LA GRUTA AZUL

La Gruta Azul es un destino muy popular para los turistas que visitan Malta, y no es para menos pues es impresionante ver el gran arco desde el mirador que se encuentra en la misma carretera principal. Aquí disfrutarás de una vista general del arco, de sus vertiginosos acantilados y de la isla de Filfla al fondo. Esta obra de arte realizada por la Naturaleza, posee la misma grandiosidad que su hermana de la isla de Gozo, la tristemente desaparecida en marzo de 2017 por una fuerte tormenta, Azure Window o Ventana Azul.

Se puede visitar varias cuevas de su interior cogiendo un pequeño y colorido barco desde Wied iz-Zurrieq. Recomendamos su visita por la mañana temprano, ya que en temporada alta puedes encontrarte con grandes colas de turistas y además el agua está más tranquila.

Para poder llegar hasta aquí, si no has alquilado un coche, dispones de las líneas de autobús 38 y 138, después para llegar al embarcadero hay que emplear alrededor de 10 minutos de caminata.

Hay que tener en cuenta que el horario de las barcas es de 09:00 a 16:00, además esta zona suele ser bastante dura en oleaje, los días de invierno que el mar está turbulento no se realizan ninguna salida ya que en esta época el clima y el agua es más imprevisible, sin embargo, en verano los capitanes salen al mar aunque esté revuelto, ya que tienen un gran dominio del manejo de los barcos en estas circunstancias.

Una vez atravesado el gran arco veremos el increíble color del agua en el interior de las cavernas ofreciéndonos tonos brillantes y fosforescentes. Esto es debido al reflejo de la luz solar que junto a la flora submarina y los minerales que están presentes en las rocas, nos regalan colores como el azul, el naranja, el púrpura y el verde.

El pequeño crucero por la Gruta Azul nos llevará entre 30 y 60 minutos, y como dato curioso deciros que fue escenario natural para la Película rodada en 2004 "Troya" protagonizada por Brad Pitt.

Antes de terminar este apartado merece una mención la isla que vemos al fondo, la llamada Filfla: es una isla deshabitada, sólo viven allí unos lagartos autóctonos que pertenecen a una especie única. Durante la ocupación británica la isla era usada como campo de tiro para las prácticas de la Marina Real y la Royal Air Force hasta 1971. Actualmente, y desde 1980, es una reserva para tres especies de aves (el paíño europeo, la pardela cenicienta y la gaviota patiamarilla), la lagartija Podarcis Filfolensis y el caracol Lampedusa imitatris gattoi.

Y ante tanto paraje natural contrasta fuertemente la plataforma petrolífera que encontramos entre la Blue Grotto y la isla de Filfla y que se ven mucho mejor desde la zona arqueológica de Mnajdra-Hagar Qim.

Y ya que estamos en la zona, merece la pena ir a la cercana Zurrieq para visitar su bonita Il-Knisja Arċipretali ta' Santa Katerina o iglesia de santa Catalina de Alejandría. Este templo ya se mencionó por primera vez en 1436 en el inventariado de las iglesias parroquiales maltesas que realizó el obispo Senatore de Mello. En 1630, teniendo en cuenta el aumento de la población de la localidad, el entonces párroco, Antonio Demos, comenzó la construcción de una nueva iglesia, la que vemos en la actualidad, cuyas obras se iniciaron en 1632, y duraron 25 años, bajo la dirección del reverendo y arquitecto Matteolo Saliba.

Su fachada, diseñada por Abram Gatta, se caracteriza por estar dividida en varias partes por pilastras jónicas, en cuyos lados se levantan dos campanarios diseñados por Nikola Zammit y agregados al edificio en 1861. En la zona inferior de la torre izquierda vemos en un nicho la estatua de san José, mientras que en la de la derecha la imagen de san Roque. Todo el conjunto está rematado por la escultura de un Cristo Redentor diseñado por Censu Apapa y tallado por Marco Montebello. En la plaza principal junto a la iglesia, se levanta la escultura de santa Catalina. Su interior alberga varias obras de arte, como varias pinturas de Mattia Preti y Antonio Zammit, entre otros artistas. La escultura titular de santa Catalina de Alejandría fue realizada en 1818 por Marjanu Gerada. Destaca también otra estatua, la de Nuestra Señora del Monte Carmelo, datada en 1842 y hecha por Salvu Psaila.