruz, mientras que en la zona central se encuentra la llama eterna. Incluso las flores tienen los colores de la bandera serbia: rojo, azul y blanco.
A pesar de todo ese simbolismo, el monumento no refleja con exactitud lo que ocurrió aquí durante los combates (o por lo menos sólo cuenta una parte), puesto que, a pesar de que Trebinje no se libró ni de las muertes, ni de la destrucción, ni de los combates, la ciudad tuvo una participación muy directa en la destrucción de Dubrovnik, puesto que en 1991 el ejército yugoslavo (JNA), controlado por los serbios, estableció aquí su centro de mando desde donde se dirigieron las operaciones contra la ciudad croata, la cual fue asediada y bombardeada sin parar desde el 1 de octubre de 1991 hasta el 31 de mayo de 1992.
Al otro lado de la carretera se extiende el Gradski park, la principal arteria verde de la ciudad, en la que podemos ver interesantes monumentos. La idea de crear una zona verde la tuvo el poeta y diplomático Jovan Dučić en 1930, cuando pretendió emular en Trebinje un parque al modo de los que vio por Europa. Pero la plantación de la primera vegetación de esta zona comenzó mucho antes, cuando en 1880 los austrohúngaros planearon construir un parque y empezaron a plantar mayoritariamente coníferas. En 1890, debido al rápido crecimiento de la ciudad, se decidió construir un parque más grande. El aspecto que presenta hoy es el resultado de la reconstrucción y modernización que hizo el Ayuntamiento de la ciudad.
En uno de sus laterales se levanta la Saborni hram Svetog Preobraženja Gospodnjeg (Catedral de la Transfiguración del Señor), cuya construcción comenzó en 1888 y finalizó en 1908. Presenta una mezcla arquitectónica de varios estilos, como el románico, el gótico y el bizantino. Junto con el edificio de la iglesia, también se construyó el de la escuela, convertido hoy en una casa diocesana. A lo largo de su existencia, el templo experimentó grandes cambios, uno de los más significativos fue en 1996, cuando se trasladaron aquí las reliquias de san Vasilije Ostroški. En su interior alberga una biblioteca, una sala de lectura, un taller de pintura de iconos, etc.
En el costado contrario, y presidiendo la plaza central del parque, se encuentra el Spomenik antfašistima 1941/45 construido en el año 1953 en memoria a los combatientes caídos en la lucha contra el fascismo durante la II Guerra Mundial. La obra fue realizada por el escultor judío de fama mundial y ex rector de la Universidad de Artes de Belgrado durante el periodo 1985 y 1989, Nandor Glid. Entre sus piezas más destacadas se encuentra el monumento dedicado a las Víctimas del Fascismo situado en Mathausen de 1958, el Monumento en Yad Vashem en Jerusalén, los Monumentos a las Víctimas en Dahau de 1968, etc. El monumento de Trebinje se realizó mucho antes que las obras anteriormente comentadas, aunque todos ellos recuerdan los horrores perpetrados hacia el pueblo judío en la Gran Guerra, pero no solamente ocurridos entonces.
El origen del monumento que nos ocupa hay que buscarlo justo después de finalizar la II Guerra Mundial, cuando Čedo Kapor, que luchó en la Guerra Civil Española y en la Guerra de Liberación Nacional y posteriormente político de la posguerra, le insistió a Nandor Glid, precursor de la escultura contemporánea, que creara un monumento para la ciudad, a lo que el escultor, al principio, no aceptó por el marcado perfil socio-realista que señalaba Kapor. Finalmente, Glid aceptó, probablemente llevado por sus sentimientos hacia el Holocausto y por la historia de su familia muerta en un campo de concentración alemán, logrando reconciliar las exigencias en las que insistía Kapor y su propio estilo artístico, consiguiendo una obra de significado universal, libre de matices y símbolos socio-realistas.
Las esculturas dispuestas armónicamente encima de un pedestal representan, de una manera casi natural y una fuerte expresión psicológica y artística no ideológica, a ancianos, mujeres, jóvenes y campesinos, mientras que en la parte trasera del monumento podemos ver figuras en relieve talladas realizadas con más libertad e inspiración artística.
En una de las entradas al parque se encuentra el monumento dedicado a Jovan Dučić, muy querido en Trebinje, erigido después de la guerra de los noventa del siglo XX. Dučić dejó escrito en uno de sus testamentos que quería que lo enterraran en un mausoleo situado en este parque, incluso el gran poeta serbio, Desanka Maksimović, colocó la primera piedra. Pero finalmente, se respetó el deseo de este poeta plasmado en su tercer testamento, por lo que sus restos descansan hoy en la colina Crkvina, situada a 2,6 km de Stari Grad, desde cuya cima se domina toda la ciudad y donde se construyó en el año 2000 un complejo religioso que cuenta con la réplica de la iglesia del monasterio de Gračanica en Kosovo que alberga el mausoleo de Dučić, aunque sus pinturas murales sean muy estridentes, nada que ver con las del templo original.
Si dejamos el monumento de Jovan Dučić a nuestra espalda, justo enfrente vemos la Katedrala rođenja Blažene Djevice Marije (Catedral de la Natividad de la Virgen María), cuya construcción comenzó en 1880, inmediatamente después de la llegada del ejército austrohúngaro, completándose en el año 1884. La Diócesis de Trebinje (Trebinje-Mrkanj) es una de las más antiguas de Bosnia y Herzegovina, mencionada por primera vez en la bula del Papa Benedicto VIII en el año 1022. Por ello, en 1984, la antigua iglesia parroquial fue ascendida a catedral con motivo del 1.000 aniversario de la diócesis, coincidiendo con el centenario del templo.
En un lateral, a la derecha, se sitúa el Spomenik Petar II Petrović- Njegoš, desde donde se abre la Pod platanima, la plaza más animada de Trebinje, cubierta de plátanos centenarios. La escultura de este monumento es la primera dedicada al poeta Njegoš, no sólo en la antigua Yugoslavia, sino también en el resto de países del planeta. La estatua es una obra del escultor Tomo Rosandić y el pedestal de granito donde se apoya fue realizado por Dragiša Brašovan, un arquitecto de Belgrado. Fue el poeta y diplomático Jovan Dučić el artífice de la idea de crear una estatua dedicada a Njegoš, a modo de legado para su amada ciudad natal, de hecho, compró el terreno a la iglesia para poder situar el monumento. Por tanto, no es de extrañar que fue él quien lo inauguró en mayo de 1934 en una ceremonia a la que asistió un delegado del rey Aleksandar I Karađorđević.
Al noroeste encontramos la bonita Trg Slobode o plaza de la Libertad, rodeada de castaños y edificios con voladizos de hierro forjado. En un extremo de la plaza se sitúa la Česma barona Đuro Babića, una fuente de agua conmemorativa de 1890 del periodo austrohúngaro dedicada al teniente general imperial Đuro Baron Babić. Pero el monumento que más llama la atención es el Spomen Herojima Palim za Slobodu (1914-1918) o Memorial a los Caídos por la Libertad. Fue construido en el mismo lugar donde 77 hombres y dos mujeres fueron ahorcados durante la I Guerra Mundial.
De nuevo su artífice fue Jovan Dučić, quien se esforzó por adornar Trebinje, como hemos visto, con numerosos monumentos. En el caso de este memorial, el poeta realizó varios bocetos y consultó a varios artistas en la búsqueda del diseño más adecuado, incluso fue él quien compró el monolito. Finalmente fue inaugurado el 5 de agosto de 1938, bajo los eventos del vigésimo aniversario de la liberación de la ciudad. Este monumento está formado por un pilar monolito de entre 4 y 5 metros de altura, cuyo pedestal posee inscripciones talladas.
El pilar está coronado por la estatua de un ángel realizado en estilo Raška (escuela arquitectónica de Rascia) por un escultor extranjero, según los bocetos detallados de Dučić. El ángel es representado portando una espada y presionando contra sus pies una serpiente, símbolo del mal y del sufrimiento. Por tanto, este ángel representa a un guardián de la paz y la libertad de Trebinje.
Algo más alejado del casco histórico, a 1,1 kilómetros al noreste del casco antiguo, se encuentra el Arslanagića most, también conocido como puente Perović, el monumento otomano más famoso en Trebinje, ocupando un importante lugar en la arquitectura balcánica del siglo XVI. El puente fue construido en 1574 por Mehmed-Pasha Sokolović, en memoria de su difunto hijo, caído durante un combate contra los venecianos. Cuando los otomanos fueron expulsados de Herceg Novi en 1687, muchas de esas familias se mudaron a Trebinje, entre quienes se encontraba Arslan-Agha que fue asignado por el sultán para cobrar el peaje para cruzar el puente. Desde entonces el puente es conocido con su nombre. En el siglo XX, debido a la construcción de una central hidroeléctrica, el puente tuvo que ser trasladado piedra a piedra desde su antigua ubicación a 5 kilómetros río arriba, hasta el emplazamiento actual, por lo que fueron necesarios dos años de trabajo, entre 1970 y 1972.
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