Este antiguo sitio, construido probablemente alrededor del 2500 a.C., está considerado como el complejo megalítico más grande de Europa y es que su escala es verdaderamente muy notable, con un radio de más de 200 metros. Se compone de un henge, esto es un banco de arena exterior (que en determinados punto llega hasta los 5 metros de altura) y una gran zanja interior; dentro del gran anillo se sitúan otros círculos de menor tamaño.
Algunas personas y estudiosos dirían que Avebury supera a Stonehenge por su magnitud y espectacularidad, idea que compartía el anticuario John Aubrey cuando escribió a mediados del siglo XVII lo siguiente: "hace que supere en grandeza al famoso Stonehenge como una catedral a una iglesia parroquial". A pesar de ello Avebury es mucho más tranquilo que aquella y, aunque la carretera A361 pase por el centro de la aldea y del círculo de piedras, se puede hacer una ruta a pie fácil y libremente puesto que el acceso es gratuito.
Durante el Mesolítico (en Gran Bretaña duró desde aproximadamente el año 11.600 al 7.800 a.C.), los seres humanos eran principalmente cazadores-recolectores que pasaban muchas veces por esta zona en pequeños grupos buscando alimentos y recursos. Los arqueólogos han desenterrado herramientas de piedra de ese grupo de nómadas que habían establecido un campamento allí por varias semanas para buscar alimentos.
Se piensa que Avebury ya comenzó a ganar relevancia por algún tipo de significado ceremonial en el Mesolítico Tardío, basándose para ello en la existencia de un agujero donde se levantaba un poste que fue construido siglos antes e incluso milenios que el henge.
En el cuarto milenio antes de Cristo, en el comienzo del Neolítico en las islas británicas, la sociedad sufrió cambios radicales con la introducción de especies domesticadas tanto de animales como de plantas, así como un cambio cultural material que incluía la cerámica. Ello ocasionó el establecimiento fijo de aldeas donde podían producir sus propios alimentos. Esa nueva sociedad provocó un cambio de mentalidad, así dejaron de construir grandes tumbas para empezar a levantar grandes círculos de madera o de piedra.
Es preciso señalar que Avebury no se construyó como un sólo monumento, sino que es el resultado de varios proyectos que se llevaron a cabo en diferentes momentos durante la prehistoria tardía. Así el complejo ritual lo forman el henge, túmulos, avenidas, círculos de piedras, etc..., además de Silbury Hill, West Kennet Long Barrow, el Santuario...
Pero entremos en más detalles con los círculos de Avebury: el banco de arena que, como decimo en algunos puntos llega a los 5 metros de alto, llegó a tener casi una altura de 7 metros y entre 20 y 30 metros de espesor en la base, cerrando un área de 12 hectáreas. A continuación se encuentra la gran zanja que rodea el complejo que de unos 6-8 metros de profundidad y alrededor de 9 metros de ancho, excavados sobre la misma piedra caliza, si bien la erosión y los efectos del paso de los siglos le han restado un tercio de su tamaño original.
Se calcula que para realizar esta zanja de 2.000 m³, hubiera sido necesario haber sacado alrededor de doscientas mil toneladas de escombros de piedra caliza. En la zanja existen cuatro accesos, que ahora coinciden con las carreteras y calles del pueblo, orientados con la salida y puesta del sol y los puntos cardinales. El Outer Stone Circle o Círculo Exterior estaba compuesto en origen por 98 grandes piedras que llegaban a pesar más de 40 toneladas, con unas dimensiones que va desde los 3 a los 4,2 metros de altura.
Actualmente quedan alrededor de 30 rocas en pie, el resto se eliminaron bien para ser utilizados como material de construcción (sobre todo en época sajona y en el siglo XVII), bien para dejar espacio libre a la tierra de cultivo (sobre todo en el siglo XVIII), o bien por representar un monumento pagano que estaba mal visto por la religión de la época (sobre todo en el siglo XIV).
Los dos anillos interiores, uno al norte y otro al sur, poseen 49 y 54 metros de radio respectivamente, si bien permanecen muy pocas piedras en pie y se han colocado unos bloques de hormigón modernos para señalar el punto donde antaño se erguían las rocas originales. El Círculo Sur contenía originariamente unas 29 grandes piedras de las que solo permanecen en su sitio cinco. En su centro podemos ver un pilar moderno algo más estilizado que el resto que es conocido como el Obelisk u Obelisco (originariamente de 5,5 metros de alto).
En el otro extremo de la calle se encontraba el Círculo Norte que se cree contenía 27 piedras de los que permanecen sólo 2 en posición vertical, otras dos de ellas están en el suelo caídas. Dentro de él probablemente había otro círculo más pequeño que contenía una disposición triangular de piedras conocidas como Cove (compuesto por 3 bloques, de los que dos permanecen en pie). Se piensa que los sonidos producidos en su interior rebotarían en las rocas y habrían provocado eco. En recientes investigaciones se ha encontrado otro círculo compuesto de dos anillos concéntricos de madera, en el noroeste del sitio arqueológico.
Desde la entrada sureste del henge parte el West Kennet Avenue, una avenida emparedada por 100 pares de grandes piedras enfrentadas simultáneamente por bloques altos y bajos (quizás símbolos masculinos y femeninos), con una distancia de separación de 15 metros que conduce hasta el llamado Sanctuary. Así mismo en la parte oeste nace una segunda avenida, la Beckhampton Avenue.
Los arqueólogos están de acuerdo en que la forma en que se construyeron las avenidas, en yuxtaposición con el Sanctuary, Silbury Hill y West Kennet Long Barrow, se hizo de manera intencional, no sólo por las conexiones entre esos lugares sino también para maximizar el espectáculo de moverse entre estos monumentos. Sin embargo hay disparidad de opiniones en cuanto al uso de Avebury: hay quien señala que se levantó para apaciguar a la naturaleza ante la amenaza del frío invernal, las enfermedades, la escasez de alimentos, etc...
Otros hablan de que para los antiguos neolíticos estos monumentos representaban el centro del mundo. Quizás la más extendida sea su función funerario por los huesos humanos encontrados, o la del culto a los antepasados a gran escala. También existen teorías de que fue construido por druidas, otros dicen que por los fenicios, otros señalan que es un lugar para conmemorar una batalla del rey Arturo, y hay quien defiende que se trata de una construcción de indios americanos que en período antiguo cruzaron el océano...
Incluso hay quien piensa que la zanja, en épocas de inundaciones, se llenaba de agua y se convertía así en una especia de canal navegable en el que habría una terminal de embarcaciones. Según esta teoría las grandes rocas situadas alrededor del perímetro se habrían utilizado para amarrar los barcos, mientras que las del interior podría ser la base de una gran construcción de madera que desempeñaría un lugar de encuentro social. De esta forma la colina artificial de Silbury podría haber contenido en su cima una gran fogata por la noche, algo así como el faro más antiguo de la historia.
Posteriormente el lugar quedó abandonado durante miles de años, con evidencias de alguna actividad humana durante la ocupación romana, hasta la llegada de los anglo-sajones. Durante la Edad Media se comenzó a construir un pueblo en la orilla oeste del Círculo de Piedra, que sin embargo, con el paso de los años se fue extendiendo hacia su interior. En los siglos VII y VIII lo anglosajones fueron abandonando su religión pagana para convertirse al cristianismo, así en el siglo X se construyó una iglesia justo al oeste del monumento. Al parecer, tras las incursiones de los invasores vikingos, Avebury tuvo que ser fortificada para poder protegerse.
Durante el periodo medieval tardío, Inglaterra era ya totalmente cristiana. La aldea de Avebury comenzó a asociar las grandes bloques con el diablo, de esa forma, la piedra más grande en la entra sur llegó a ser conocida como la Silla del Diablo. En algún momento del siglo XIV, los pobladores comenzaron a derribarlas las rocas para posteriormente enterrarlas en una fosa excavada al lado. En uno de esos momento, cuando trataban de tirar una piedra de 3 metros de alto y 13 toneladas, la roca cayó encima de uno de los hombres que tiraban de ella hacia abajo, lo que le ocasionó la muerte, tras fracturarse la pelvis y romperse el cuello. Su cadáver quedó atrapado en el agujero que estaba preparado para enterrar la gran roca, por lo que no se pudo sacar su cuerpo de ahí.
En 1983 los arqueólogos encontraron su cuerpo y junto a él, una bolsa de cuero con tres monedas de plata de alrededor de 1320, un par de tijeras y una lanceta. Por estos dos últimos instrumentos los estudiosos supusieron de que se trataba de un barbero-cirujano ambulante que pasaba por Avebury cuando se estaba produciendo el derribo de la roca.
Al parecer, la muerte de este hombre hizo que los locales no derribaran otras piedras, tal vez por temor a la venganza del mismo diablo. Poco después, en 1349, la peste negra asoló el pueblo y los que sobrevivieron se centraron en sus tareas agrícolas para producir alimentos y poder sobrevivir, por ello no tuvieron tiempo, aunque quisieran, de intentar volver a demoler el monumento pagano.
Avebury permanecería en el total anonimato para el resto de la sociedad hasta la Edad Moderna. Fue alrededor de 1541 cuando John Leland, el bibliotecario y capellán del rey Enrique VIII, realizó anotaciones sobre el lugar y el resto de monumentos prehistóricos vecinos. En 1586 William Camden publicó Britannia, una guía de antigüedades británicas en la que no se hizo ninguna mención de Avebury, sí la hizo sin embargo en su edición de 1620, aunque de manera muy fugaz.
Durante el siglo XVII John Aubrey y William Stukeley prestaron especial interés por el monumento megalítico, documentando gran parte de los destrozos que tuvo. Tras la Guerra Civil Inglesa (1642-1651), en 1695 Aubrey añadió una entrada en la nueva publicación de Britannia en la que describió el monumento de Avebury con más detalles.
En los siglos XVII y XVIII se volvieron a producir destrucciones en el monumento, posiblemente debido al aumento del fundamentalismo cristiano protestante en el pueblo, pero sobre todo para utilizarlos como materiales de construcción. El modus operandi consistía en encender un fuego alrededor de la roca para conseguir que ésta se calentase, después se vertía agua fría para crear grietas sobre la superficie, finalmente se rompían esos puntos con un mazo. William Stukeley fue testigo de la destrucción llevada a cabo por la población local, estaba tan disgustado que nombró a todos los agricultores y constructores locales responsables.
A principios de 1837, la mayoría de los menhires neolíticos de Avebury habían desaparecido o estaban enterrados. La población del pueblo iba aumentando rápidamente dando lugar a la construcción de más viviendas en el interior del henge. Por ello, en un intento de evitar mayor destrucción al monumento, Sir John Lubbock adquirió gran parte de la tierra disponible, incluso animó a otros compradores a construir su casa fuera del henge.
En 1894 Sir Henry Meux realizó una zanja a través del banco de arena, lo que le llevó a la conclusión de que fue construido en dos fases. Posteriormente, entre 1908 y 1922, fue excavado intermitentemente. Las investigaciones siguió en 1930, cuando se llevaron a cabo trabajos de restauración de la mano de Alexander Keiller, re erigiendo muchas de las piedras. Ideó un proyecto de reconstrucción de gran parte del monumento que finalmente se vería truncado por el inicio de la guerra. Keiller creyó que la mejor manera de preservar Avebury era comprando la totalidad del terreno, utilizó su riqueza para comprar el lugar, así como la mayor parte de la Kennet Avenue.
Más recientemente, la datación por radiocarbono y los análisis del polen enterrado en el suelo y las diferentes conchas de caracol han determinado que el medio ambiente en las tierras bajas de Gran Bretaña sufrió un cambio importante debido probablemente a la tala y quema por parte de los agricultores. Estas evidencias sugieren, pues, que al principio del Neolítico, Avebury estaba cubierto por un denso encinar y unos siglos más tarde, los bosques que rodeaban Avebury y sus monumentos cercanos, retrocedieron dando paso a pastizales.
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