El centro de Stolac es conocido como Čaršija, término que podría traducirse como “barrio del mercado”, aunque verdaderamente esta zona acogió muchas funciones diferentes. Fue el centro neurálgico de la ciudad a partir del siglo XVI, donde se concentraba la vida religiosa de la comunidad otomana de la época. Alrededor de la mezquita del Emperador se levantaron diferentes edificios, que veremos después, que constituyen el urbanismo típico otomano de los Balcanes. Quizás por eso, este distrito fue la parte de la ciudad más dañada durante la guerra en 1993. A partir de la década de 2000 fue objeto de reconstrucción, siendo actualmente, un lugar rodeado de edificios históricos y de restaurantes y cafeterías.
El principal de ellos es la Careza Džamija o mezquita del Emperador construida en 1519, en honor del sultán Selim I, que reinó entre 1512 y 1520, siendo una de las más antiguas del país. El complejo de la mezquita está cerrado por un patio o harén, término que deriva del árabe “harâm” que hace referencia a lo prohibido, pero al mismo tiempo, a lo sagrado. Este patio alberga diferentes elementos como un cementerio, una “gusulhana” (sala donde se prepara los cuerpos de los difuntos), un pozo y la fuente de las abluciones.
El harén se completa con el propio edificio de la mezquita y, en la esquina oeste, con el edificio del “mekteb”, es decir la escuela coránica para niños. La mezquita del Emperador fue completamente destruida durante la contienda en agosto de 1993, aunque, entre los años 2001 y 2004, se comenzó a reconstruir siguiendo el modelo original, finalizándose en el año 2015. Es conocida por varios nombres: Čaršijska džamija (mezquita de Čaršija), Stari mesdžid (antigua mezquita) o džamija Jedanaest Direka (mezquita de las once columnas).
La mezquita cuenta con un minarete de 25,8 metros de altura, mientras que el edificio se encuentra cubierto por un tejado de doble vertiente de piedra terminada en el año 2014, lo cual es muy inusual en una mezquita. En el porche, sostenido por diez columnas que simbolizan los dedos de Dios, podemos ver pinturas con motivos vegetales típicos del arte islámico del siglo XVI. Su interior, de 9,18 metros de ancho por 16,37 metros de largo y 4,42 de alto, sólo cuenta con paredes blancas, cuyos espacios rituales está sostenidos por once columnas de madera, número que evoca los once imanes sucesores espirituales de Mahoma.
Abandonamos el complejo de la mezquita y nos aproximamos a la vecina Sahat-Kula o Torre del reloj de 16 metros de altura construida después del 1664. En origen contaba con una campana que anunciaba a los fieles las horas de las oraciones, la cual fue fundida para construir cañones durante la ocupación austro-húngara. Posteriormente, la torre fue abandonada hasta que se desplomó en la década de los años treinta del siglo XX. Al final de la II Guerra Mundial fue completamente demolida, para volver a ser reconstruida en el año 2013.
Al lado se levanta la Musafirhana, una casa de huéspedes que se construyó a principios del siglo XVI por iniciativo de la familia Šarić, para alojar y alimentar de forma gratuita durante una noche a los viajeros que pasaban por la ciudad. Está constituido por un gran edificio, en cuya parte baja se abren grandes arcos, en cuyas inmediaciones había diez puestos que eran alquilados a los comerciantes, con cuyo dinero se sufragaban los gastos del establecimiento, además de pagar al profesor de la escuela primaria. La Musafirhana también sufrió graves daños y fue reconstruida en el año 2015, albergando actualmente un restaurante.
Un poco más al sur se encuentra la Šarića kuća, casa construida en 1734/35, como así reza una inscripción situada sobre la puerta, por los Šarić, una de las familias musulmanas más antiguas y famosas de Herzegovina. En este edificio vivió y murió uno de sus miembros más significativos durante el siglo XVIII, Smail-kapetan Šarić. En 1963 la casa fue modificada, instalándose allí el museo en memoria de Branko Šotra, uno de los artistas de grabados más importantes de la antigua Yugoslavia, cuyos estampados se caracterizan por el contraste entre el blanco y el negro. El edificio fue incendiado durante la guerra en 1993 y reformado en el año 2012, las obras de arte, por fortuna, fueron confiscadas antes de la destrucción.
A unos 500 metros hacia el sureste encontramos otros dos edificios significativos de Stolac: la Makova Hiža y la mezquita Šarić. Aquella primera es la casa natal de Mak Dizdar, uno de los escritores más famosos del país, tanta es su celebridad que su cara aparece en los billetes de 10 KM. Por su parte la Džamija Ismail Kapetana Šarića o mezquita Šarić fue construida en 1740 bajo el patrocinio de la familia que le da nombre, los Šarić, siendo originalmente un complejo religioso-comercial. Este elegante edificio también fue destruido durante la guerra de 1993, aunque se reconstruyó en el año 2004. Si ahora volvemos sobre nuestros pasos hasta la mezquita del Emperador y nos dirigimos desde ese punto a unos 600 metros hacia el oeste abandonaremos el distrito de Čaršija y llegaremos a otra zona donde veremos más edificios importantes de la ciudad.
El más destacado se encuentra en la orilla izquierda del Bregava, estamos hablando de la mezquita Podgradska o Džamija Hadži Saliha Bure. La primera mezquita que se erigió aquí tuvo lugar en 1732/33 por iniciativa de Hajji Salih Buro. Dañada por las crecidas del río el edificio cayó en estado de ruina por lo que, en 1812/13, Ali-Paša Rizvanbegović construyó una nueva en el mismo solar, como así se especifica en una de las placas situadas sobre la puerta de entrada. En otra de esas inscripciones se menciona que en el 1890/91 Mehmed Ali-paša Rizvanbegović la reparó, concretamente restauró la estructura del techo y reconstruyó el minarete. El edificio, que sigue un modelo inusual, está dividido en dos niveles, con un pequeño bazar en el piso bajo, mientras que en la primera planta alberga la sala de oración.
La mezquita fue destruida durante la guerra en 1993 y reconstruida e inaugurada en agosto de 2005. Al sureste de la ésta se sitúa la Turkovića kula del siglo XVII-XVIII, una de las casas más bonitas de la ciudad, situada en un acantilado rocoso, al pie de una ladera. Su importancia radica en que es un ejemplo único de la transición de torre feudal y casa residencial. Al lado contrario, cerca de la mezquita, podemos ver salvando el río Bregava, el Podgradska ćuprija. Este puente de piedra mide 26,50 metros de largo y fue construido en el siglo XVIII, por tanto, el segundo puente más antiguo del municipio de Stolac, y renovado en el año 1898.
Desde aquí podemos ver, sobre una colina a 120 metros de altitud desde donde se domina todo el centro de la ciudad, la Križevac o Ciudad Fortificada de Križevac, también conocida como Vidoški Grad. Para llegar hasta allí se puede hacer caminando por la calle Hrvatskih Branitelja bordeando el río Bregava, para posteriormente girar a la izquierda por un camino, o en coche por una carretera perpendicular a la M-6. La colina estuvo habitada desde la Antigüedad, para después albergar la ciudad de Dilentum en el siglo I. Posteriormente, en el siglo XV, se convirtió en una de las plazas fuertes del duque Stefan Vukčić. Durante la ocupación otomana, la fortaleza se reforzó con la construcción de trece torres. En el año 1778 fue conquistada por los austro-húngaros que renovaron sus murallas en 1883. En el año 1888 se levantó un nuevo fuerte en la zona más alta.
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