TEMPLOS DE TARXIEN

UN CONJUNTO DE VARIOS TEMPLOS


Para llegar aquí no tendrás mayor problema si tomas el autobús número 8, 11, 27, 29, 30, 427 o 627 dirección Paola, y después sigues las señales que le llevarán hasta el templo, pero presta mucha atención, pues a veces en un cruce la señal está muy escondida y podrías perderte. Una vez en el recinto y después de pagar 6€, accedemos por un pequeño pasillo hasta la entrada del Templo Sur, dispuestos a saber más sobre este misterioso y fascinante lugar.

Lo primero que se presenta ante nosotros es la fachada de uno de los templos, más concretamente el Templo Sur (C), la cual presenta una fachada con forma curva ante la que se extiende un patio de al menos 30 metros. Por desgracia las piedras originales de la fachada se han perdido casi en su totalidad y lo que vemos actualmente es una reconstrucción. En ese lugar existe también lo que debió ser una cisterna para almacenar el agua.

Alrededor del templo y muy especialmente cerca de la entrada, se amontonan las piedras redondas que se supone fueron utilizadas para el transporte de los pesados bloques de piedra.

Seguimos con nuestra visita y antes de atravesar la puerta principal, observamos en el suelo una losa con dos agujeros protegidos por un cristal y que según parece sirvió para amarrar a los animales.

En el extremo oriental de la fachada hay un gran bloque-santuario liso que Evans llamó "Bloque de Adivinación" (1), posee forma cuadrada y mide unos 3 metros poseyendo en su parte superior 5 orificios cónicos de diferentes tamaños y que fueron sin duda algún tipo de instalación para el culto, quizás para celebrar libaciones. En la parte occidental de la puerta encontramos una construcción parecida en muy mal estado de conservación.

Sin duda en este templo se practicaba el sacrificio de animales ya que se han encontrado huesos. Seguimos avanzando y antes de adentrarnos en el templo, observamos la puerta principal, toda reconstruida.

Avanzamos por un pasillo pavimentado hacia el interior y llegamos a los dos primeros ábsides del Templo Sur (C). El de la derecha estaba delimitado por una línea baja de bloques tallados en espiral, motivo decorativo que se repite en todo el templo.

En su interior se encontraba una gran estatua (3), que debió de medir 2 metros y que se cree representa a una diosa de la fertilidad, teoría que toma más fuerza al haber en su base lo que parecen ser representaciones de huevos. Al lado encontramos un altar (5) decorado con espirales. Sólo se conserva la mitad inferior de la estatua, observamos que la escultura pertenece a la familia de las representaciones obesas, muy típico en Malta.

Lo que vemos aquí es una copia, la original se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de La Valeta, si bien se encuentra en bastante mal estado ya sea por el arado o por haber sido destruida deliberadamente durante la Edad del Bronce. Justo enfrente de la puerta principal encontramos otro altar (5) consistente un bloque de piedra hueco y encima un pequeño nicho (7). Su parte frontal presenta un bloque tallada con espirales con una apariencia vegetal, esta decoración la encontramos en las divisiones importantes (interiores de ábsides) o en los altares en todo el templo.

Una de las espirales frontales fue ahuecada por Zammit siguiendo el contorno de su dibujo, encontrando en el interior una serie de objetos, incluyendo huesos de oveja y bueyes, así como fragmentos de cerámica y especialmente un cuchillo finamente elaborado y que era el último objeto en ser depositado en el interior antes de que se sellara. Como el viajero podrá imaginar, lo que vemos aquí es una copia del original.

El ábside de la izquierda presenta también una delimitación por bloques decorados con espirales, aunque en este caso los bloques miden 50 centímetros de alto, 90 centímetros de ancho y 2 metros de largo, presentando un ligero ángulo hacia el exterior imitando, quizás, la fachada del templo.

Volvemos a ver otros ejemplos de altares decorados con espirales (5), así como una especie de cuenco de piedra con una decoración de agujeros mucho más común en los templos de Mnajdra. Se cree que este cuenco se empleaba en el ritual de los sacrificios de animales, quizás para recoger la sangre.

Aquí, además, vemos un bloque con un grabado de una procesión de animales, podría tratarse, quizás, de una representación en el que, después de un ritual, los animales están listos para ser sacrificados.

Pasamos a los siguientes ábsides y comprobamos que su estructura es asimétrica debido a la reforma que sufrieron para adaptar este templo con el Central. Esto es palpable sobre todo en el ábside de la izquierda donde vemos que prácticamente se convirtió en un pasillo que conduce a Tarxien Central. En el ábside opuesto se encuentran unas losas en posición vertical y un par de nicho, uno de los cuales contenía huesos y cuernos de ganado bovino y ovino. Enfrente vemos un elaborado nicho (7) sobre una plataforma de sesenta centímetros de alto, su parte frontal fue una gran losa de piedra de unos tres metros de largo decorado con espirales. Se trata, sin duda, del altar más importante del complejo: el altar mayor.

Entramos al siguiente templo, el Tarxien Central (D), y lo hacemos observando los agujeros de diferentes tamaños esculpidas en la roca según el grosor de los postes de madera que tenían la función de sostenerlos y que a su vez sostenían las pieles de animales. Encontramos los orificios tanto en los laterales como en el suelo.

Conforme entramos, a mano derecha, vemos un pasadizo que conecta a un ojo de buey tallada en una sola piedra y que daba acceso a un espacio intramuros pequeño que contenía algunas cerámicas del Neolítico tardío y huesos de animales. Para preservar la santidad del lugar excavaron dos aberturas para insertar dos barras de madera con piel de animal para que hiciera la función de pantalla o puerta.

En este Templo Central los ábsides exteriores adicionales se separaron del resto del templo por una losa de unos 62 centímetros de altura decorada con espirales. En el centro de la sala de entrada vemos un caldero de piedra donde se encendía fuego y cuya función era la de marcar el paso al resto de los ábsides del edificio.

A ambos lados de la sala vemos dos ábsides cuyas paredes la forman grandes losas de piedras verticales. Parecen haber servido como salas secretas sólo accesibles para los sacerdotes. En el ábside de la izquierda vemos una gran estructura reconstruida que al parecer era un nicho, además aquí se encuentra un enorme recipiente (4) de roca tallada en una sola pieza. En este ábside se sitúa también una especie de mesa horizontal de piedra con perforaciones circulares.

El ábside de la derecha llama la atención por las grandes piedras de sus paredes en los que si afinas la vista verás vagamente un grabado.

La parte trasera de este ábside se compone de dos grandes losas de piedra, a las que se llega atravesando un pequeño pasillo, lo identificarás enseguida pues para proteger sus grabados se ha instalado un techo de uralita. Detrás de estas piedras se encontró un depósito de huesos de animales. Aquí se encuentra, en una de las losas, el grabado de un toro (8), aunque desgraciadamente muy dañado. Sin embargo, mejor conservados están los grabados de la losa vecina representando a un toro y debajo a una cerda amamantando a sus lechones.

Volvemos a la sala principal y vemos más allá del umbral tallado otro patio con dos ábsides más pequeños. En el centro del patio también se encuentra un caldero de piedra. Inmediatamente, al final del pasaje vemos un gran nicho flaqueado por otros dos ábsides de los que el de la izquierda está bastante bien conservado, además posee también un depósito de huesos de animales, mientras que el ábside de la derecha está bastante dañado y lo que vemos actualmente es una reconstrucción. Esta zona no es visitable y sólo puede verse de lejos desde el patio principal de este Templo Central.

Una característica interesante del edificio es lo que parece una escalera (9) situada en un ángulo entre el Templo Central y el Templo Oriental. Llama la atención que los seis primeros escalones sean piedras de bloques individuales mientras que los dos últimos fueron tallados en un bloque. Se cree que las escaleras llevaban a un nivel superior o lo que es más probable a la azotea del templo.

Y así llegamos al Templo Oriental (B) que también muestra evidencias de haber sido modificado sustancialmente tanto por la construcción del Templo Central, como por la actividad romana en el lugar, siendo muy evidente en el ábside interior izquierdo, al estar muy deformado. Saliendo de este templo podemos ver los restos de lo que parece un horno (10).

En Tarxien Oriental no encontramos ni relieves ni estatuas, sin embargo, existe una serie de aberturas sobre las láminas de piedra, llamados Agujeros del oráculo (2) que se sitúan en el suelo y tienen forma de embudo.

Además, existen una serie de pequeñas estructuras pegadas a la cara este del edificio que daba a un pequeño patio cuadrado.

Al otro lado de ese patio encontramos los restos del Templo Primigenio (A), el más antiguo de los Templos de Tarxien. Muy poco ha sobrevivido al correr de los siglos, pero podemos decir que su tipología se asemeja al templo de Skorba, de la fase de Ggantija. Llegados a este punto recorremos el recinto exterior de los templos camino hacia la salida del complejo.

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