CRÓNICAS DEL VALLE DE LOS HÉROES

Un poco de Historia...

La actividad humana en esta área a lo largo de los siglos ha dejado gran cantidad de huellas del pasado, como túmulos de piedra de la época neolítica, tumbas, segmentos de calzada romana, necrópolis medievales, etc.… Pero fue la época de ocupación nazi en 1943 el que dejó una profunda huella en la cultura de la memoria de los pueblos de la región.

La Quinta Ofensiva para los partisanos, cuyo nombre en código fue Operación Schwartz para los nazis, representó un punto de la inflexión para Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial, tras la batalla que se libró del 15 de mayo al 15 de junio en la amplia zona del Parque Nacional de Sutjeska. La Quinta Ofensiva fue un ataque conjunto de las Potencias del Eje cuyo objetivo era destruir la fuerza principal de partisanos yugoslavos.

La batalla se caracterizó por las extremas condiciones a que fueron sometidos los soldados, en un terreno muy irregular, sobre todo para los miembros del Movimiento Partisano que fueron asediados durante días en unas condiciones muy duras de hambre, esfuerzo físico y enfermedades. A pesar de las cuantiosas vidas perdidas, la batalla del Sutjeska está considerada por la historiografía yugoslava como una de las más grandes victorias de su historia.

En memoria de aquel evento se comenzaron a erigir a partir de 1958 pequeños monumentos en un radio de diez kilómetros alrededor del monumento principal, construido posteriormente, en el año 1969, dedicado a la Batalla de Sutjeska, el cual constituye un testimonio vivo de la unión de la arquitectura moderna y la escultura mezclados en armonía con el ambiente verde del valle. Esos 79 pequeños monumentos, que rinden homenaje a los partisanos, se colocaron en los lugares donde se desarrollaron los combates, sitios que sólo son accesibles a pie. Un ejemplo de ello es la placa conmemorativa que se encuentra en la cima de la montaña, a 1.300 metros de altitud, que señala el lugar donde murió Nurija Pozderac, mano derecha del general Tito.

QUÉ VER EN EL VALLE DE LOS HÉROES / DIARIO DE VIAJE

El Valle de los Héroes se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad de Foča, por lo que sería buena idea disponer de un coche para hacer una pequeña ruta por esta parte de la República de Srpska, integrada dentro de la confederación de Bosnia y Herzegovina. Por tanto, os vamos a proponer una ruta en la que os aconsejamos qué ver en un día en el Valle de los Héroes y alrededores.

Dia 1: tu jornada turística en la zona la puedes plantear de dos formas: dedicar todo el día a visitar el Parque Nacional de Sutjeska, incluyendo la mayor parte de los monumentos que acoge y que forma parte del Valle de los Héroes, o combinar la ciudad de Foča y el recorrido por la parte más monumental del complejo conmemorativo, compuesto por, tras vencer la colina, el osario a modo de gran altar construido en 1958, el Tjentište Spomenik o monumento de Tjentište, el anfiteatro en cuyas gradas se encuentran grabados los nombres de las diferentes brigadas que lucharon en la batalla de Sutjeska y la Casa Memorial de la batalla de Sutjeska, situada a los pies de la colina.

Sea como fuere, la visita al Valle de los Héroes es muy interesante a la par que bonito, puesto que combina la arquitectura con el impresionante entorno natural del Parque Nacional de Sutjeska. Una buena idea sería realizar un recorrido por uno de los pocos bosques primigenios que quedan en Europa, el de Perućica, situado más al sur, el cual sólo es visitable acompañados por los guardas forestales encargados de su conservación.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

El entorno natural en el que se encuentra el Valle de los Héroes es impresionante. Situado en una llanura rodeada de inmensos picos, nos ha parecido un lugar imperdible de Bosnia y Herzegovina. La frondosidad y el verde de la vegetación inunda todo el contorno, lo que convierte la zona en un sitio ideal para practicar senderismo (por los senderos marcados), más aún cuando en el interior del bosque se reparten setenta y nueve monumentos conmemorativos.

Pero el más impresionante es el Tjentište Spomenik o monumento de Tjentište, cuya grandiosidad nos dejó con la boca abierta, creemos que el entorno ayuda aun más a magnificar esa inmensidad, sin duda el lugar elegido para levantar este monumento fue muy acertado.

Pero antes de llegar a ese monumento conmemorativo hay que ascender una colina, a cuyos lados se sitúan dos largas escaleras semicirculares que vencen el desnivel y que ya de por sí, conforme vas ascendiendo, constituye un auténtico mirador sobre el entorno que está al frente. Si vas en verano, como fue en nuestro caso, llévate agua, protección solar y una gorra, puesto que hace muchísimo calor. Además, el ascenso por esas escaleras, si no estas muy en forma, puede ser fatigosa, por lo que te recomendamos hacerlo tranquilamente y haciendo algunas paradas.

A los pies de la colina, a la izquierda, se encuentra otro museo interesante, la Casa Memorial de la batalla de Sutjeska, sorprendente edificio piramidal de hormigón armado en cuyo interior conservar grandes frescos en los que se representan las diferentes fases de la batalla. Por desgracia, cuando nosotros estuvimos la Casa Memorial estaba cerrada debido a que los frescos fueron objeto de actos vandálicos, aun así, su forma exterior bien merece unos minutos de atención.

Creemos que nos faltó tiempo para visitar más profundamente el Parque Nacional de Sutjeska y, sobre todo, el pequeño bosque de Perućica, uno de los dos últimos bosques primarios de Europa, cuyo acceso está restringido desde 1952, pudiéndose visitar sólo en compañía de los guardias forestales del parque. De cualquier forma, durante la conducción por aquellas carreteras, debes extremar la precaución, puesto que es común encontrar animales sobre la calzada, especialmente vacas que caminan tranquilamente por el asfalto.

¡Buen viaje y felices experiencias!