HANIÁ (XΑΝΙΑ)

INTERESANTES MUSEOS DE LA CIUDAD


Si lo tuyo son los museos, en Haniá, además de los ya descritos museo Nacional del Fútbol Griego, museo Marítimo de Creta, museo Arqueológico y de Folklore y museo de la Antigua Construcción Naval, también existen otros museos interesantes que se encuentran más alejados del centro histórico, que os vamos a comentar a continuación.

Comenzamos con el museo del Mundo Minoico en 3D, el cual no es un museo como tal, más bien un centro donde pasar un rato divertido mientras aprendemos. Para ello esta área se divide en dos partes bien diferenciadas: un cine 9D en el que se proyecta un cortometraje de alrededor de 20 minutos sobre leyendas del mundo minoico, cuya particularidad es que además de las gafas 3D, la historia va acompañada de 11 efectos como asientos móviles, lluvia, viento, burbujas, etc.…Entre los idiomas utilizados no está el español, de momento. La segunda parte la compone un espacio que contiene esculturas a tamaño real que, mediante la posición ideal de la cámara, creará un efecto óptico que dará vida a la escena.

Por su parte el museo de la Guerra se fundó en el año 1995 como un anexo del museo del mismo nombre de Atenas. El edificio que lo alberga fue construido en el año 1870, sirviendo después como cuartel italiano. El objetivo del museo es la colección, protección, conservación y exhibición de artefactos de guerra y otros artículos relacionados, principalmente desde el año 1821 al 1940. Entre ellas destacan la participación de soldados cretenses en las guerras de Macedonia (1903-1922), y la I y II Guerra Mundial.

No muy lejos de aquél se encuentra el Archivo Histórico de Creta, en Odós Sfakianáki número 20. Se fundó en un edificio neoclásico en el año 1920. Está considerado como el Archivo Histórico más importante de Grecia, ya que su contenido, material, volumen y valor es muy alto. El material del archivo se refiere a toda la región de Creta e incluye aproximadamente un millón de documentos históricos desde 1821 a la actualidad. Está organizado en más de 200 colecciones, entre las que se encuentran la correspondencia oficial durante las revoluciones de Creta, archivos de combatientes, archivos de la administración turca, archivos de la ocupación alemana, gran material fotográfico con cerca de tres mil fotografías y un registro completo de prensa de la isla desde 1831, objetos históricos y de folclore como trajes, bordados, telas, artesanía popular, etc.

Más alejado del centro, a unos 30 minutos andando desde el Puerto Veneciano, se encuentra la Casa-museo de Eleftherios Venizelos, quien es uno de los políticos más importantes de la historia griega al considerarse el creador de la Grecia moderna tal y como la conocemos actualmente, además de ser una figura importante de la anexión de Creta al resto de Grecia. La casa que acoge el museo fue el hogar de Venizelos durante mas de treinta años de su vida, desde 1880 hasta 1910, momento en que fue nombrado Primer Ministro de Grecia y tuvo que partir hacia Atenas. Posteriormente y ocasionalmente vivió aquí entre 1927 y 1935. En su interior no sólo se exponen objetos pertenecientes al político sino también piezas que tienen relación con su vida como el coche con mas de 60 agujeros de bala, testigo de uno de los intentos de asesinato de Venizelos.

Mucho más alejado aún del centro se sitúa el museo de la Tipografía, el cual hace un recorrido por la historia de la composición e impresión tipográfica. Se trata de una iniciativa privada de Yannis Garedakis, fundador del periódico "Haniotika nea", quien lleva más de treinta años coleccionando máquinas y otras piezas que marcan la evolución de la tipografía europea. Desde su apertura en 2005 hasta hoy el museo ha ido enriqueciendo sus colecciones, comenzó como una pequeña colección privada junto a las instalaciones de impresión del periódico donde estuvo hasta 2015. Actualmente se articula en dos grandes alas, una biblioteca, un anfiteatro con capacidad para 80 personas, etc.… todo ello abarca un área de 1200 metros cuadrados. Durante el recorrido al museo podemos estampar nuestras propias hojas en imprentas del siglo XIX.

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