El interior del museo se divide en cuatro galerías que vamos a ir desgranando una a una. El recorrido comienza en la pequeña Galería 1. En ella se descubrirá cómo tres regimientos, antepasados de los Royal Scots Dragoon Guards, comenzaron su historia a finales del 1600, cómo se fueron desarrollando a lo largo de los años y cómo comenzaron a tener un gran prestigio. Los Dragoons estaban armados, organizados y equipados como soldados de infantería pero montados a caballo. Esto les permitió moverse mucho más rápido, sobre todo en terrenos rocosos o pantanosos.
En cuanto al uniforme, en aquellos momentos, alrededor de 1680, y dentro de unos ciertos límites, la vestimenta de los regimientos fue asunto de cada comandante. Por otro lado, los regimientos que son el origen de lo Draggons o que se asociaron a ellos son: 3ra Dragoons Guards (guardia personal del príncipe de Gales), 6º Dragoon Guards (los Carabineros), 3º Carabiniers (Dragoon Guards del príncipe de Gales), The Royal Scots Greys (2º Dragoons) y finalmente 25º Dragoons.
En la galería 2, en la que también tienen lugar las exposiciones temporales, se muestran sobre todo diferentes medallas de campaña otorgadas a los soldados de estos regimientos durante su historia. Además se narran las crónicas de hombres pertenecientes a los regimientos, junto con las medallas que les fueron otorgadas.
La galería 3 está casi enteramente dedicada a la historia de los Scots Greys en la Batalla de Waterloo, que tuvo lugar el 18 de junio de 1815. Entre esas piezas destaca la silla de montar utilizada por James Gape durante aquella batalla, cuando sólo contaba con 16 años de edad. En el furor de la lucha, Gape recibió un disparo del mosquete de un soldado francés, a tan sólo 20 yardas y cuya bala finalmente penetró en la parte delantera de la silla de montar. Aquel acontecimiento se lo cuenta el mismo Gape a su madre en una carta.
En la Batalla de Waterloo, cerca de esa localidad en la actual Bélgica, se enfrentaron un ejército francés bajo el mando de Napoleón Bonaparte y dos de la Séptima Coalición, ejército aliado liderado por los británicos bajo el mando del duque de Wellington y los prusianos bajo el mando del mariscal de campo Gebhard von Blücher. La contienda tuvo como resultado la derrota de los franceses, Napoleón se rindió y fue exiliado el 26 de julio a la isla de Santa Elena, donde morirá seis años después. De esta manera se puso punto y final al Primer Imperio Francés.
De aquella victoria provienen la bandera y el águila de bronce dorado que pertenecía al estandarte del 45º Regimiento de Infantería de Francia. Ambas piezas fueron capturadas por el sargento Charles Ewart del 2º Royal North British Dragoons (más tarde conocidos como The Royal Scots Greys) durante dicha batalla. La bandera se encontraba justo debajo del águila, el cual, a su vez, remataba el mástil. La figura del águila de este tipo simbolizó a los regimientos del ejército francés durante el 1er Imperio (1803-1815).
Esta figura napoleónica era una representación del águila de la mitología romana, el cual simbolizaba a Júpiter. Este ave se encontraba agarrando unos rayos, el arma que tradicionalmente se ha atribuido al dios Júpiter. Napoleón no sólo basó su diseño en ese Aquila romana, sino también hizo que cada regimiento lo mostrara, al igual que en el ejército romano, para simbolizar tanto el poder individual de cada legión, como el poder general de Roma, en este caso del Imperio de Francia.
Seguimos avanzando y viendo más objetos, como los que se exponen en otra vitrina, en la que vemos un juego de cucharas de plata que perteneció al coronel Henry Darby Giffith del 2º Royal North British Dragoon (Scots Greys) durante la guerra de Crimea (1854-1856). En la misma vitrina vemos unas condecoraciones otorgadas a dicho coronel. A lado se encuentran las medallas del sargento Allum, del 6º Dragoon Guards (Carabineros), y las de William Connell, entre otras piezas.
Tras profundizar en muchas batallas, pero sobre todo en la de Waterloo, ahora nos topamos con las piezas que nos cuentan la historia de los tres regimientos en el siglo XIX. En 1853 Rusia amenazó con quitar el poder en Europa del Este a los turcos, y por tanto implicaba un desafío a la influencia británica y francesa en el Mediterráneo oriental. En 1854 Gran Bretaña, Francia y Turquía, junto con el reino italiano de Piamonte-Cerdeña, declararon la guerra a Rusia.
Se planeó, por tanto, una fuerza aliada para invadir la península de Crimea. La guerra contra Rusia tuvo lugar entre 1854 al 1856 y, aunque también se implicó la fuerza naval, las batallas más sangrientas se llevaron a cabo en tierra. En la vitrina podemos ver algunas de las piezas relacionadas con aquella época.
Llegamos a la galería 4, enfocada en el siglo XX e ilustrando el papel jugado por los tres regimientos en ambas Guerras mundiales. Al entrar a la sala vemos una maqueta a escala reducida en la que se muestra cómo era el aspecto típica de un soldado de caballería y su caballo, en el período de 1916 a 1918. El soldado viste un uniforme de color caqui y equipamiento, introducido a partir de 1908. El casco de acero se introdujo en 1916. Su arma es un rifle Lee Enfiel, con diez cartuchos de munición, guardado en una funda de cuero sujeta a la silla de montar del caballo, al igual que la espada. El equino lleva herraduras de repuesto, un saco de heno, agua, etc...
La I Guerra Mundial, fue el principio del final del papel del caballo en las batallas. Las unidades de caballería británicas pudieron operar de manera efectiva durante la guerra en Francia y Flandes, además de mantener un papel importante en la campaña de Medio Oriente. Sin embargo, el uso masivo de ametralladores y alambre de púas a partir de 1915, hizo que los soldados de caballería que luchaban contra los alemanes, lo hicieran ahora en la infantería. De aquella época es un casco de un soldado británico, cuyo patrón se usó entre 1916 y 1918.
La II Guerra Mundial comenzó con la invasión alemana de Polonia en septiembre de 1939, momento en que Gran Bretaña y Francia le declara la guerra a la Alemania Nazi. Los nazis vencían con relativa facilidad a los ejércitos francés y británico, por lo que su expansión por Europa continuó, sin embargo nunca fueron capaces de ocupar Gran Bretaña. En 1941 Alemania invadió la Unión Soviética, que hasta entonces había mantenido un pacto de no agresión, sin lograr la victoria. En diciembre de ese mismo año, tras el ataque de Japón, Estados Unido también entraría en guerra. Finalmente los aliados vencieron a las potencias del Eje (Alemania, el Imperio de Japón y el Reino de Italia).
En un expositor nos llama la atención una colección de condecoraciones: todas ellas pertenecen a un mismo hombre, Sir William Robertson. Se trata del primer y único soldado que ascendió a todos los rangos militares hasta convertirse en mariscal de campo del ejército británico. Robertson trabajaba como sirviente doméstico antes de unirse al ejército en 1877, momento en que ser soldado estaba estigmatizado. Era un hombre valiente, motivado e inteligente, llegando a aprender seis idiomas.
En otra vitrina se expone, entre otras piezas, algunos objetos que pertenecieron a sir Ranulph Twisleton-Wykeham-Fiennes. Al principio sirvió al ejército británico hasta que fue despedido en 1967 por uso indebido de explosivos. Los objetos que vemos aquí pertenecen a su período como capitán en el ejército de Omán, como una boina roja con la insignia de las fuerzas armadas del sultán de ese país, llevada por Fiennes durante el período que estuvo en activo en este ejército entre 1968 y 1970; una medalla por el servicio ofrecido al sultán; otra medalla otorgada por su valentía durante su liderazgo de una patrulla que luchó para la liberación del golfo árabe, etc...
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