El origen del templo, según parece, hay que buscarlo en la época del primer obispo de Londres, Mellitus, en el siglo VII. Aproximadamente por el año 960 d.C. se estableció aquí una comunidad de mojes benedictinos de mano de San Dunstan, por aquél entonces obispo de Londres. Del edificio original no quedó nada. En el siglo XI se reconstruyó en estilo normando (siendo la primera en este estilo en Inglaterra) de mano del rey Eduardo III el Confesor, para convertirlo en lugar donde descansarían sus restos.
Unos años más tarde, Guillermo el Conquistador arrebató el trono a Haroldo de Wessex en 1066, y dedicó el templo a su primo Eduardo III el Confesor. Fue este rey quien comenzó la tradición de la coronación de los reyes. Así ha sido y, a excepción de Jane Grey , Eduardo V y Eduardo VIII, aquí se han coronado todos los monarcas del país. Es el arzobispo de Canterbury el encargado de realiza la ceremonia. La silla donde los reyes se sientan en el momento de la decoración recibe el nombre de St. Edward's Chair (o silla de san Eduardo), se conserva en el interior de la abadía.
Sin embargo el edificio que actualmente vemos es el resultado de la construcción que hizo en el año 1245 Enrique III. En los años posteriores se le comenzó a construir añadidos: en 1375 se construyó las naves y la Jerusalem Chamber; en 1503 se construyó la capilla absidal por orden de Enrique VIII; en 1735 se levantaron las torres, obra de Hawksmoor y Wren. Hay que señalar que el exterior ha sufrido diferentes reformas durante los siglos XVIII y XIX.
Su interior mide 156 metros, 31 de alto y 61 de anchura en el crucero. Su gran altura impresionará al viajero más aún por la estrechez de la nave. Aqui encontramos básicamente monumentos conmemorativos pero sobre todo enterramientos de más de 5000 personajes ilustres. Nada más entrar al templo vemos en nuestro lado izquierdo la placa que recuerda a Churchill y la Unknown Warrior Tomb (Tumba al Soldado Desconocido); a la derecha de la entrada, en la St. George´s Chapel, se encuentra el retrato más antiguo que se conserva de un soberano inglés, el del rey Ricardo II de finales del siglo XIV.
En el centro de la nave se sitúa la tumba del viajero infatigable Livingston y delimitado por una verja, el coro. Aqui vemos el monumento de Newton del año 1731 y el del Lord Stanhope de 1733. A la izquierda del coro se sitúa la Musicians´s Aisle nombre recibido por las tumbas de los músicos que descansan en esta parte del templo. Sin embargo en la parte izquierda del transepto se sitúa la Statesmen´s Aisle porque alberga casi a todos los primeros ministros del siglo XIX. En la parte contraria se sitúa el Poet´s Corner que alberga los restos de importantes escritores y artistas ingleses.
En el Sanctuary se realizan desde hace muchísimos años la ceremonia de la coronación, justo detrás se sitúa el Altar Mayor. Seguimos por el deambulatorio con sus diferentes capillas en las que destacan diferentes elementos, como las tumbas de los siglos XIV-XVIII de la Chapel of St. John the Baptist; el busto de R. Hill, el inventor del sello de correos; la reja (s. XIII) y tumba de la reina Leonor, entre otros... Más adelante encontramos, en la Queen Elizabeth Chapel, la tumba monumental de Isabel I y María I, que fallecieron en el años 1603 y 1558 respectivamente. Aqui también se sitúan las tumbas de las princesas niñas Sofía y María y de los hijos asesinados de Eduardo IV, Eduardo V y Ricardo de York, por ello esta parte de la Abadía se conoce como Innocent´s Corner.
El centro del ábside lo ocupa la Chapel of Henry VII y la bonita tumba de este rey y su esposa, realizada por Pietro Torrigiani a principios del siglo XVI. Desde esta capilla se accede a la de Enrique V y al Feretory o capilla de San Eduardo el Confesor donde se encuentran los restos de este santo. Alrededor de ella se sitúan diversos sepulcros de soberanos y personajes reales como Leonor de Castilla. Justo detrás se haya la Coronation Chair o Trono de la Coronación, datado de 1301.
La parte derecha del Ábside acoge también diferentes capillas y tumbas, destacando la del conde de Pembroke y la del Hijo de Eduardo II. Volviendo al principio de la nave, situadas en un costado lateral se encuentran la residencia del Dean (Deanery) y la Jerusalem Chamber del siglo XIV con vidrieras del siglo XIII.
Si el viajero quiere visitar todo lo comentario anteriormente deberá abonar el precio del ticket de entrada que es alto, por ello, si tu presupuesto es ajustado te aconsejamos la visita gratuita de los claustros y algunas dependencias conventuales. Entrando por un lateral del templo, cerca de la Dean´s Yard, accedemos al Great Cloister o Claustro Grande, construido entre los siglos XIII y XIV, con una longitud aproximada de 100 metros.
El claustro era el centro de la vida monástica, donde se repartían las dependencias para el estudio privado, el comedor, y la zona de lavado. Actualmente sus pasillos cuentan, como no podría ser de otro modo, con monumentos conmemorativos, tumbas y esculturas decorativas.
Por este ala se accede a la espectacular Chapter House o Sala Capitular, de mediados del siglo XIII. Esta sala todavía posee el pavimento de suelo y los frescos de la pared originales. Pero su característica más notable es la única columna central del que sobresalen las nervaduras que conforman la bóveda estrellada.
Muy cerca de la Chapter House encontramos la puerta más antigua de Gran Bretaña datada, probablemente, en tiempos de San Eduardo el Confesor, y más concretamente en el año 1050.
Sin abandonar el Claustro Grande, accedemos, por su parte este, al Chamber of the Pyx. En esta habitación se custodiaba el píxide que contenía las monedas-patrón de oro y plata que servían de referencia para las nuevas acuñaciones. Data de finales del siglo XI y pudo haber sido utilizado como sacristía cuando Enrique III mandó la reconstrucción de la Abadía, ello explicaría la presencia del altar, recientemente dedicado a San Dunstan. En época de Eduardo I esta sala y la cripta de la Chapter House fueron asignadas a la "Royal Wardrobe", un departamento de Estado. En el año 1303, cuando el rey estaba de viaje por Escocia, el tesoro que se guardaba aquí fue robado, por lo que se proporcionó a la sala de puertas dobles de roble como elemento añadido de seguridad.
Llegamos a través de un vestíbulo al Little Cloister o pequeño claustro que es inusualmente un espacio a pequeña escala adornado con una fuente. Su galería interior data del siglo XVII aunque ha sido muy restaurado después de la II Guerra Mudial.
Alrededor del templo y a través de los siglos se han levantado diversas construcciones que crean oasis de tranquilidad en pleno corazón de Londres. Es el caso del College Garden que ocupa el lugar donde antaño se encontraba el jardín de enfermería de la Abadía, que contenía plantas medicinales, frutas y verduras. Aquí el viajero, a buen seguro, se sentirá en un oasis de paz donde descansar un rato y donde admirar desde un punto de vista diferente la Tower Victoria. Además encontramos por la zona pintorescas casas que, en pocos casos, aún conservan ventanas y puertas medivales.
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