En Vila Nova de Gaia se encuentran las bodegas de vino de Oporto más importantes y famosas, la mayoría de las cuales realizan visitas guiadas para todo aquel que quiera saber más sobre este famoso caldo. Entre ellas está la bodega Sandeman, una de las mejores y más conocidas a nivel mundial, cuyo recorrido es muy recomendable. Ofrecen diferentes tours que se adapta a todos los gustos y bolsillos, desde la que incluye la degustación de vinos Old Tawnies, hasta una experiencia más exclusiva donde probar algunos de sus vinos Vintage y Tawnies. Nosotros realizamos la experiencia denominada “Sandeman Porto Wine and Chocolate”, que nos permitió degustar diferentes tipos de chocolate y de vinos y descubrir las similitudes de ambos productos, para comprobar que juntos son un maridaje perfecto.
El recorrido comienza en el mismo recibidor del edificio histórico de 1811, donde se encuentra el mostrador en el que adquirir los boletos de entrada. Aquí podemos ver, mientras esperamos el comienzo del tour, un museo pequeño pero bastante completo que nos habla de la historia de Sandeman, además de exponer objetos históricos como documentos antiguos, abrebotellas o sacacorchos, pinturas, botellas inglesas de finales del siglo XVII, fotografías históricas de la empresa y del puerto de Gaia, antiguas etiquetas de la marca, etc., etc. Las primeras etiquetas eran muy sencillas, solamente tenían el nombre de la empresa y el tipo de vino que contenía la botella, aunque con el paso de los años se harían más complejas y ganando color.
Lo que más nos sorprendió es que Sandeman fue una marca muy avanzada para su tiempo en cuanto a publicidad se refiere. Y es que ideó varias acciones de marketing en periódicos, seguidas de campañas publicitarias. En aquella época, sólo se anunciaban productos comunes y el hecho de que Sandeman publicitara el vino de Oporto escandalizó por completo a la industria. A tenor de lo comentado, en el año 1928 nació la figura misteriosa encapuchada "El Don", que hoy en día se encuentra entre los símbolos de las marcas comerciales más conocidas del mundo, además de estar entre las más antiguas.
Este símbolo de Sandeman fue diseñado por el artista George Massiot Brown, quien fusionó en aquel personaje la capa universitaria de Portugal y el típico sombrero español, reflejando así la presencia de la compañía en ambos países (de hecho, la bodega de Sandeman de Jerez de la Frontera también es visitable). Es interesante señalar que, si no quieres pagar nada por realizar el tour por las bodegas, este pequeño museo es gratuito para todo el mundo. Y así, el tiempo pasa y nuestro guía viene a buscarnos para iniciar el tour. Antes de continuar debemos decir que es posible hacerlo en diferentes idiomas, entre ellos el español. Nuestra guía se nos presenta vestida a modo de el Don, con una capa negra y un sombrero de ala ancha.
Nos adentramos ya en las bodegas, y enseguida comprobamos que están formadas por pasillos oscuros y frescos, ideales para el envejecimiento del Oporto, en cuyo ambiente flota un característico aroma a madera, vino y humedad. Es en el primer pasillo, rodeado de barricas, donde nuestra guía nos habla de la historia de la empresa. Su fundador fue George Sandeman, quien con tan sólo 25 años le pidió un prestamos a su padre para crear en 1790 en Londres un almacén de distribución de vinos de Oporto y Jerez. Le fue tan bien que posteriormente terminó abriendo bodegas en las comentadas ciudades, en concreto aquí se estableció en 1811.
Gaia es tradicionalmente el lugar donde envejecer el vino, puesto que su clima, influenciado por la exposición solar y los vientos, creaba (y crea) unas condiciones ideales de humedad. Además, se da la circunstancia que la zona cuenta con varios acuíferos de agua dulce, lo que permite que prácticamente cada bodega cuente con su propio suministro de agua. Finalmente, Gaia poseía un puerto que favorecía el transporte de mercancías por mar.
A primeros del siglo XVIII los vinos no se embotellaban para el transporte, sino que se enviaban directamente en barricas. Pues bien, Sandeman fue el primero de los comerciantes en marcar con su nombre los toneles como garantía de calidad y origen. Ya en 1825 la empresa contaba con una cartera tan amplia de clientes que abarcaba varias partes del mundo, por lo que fueron líderes de venta durante todo el siglo. En 1877, la marca comercial “GSC George Sandeman & Co” fue registrada oficialmente como empresa, algo muy avanzado para su época, por lo que se le considera también una de las marcas registradas más antiguas del planeta.
Seguimos recorriendo las bodegas y aprendiendo más sobre el vino de Oporto: la uva se cría en la región del Duero, donde son recogidas en septiembre a mano y donde tiene lugar todo el proceso de fermentación, quedándose allí hasta la primavera siguiente. Es en esa fecha cuando el caldo resultante es trasladado a esta bodega que tiene las mejores condiciones de temperatura y humedad para que el vino envejezca un mínimo de tres años y adquiera su estado óptimo.
Sin embargo, la diferencia del vino de Oporto con otros es que su fermentación (proceso natural en que el azúcar de las uvas se transforma en alcohol) no es completa, ya que se detiene añadiendo un aguardiente neutro con 77% de alcohol. El vino de Oporto es relativamente dulce, poseyendo 100 gramos de azúcar por litro y una graduación alcohólica del 20%, por ello es popular tomarlo con el aperitivo o incluso es ideal para acompañarlo con el postre. Por otro lado, la guía nos explicó la información escrita con tiza sobre las pequeñas pizarras situadas en las grandes cubas: se señala el tipo de vino a envejecer, la cantidad de litros que contiene y la fecha en que se tomó una muestra para analizarla. Sobre la barrica se puede leer los litros máximos que puede contener.
Durante el recorrido aprenderemos más sobre los diferentes tipos de vinos de Oporto y cómo es su método de crianza que influirá en el sabor: Ruby, Tawny, blanco y Vintage. El vino blanco se obtiene a partir de las uvas blancas, siendo un vino joven más claro, fresco y afrutado que se puede clasificar como: extra seco, seco, semiseco, dulce y extra dulce. Por su parte, los tipos Ruby y Tawny son los vinos tintos de Oporto. El primero envejece en grandes cubas para que tenga menos contacto con el aire y la madera y así mantener sus características primigenias, esto es un color más intenso y sabores que recuerdan a los frutos rojos, e incluso al chocolate.
El Tawny envejece, por el contrario, en las barricas de madera de roble más pequeñas para tener más contacto con el aire y la madera y poder así envejecer más rápidamente, lo que permitirá que pierda sus características primarias. Por tanto, y debido a lo comentado, poseerá un color más claro, más ámbar o dorado, y un sabor que nos recuerda a los frutos secos y especias. El Tawnie más antiguo que se conserva en la bodega es del año 1963.
El vino de Oporto es un caldo en el que se mezcla diferentes variedades de uva de diferentes cosechas, sin embargo, el Vintage es un vino tipo Ruby pero con una calidad extraordinaria de una sola cosecha, no es un vino mezclado. Su envejecimiento es diferente al resto de tipos de vinos que hemos ido viendo, puesto que envejece en las grandes cubas que vemos por un máximo de dos años, para pasar después a hacerlo en botellas. Antes de embotellar el caldo, se debe mandar una muestra al Instituto del Vino de Oporto, para determinar que tiene suficiente calidad como para ser declarado vino Vintage. Es bastante raro que a un caldo se le declare Vintage, se suele realizar cada dos o tres décadas. Cuando es embotellado se utilizan frascos negros con un corcho como tapón, para después ser almacenadas boca abajo, para que el corcho esté siempre húmedo, impidiendo el contacto del vino con el aire.
En la bodega existen dos tipos de Vintage: el clásico que debe envejecer un mínimo de doce a quince años, y el Vau Vitage que es un vino más contemporáneo, ya que está listo para beberse después de tres o cinco años de envejecimiento. El Vintage al ser un vino que envejece en la botella ganará sedimentos por lo que, antes de consumirse, un día antes de abrir la botella, se debe colocar en posición vertical para que los sedimentos comiencen a depositarse en la zona inferior, para después ser decantado y ya estará listo para beber. Pero al ser un vino que no está acostumbrado al contacto con el aire, se debe consumir en un máximo de 48 horas, ya que comienza a perder calidad muy rápido.
Seguimos avanzando por esta zona de la bodega hasta ver, sobre la pared, el logotipo de Sandeman del que ya hemos hablado anteriormente, el Don. Ya sabemos que fue creado en 1928 y que representa los dos tipos de vino de la empresa, el de Oporto y el de Jerez, mediante la capa negra que utilizan los universitarios portugueses y el sombrero de ala ancha español.
Seguimos caminando y ahora llegamos a una zona de grandes cubas, en las que el vino permanecerá alrededor de cincos años. El suelo de aquí es de madera, lo que permitía rodas las barricas sin ensuciarlas, aunque en la actualmente sirve para ayudar a mantener la temperatura y la humedad de la bodega para un buen resultado en el envejecimiento del vino. Una escala situada en un lateral, marca la presión el vino, señalando así la cantidad de litros que contiene la cuba y al lado la cantidad de barriles pequeños necesarios para almacenar todo el caldo para, por ejemplo, transportarlo. El tour continúa y nos damos cuenta que, en efecto, la bodega cuenta con diferentes fuentes de agua dulce que la surte.
Y así llegamos a otra zona en la que dos placas marcan el nivel de las principales crecidas del rio (que corresponden con las marcas que se puede ver en la puerta principal). La peor fue la del año 1909, y es que antes de la construcción de las presas, el rio Duero era muy peligroso y el hecho de transportar el vino por él desde el valle del Duero hasta aquí se convertía en toda una aventura. Para evitar perder las barricas en el agua durante las crecidas del río, lo que se hacía era que se ataba a una cuerda a los barriles para que así flotasen, mientras que para evitar que se pudieran mezclar se colocaron unas barras de hierro en las puertas. En la actualidad esto ya no ocurre, además es más fácil y rápido transportar el vino en camiones.
Antes de abandonar la bodega, merece la pena detenerse un momento en la colección de botellas de vidrio antiguas inglesas de Sandeman, las primeras de las cuales se comenzaron a fabricar a mano alrededor del 1630 con una forma irregular. Se trataban de envases rellenables, incluso cada familia tenía su propia botella con sus iniciales, marca, escudo de armas, ciudad de residencia o, muy frecuentemente, con una fecha. Tras ser prohibidas en Inglaterra en 1636 con el objeto de regular los litros de vino vendido, el uso de botellas y su personalización se multiplicó. A partir de entonces poseer una botella simbolizaba el estatus social de los propietarios, quienes la exhibían con orgullo. La forma de la botella inglesa fue cambiando con el tiempo, debido a la evolución de su elaboración, siendo muy distintivas en cada etapa: de 1630 a 1675 del tipo "flecha" y "globo"; del 1670 a 1720 del tipo "cebolla"; del 1715 a 1735 del tipo "vejiga" y "mazo"; y finalmente de 1740 a 1820 con forma de "cilindro".
Terminada la visitar a las bodegas ahora toca hacer una cata en un salón luminoso y tranquilo, en nuestro caso de tres vinos de Oporto: un blanco seco o medio seco, con notas florales y cítricas; un Ruby joven, intenso, afrutado y un Tawny envejecido, con notas de frutos secos, caramelo y vainilla. Cada uno de estos vinos irá maridado con chocolates artesanales que complementarán sus sabores, convirtiéndose en una experiencia gastronómica que combina la riqueza del vino con la intensidad del chocolate. Además, la guía explicará las características de cada vino y la razón por la que ha sido maridado con ese chocolate específico. Tras finalizar la cata, se puede pasar por la tienda de vinos en la que se puede comprar botellas exclusivas que no se venden fuera de Portugal, ediciones limitadas, diferentes merchandising, etc.
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