SAN MARTÍN EL GRANDE

En época romana el lugar donde hoy se encuentra la iglesia era una isla en el que había una serie de graneros, y precisamente sobre la ruina de éstos se construyó en el siglo II d.C. una iglesia. Sin embargo la primera auténtica iglesia se levantó en el siglo X, el antiguo monasterio de la abadía benedictina. Actualmente es posible ver la transición perfecta de los muros de cimentación del almacén romano en las paredes laterales de la nave central.

En 1150 se comenzó a construir la estructura del actual edificio, tras sufrir la anterior construcción un incendio, que fue finalizada a mediados del siglo XIII como una obra maestra del románico tardío de Renania. Durante esa época se levantó la impresionante torre de 84 metros de altura compuesta de otras cuatro torrecillas angulares, dividida por la mitad por una galería, en ella se encuentran cinco campanas de bronce, pesando la mayor de ellas 2600kg y la menor 307 kg.

Su extremo oriental posee forma de hoja de trébol formado por tres ábsides alrededor del crucero, similar a la de St. Maria im Kapitol. A lo largo de los siglos la iglesia sufrió daños por incendios y tormentas, pero fue durante la II Guerra Mundial cuando el templo casi es destruido por completo, sobre todo se redujeron a cenizas los techos, la torre, la nave, la sacristía y el ábside norte.

Posteriormente se debatió sobre la conveniencia de dejarla tal cual como recuerdo del horror de la guerra, derrumbarla totalmente o reconstruirla, finalmente y afortunadamente, como es evidente se optó por ésta última elección. Los trabajos de restauración comenzaron con cierto escepticismo en 1948 y se completaron en 1985.

Desde la reconstrucción hasta fines del 2007/comienzo del 2008 Gross St. Martin fue utilizada por pequeñas parroquias para misas en castellano, portugués y filipino. A partir del año 2009 la Gross St. Martin empezó a ser utilizada por una rama de la Fraternidad Monástica de Jerusalén y comenzó a abrir sus puertas a las visitas de nuevo. Si tienes suerte de realizarla cuando se está dando un pequeño concierto de órgano, te aseguramos que se te pondrán los pelos de punta, escuchar el eco de las notas en el interior del templo, más aún cuando son evidentes los signos de reconstrucción…

Su interior, con una decoración bastante sencilla, está dividido en tres naves separadas por columnas. La nave central se encuentra cubierta por bóvedas. Es destacable la armonía conseguida en los ábsides con las galerías de columnas y capiteles cuadrados sencillos en cuya parte superior se abren unas ventanas germinadas.

La zona que rodea a la iglesia también es interesante tener en cuenta ya que refleja su situación monástica anterior, por ejemplo, el cuadrado que forman en la actualidad la zona anexa de los árboles es una indicación del lugar que ocupaba el antiguo claustro. En dicha zona podemos, además, ver algunos ejemplos arquitectónicos de típicas casas que han sido completamente restauradas.