Se trata de un agradable espacio abierto muy popular entre los residentes y visitantes, con cafeterías y restaurantes que sirven al aire libre. La plaza posee una forma triangular resultando del cruce de las construcciones romanas y de los francos. Aquellos primeros construyeron un camino de suroeste hacia el noroeste, mientras que los francos construyeron su palacio en el eje este-oeste. La superposición de estas obras da como resultado la forma triangular de hoy en día.
En una pequeña área del centro de la plaza se encuentra los restos de un pórtico, otro vestigio que dejó la civilización romana. Se trata de una parte de un palacio mucho más grande, incluso se podría tratar de las antiguas termas. Las columnas y arcos que vemos aquí son unas réplicas, los originales se exhiben en la Rheinischen Landesmuseum de Bonn.
Merece muchísimo la pena callejear alrededor del Hof, puesto que vamos a encontrar lugares importantes, como el Couven Museum (Horario: Martes a Viernes: 10h. - 17h.; Fines de semana: 10h. - 19h.; lunes cerrado). El edificio que lo acoge fue mandado construir por Jakob Couven a finales del siglo XVIII para ser la sede del museo. En el siglo siguiente se usó como sala de juego, para volver a sus funciones originales en 1970. Su colección está dedicada a la vida burguesa de los siglos XVII y XIX. Destacan una colección de cerámica de los siglos XVII al XIX, muebles, azulejos, la reconstrucción de la Adler-Apotheke del siglo XVIII, etc...
No muy lejos, en la Krämerstrasse, se encuentra la original Puppenbrunnen, creada en el año 1975 por el escultor Bonifatius Stirnberg. La componen diferentes marionetas cuyas articulaciones son flexibles, con lo que es muy común ver a grandes y pequeños moviéndolas y creando cada vez nuevas posturas.
Entre los diferentes personajes distinguimos: un gallo que corona la parte superior, es una reminiscencia de la ocupación francesa; una figura que representa a un prelado que representa a la Iglesia; el rector de la Universidad que hace referencia a la cultura; un caballo que recuerda la tradición de la ciudad de los espectáculos ecuestres; la marioneta de una vendedora simboliza el comercio; una muñeca de trapo hace honor a la industrial textil; las máscaras simbolizan el carnaval y, por último pero no menos importante, el arlequín, símbolo de la cultura.
A pocos metros encontramos la Kirche St. Foillan, iglesia separada de la catedral tan sólo por una estrecha calle. El edificio gótico actual, aunque ya existía anteriormente otra edificación románica levantada alrededor del año 1180, se construyó en el siglo XV. Su principal características es que, precisamente por estar tan cerca de la catedral y evitar el enorme impacto visual que supondría, la torre se levantó, atípicamente, en el lado sur del cuerpo del edificio en el año 1888.
El aspecto actual de la iglesia tiene poco que ver con lo que fue en su momento, sólo quedan restos originales del coro, partes de la fachadas y diferentes zonas que se han restaurado. La mayor parte del monumento, incluida la torre neogótica, son de fechas más recientes, ya que ha sufrido diferentes incendios que dañaron gravemente la iglesia, siendo sin embargo durante los bombardeos a la ciudad de 1944 cuando el edificio fue destruido por completo. Entre los años 1956 y 1958 tuvo lugar la reconstrucción del templo. En su interior podemos las vidrieras diseñadas por W. Buschulte, el retrato de una Madonna del año 1411, etc...
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