GERONA (GIRONA)

RAMBLA DE LA LIBERTAD Y ALREDEDORES


Esta rambla, que discurre paralela al río Oñar, toma su nombre del llamado Árbol de la Libertad que se plantó en 1869 durante el Sexenio Democrático (1868-1874). Se trata de la antigua espina dorsal de la ciudad medieval, barroca y novecentista, urbanizada en el siglo XIII para la celebración del mercado y actualmente uno de los puntos más concurridos de Gerona, donde encontrar todo tipo de tiendas, cafeterías y bares. Además, es el lugar donde los gerundenses tradicionalmente acuden a tomar un vermut y a comprar flores los sábados, cuando se montan floristerías ambulantes en esta calle.

Originalmente estaba formada por una plaza ancha y larga, cuyo espacio correspondía con la llamada Plaza de las Coles, el mercado real que abastecía de alimentos, no sólo a la ciudad, sino también a las poblaciones situadas hasta unos veinticinco kilómetros de distancia. Aquí también tenía lugar la feria de Sant Narcís, a donde acudían gente de toda Cataluña. Las tiendas situadas en la parte del río vendían especias, dulces, cera, productos de droguería, etc.… Así, ya en el siglo XV, ya estaban construidas las casas de las bóvedas de la Rambla.

La configuración actual es de 1885, cuando el Ayuntamiento encargó una avenida principal de grandes dimensiones, por lo que se tuvieron que derribar algunos edificios para conseguirlo, aunque se mantuvieron muchas de las edificaciones medievales. Este agradable paseo arbolado con tilos posee como elemento más característico los soportales de techos bajos y arcadas desiguales, conservados tras su transformación, en parte, con la construcción de edificios ochocentistas.

Bajo esas bóvedas, justo delante del número 32, se pueden observar tres capiteles en los que se representan una imaginería curiosa: en uno de ellos vemos un hombre con sombrero y cuerpo de caracol que toca una flauta, en otro capitel se representa otra persona que en esta ocasión tiene una gaita y en el tercero vemos un anciano con barba larga y alas de murciélago. Existen dos versiones que intentan explicar estas figuras: una dice que representan a tres monjes del monasterio de Banyoles que fueron ejecutados el 31 de mayo de 1622, acusados de haber causado la muerte del Abad Anton de Cartellá, y otra que dice que representan a tres gerundenses ejecutados públicamente en la Rambla por los franceses el 1 de enero de 1810.

A lo largo de la Rambla encontramos, como hemos comentado, varios edificios de origen medieval y neoclásicos que tienen especial interés, como la Can Casadevall y sus ventanas en estilo gótico florido del siglo XIV y XV, o la Casa Norat de 1912 que cuenta con una notable fachada modernista. Ésta última es obra del arquitecto Roca i Pinet quien en su construcción estuvo influenciado por los también arquitectos Montaner y el Olot Alfred Paluzie. La remodelación de este edificio preexistente fue mandando realizar por Josep Norat en 1912, pero no sabemos si llegó a verlo terminado puesto que murió en 1913, el mismo año en que finalizó la obra. El trabajo escultórico, entre otros elementos los dragones, capiteles florales y esculturas femeninas de los extremos del balcón, lo realizó Joan Oliver.

Uno de los extremos de la Rambla lo constituye el Pont de Pedra, muy cerca del cual se sitúa la Plaça del Vi o plaza del Vino, espacio delimitado por porches con arcos de medio punto y edificios señoriales en su entorno, ya que tradicionalmente desde el siglo XV en esta zona se encontraban las residencias de las familias nobles. Aquí se encuentra el Ayuntamiento, que ha sufrido muchas transformaciones, el Teatro Municipal de estilo ochocentista y el Palacio del General del siglo XVI que presenta un estilo gótico-renacentista. El nombre de la plaza ya se empleaba desde el año 1584, aunque existen fuentes escritas que se refiere a ella en el año 1343 como plaça de las Albergueries.

El otro extremo de la Rambla lo formaría el tramo que toma el nombre de Carrer de l'Argenteria, el cual desemboca en el Pont de Sant Agustí que nos llevará hasta otra de las grandes plazas de Gerona: la Plaça de la Independència. Su nombre hace referencia a la Guerra de la Independencia de España contra las tropas francesas de Napoleón Bonaparte. La plaza ocupa el solar del antiguo convento y huertas de Sant Agustí, que se levantó aquí hasta el 1835 momento que, tras la desamortización, fue demolido.

La plaza fue diseñada por Martí Sureda como un espacio porticado según el gusto neoclásico del siglo XIX. Las obras comenzaron siguiendo el proyecto inicial en el año 1856, pero fue ampliado posteriormente en 1857. Cuenta con unas dimensiones de 92 por 45 metros, rodeados de porches con una altura de 6,70 metros y una anchura media de 4,5 metros. En el centro de la plaza se encuentra, desde el año 1894 y sustituyendo una columna que conmemoraba la Constitución, la escultura realizada por el escultor Antoni Parera, dedicada a los defensores de la ciudad contra las tropas francesas.

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