Olympiastadion: el estadio Olímpico de Berlín, situado en el centro de una superficie de 132 hectáreas dedicadas a instalaciones deportivas, fue diseñado por Werner March por encargo de Hitler. Construido entre 1934 y 1936 para los XI Juegos Olímpicos de 1936, el führer pretendía que los juegos olímpicos fueran una carta de presentación del nazismo al resto del planeta.
Aquellos juegos fueron todo un éxito y es conocido el descontento que provocó a Hitler que un atleta de color, Jesse Owens subiera al pódium en cuatro ocasiones por haber ganado la medalla de oro. Anterior a esta edificación se encontraba el Deutschlandstadion construido para los Juegos Olímpicos de Berlín de 1916 pero que nunca se llegaron a realizar debido a la I Guerra Mundial.
Monumento de Guerra Soviético de Treptower Park: este monumento conmemorativo soviético fue erigido al final de la II Guerra Mundial, entre 1946 y 1949, para honrar a los soldados del Ejército Rojo muertos en su lucha contra la Alemania nazi. Sin embargo éste no es el único monumento de estas características en Berlín, los soviéticos, además del que nos ocupa que por otro lado es el más monumental y principal, levantaron dos más: el monumento conmemorativo de Heide Schönhlzer y el que se encuentra en el Tiergarten. Estos lugares son además cementerios militares donde descansan aproximadamente 80.000 soldados soviéticos caídos durante la toma de Berlín.
El Monumento de Guerra Soviético de Treptower Park ocupa un terreno de 10 hectáreas. Fue diseñado por artistas como el arquitecto Jakow S. Belopolski, el escultor W. Wutschetisch, el pintor Alexander A. Gorpenko y la ingeniera Sarra S. Valerius. Para acceder al recinto es necesario atravesar un portal de granito situado en la avenida de Puschkin, para inmediatamente después encontrar la escultura de tres metros de alto de la Mutter Heimat (Madre Patria), desde aquí un paseo bordeado por sauces conduce hasta el mausoleo a través de dos estilizadas banderas rojas esculpidas en granito rojo (se dice que su mármol proviene de la cancillería de Hitler), delante de las cuales se sitúan dos esculturas de bronce arrodilladas de un soldado mayor y otro joven que dan paso al impresionante monumento fúnebre.
Se calcula que en las secciones de la superficie del césped están enterrados 4.800 soldado, a los que hay que añadir los más de 200 enterrados bajo la colina sobre la que se encuentra el mausoleo. Los sarcófagos situados a ambos lados del césped simbolizan las 25 repúblicas de la antigua URSS, en ellos se representan escenas de la "Gran Guerra Patriótica" contra la Alemania nacionalsocialista, eludiendo cada uno a temas muy específicos.
El monumento funerario que está encima de la colina está coronado por una enorme escultura de bronce de 12 metros de alto y 70 toneladas de peso que representa a un soldado soviético que porta una espada sostenida en una mano y con la otra protegiendo a una niña, mientras que con su pie izquierdo pisa una esvástica rota. Se piensa que el escultor se inspiró para la creación de esta escultura en un acontecimiento que ocurrió durante el asalto a la Cancillería del Reich, cuando el sargento Masalov Nikolai Ivanovich (1921-2001) rescató a una niña perdida que vagaba cerca. El pabellón situado debajo de él posee una cúpula con la estrella soviética y con la pared decorada por un mosaico con inscripciones en ruso y alemán.
Los monumentos de guerra comentados fueron un punto importante para los soviéticos a la hora de negociar el tratado de la reunificación alemana, por lo que la república Federal se comprometió a mantenerlos y repararlos de manera indefinida, además de requerir el permiso de la Federación Rusa para cualquier cambio en ellos. Por eso son monumentos protegidos por ley. Otro aspecto interesante a destacar es que anualmente, cada 8 de mayo, se celebran en Treptower Park actos conmemorativos en los que se portan coronas funerarias para las víctimas soviéticas durante la guerra.
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